Librería
Español
Capítulos
Ajuste

capitulo 3

Valery al fin había llegado a su casa, todo fue un total fracaso en su cita. El hombre con quien salió no era para interesante, más bien un baboso e insoportable.

Hacía mucho que no salía con un hombre, ni mucho menos llegaba a la parte del sexo y resulto que su cita no le provoco ni un mal pensamiento. Su hermana se empeñaba en conseguirle un novio para que lograra ese cometido, pero obvio que fracaso en el intento.

—Lo siento, hermana. Pero me parece que te falle esta vez, al menos debes conseguirme un mejor partido y no una bola de idiotas fracasados —musita mientras se sirve un poco de agua.

Suelta el aliento y antes de poder beber un trago de agua, escucha algo

De la nada escucha unos ruidos en la parte de arriba, mira al techo, se pregunta si aun su vecino continuaba haciendo reparaciones a su casa, ya era muy de noche para esas labores.

¿Hasta cuándo piensa seguir en eso?

No pegaría un ojo si su vecino no dejaba de mover cosas…

Y tal como pensó, allí estaba en su cama, en pijama y completamente desvelado por tanto escándalo que hace ese tal Héctor.

—¿Qué tanto puede estar haciendo? No ve que son pasada la medianoche —Dijo frustrada.

Ruido, ruido y más ruido… Cansada de esa situación, podría ser lindo, pero no se aguantaría toda la noche tanto bullicio. Se levanto y así mismo salió a solucionar el problema. Decidida a parar toda aquella algarabía, toco la puerta un par de veces, hasta que fue abierta provocando que ella diera un leve respingo.

—¡Valery! —Dijo sorprendido. Mirándola de arriba hasta abajo.

¡Joder!, ¡joder!

Solo iba vestido con un mono de pijama, sin franela ¡Cielos! Se le seco la boca. Su piel estaba cubierta por un leve bello afeitado, pero en proceso de volver a crecer.

¡Oh mierda! Quien la mando a subir a la casa de su vecino en plena madrugada, ¿acaso perdió el juicio?

—Yo… Yo… Bueno, yo vine por… —Baja la mirada, no podía continuar viendo ese cuerpo medio desnudo. Rayos, se valiente mujer, se supone que estaba enojada —. Los ruidos…— Solo logro mencionar aquellas pobres palabras.

—¿Ruidos? —Repitió él

—Haces mucho ruido—Héctor alza una ceja, luego la mira de pies a cabeza.

—¡Sabes que estás en pijama! — exclama divertido.

—¡¿Qué?! —Pregunta sorprendida, mira sus piernas desnudas y se paraliza al instante, joder, se olvidó ponerse algo encima.

De inmediato cubre sus senos con sus brazos ya que la tela de su pijama era muy fina y podía notarse la punta de sus pezones erguidos.

—Yo no tengo problemas con que vengas a reclamarme, así como estas. Puedes hacerlo todas las veces que quieras.

¡Santo cielos!

Es un ligón, un sexy y arrogante vecino ligón. Y me ha hecho mojar las putas bragas con su comentario tan directo. Valery lo mira quedando atrapada con aquella sonrisa tan peligrosa.

Y más sorprendida se pone cuando la toma por la cintura en pleno corredor acercándola a su cuerpo para terminar por saborear sus labios, aquel impulso no se lo espero en lo absoluto y menos cuando apenas era la segunda vez que conversaban.

—Hmm... ¡Que dulce! —masculla contra sus propios labios.

Ahora la castaña estaba tan caliente como una hoguera… ¿Por qué no le decía nada? Debía de estar reclamándole en ese preciso instante. Era un ligón que solo buscaba llevarla a su cama.

¡Sexo!

¿Sexo con su sexy vecino? ¿El primer día? Debía de estar loca por meterse con alguien que apenas acababa de conocer.

—Espero que tu novio no se enoje por lo que estoy a punto de hacerte, Valery.

—¿Novio? Yo no… No tengo, no…—Tartamudea completamente excitada.

—Eso está mejor aún —La interrumpió.

Y como decirle algo a ese hombre cuando ella llevaba mucho tiempo en castidad.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.