capitulo 2

Ring, Ring… El timbre del teléfono interrumpió la película.

—¡Diga! —Respondió sin ánimos.

—Espero que te estés arreglando para tu cita.

—¿Cita? —Repitió la chica.

—¡Oh cielos, Valery! Tú cita con aquel hombre del que te hable.

—¡Cielos! La cita… La olvide.

Su hermana le organizo una “cita” con un sujeto que ella conocía, bueno no se veía tan mal en las fotos. Pero ya tendría la oportunidad de conocerlo cuando se viera con él. Miro el reloj que colgaba en la pared y se dio cuenta que contaba solo con una hora para arreglarse y salir.

—Debo irme, adiós —Colgó sin esperar una despedida.

En tiempo récords, estuvo lista en cuarenta minutos ¿Quién dijo que las mujeres no podían alistarse tan rápido como un hombre? Dio tres vueltas mientras se detallaba en el espejo de pared. Quedo satisfecha con los resultados. Un vestido floreado de tirantes delgados, unas zapatillas a juego y su cabello castaño prefirió dejarlo suelto.

Salió a toda prisa de casa, tomo el ascensor. Marco planta baja, pero el puto aparato en vez de bajar subió.

—¡¿Qué?! ¿Alguien llama el maldito ascensor? —Se preguntó ella algo irritada. Llego a cuarta planta —. ¡Cielos! —musita asustada y nerviosa, tomo con fuerza su bolso mientras que la puerta se abre —. Respira, no pasa nada. No seas idiota —Se dijo.

Las puertas se abrieron dándole paso a un momento como llamarlo ¿único? ¿Incomodo? ¿Fabuloso? ¡Era él! el vecino nuevo.

¡Cielos! ¡Cielos!

Que no se te noten los nervios le decía esa voz interior, pero sospechaba que ya era bastante tarde para decirse aquellas estúpidas palabras.

—Hola —Dijo él con una galante sonrisa que derritió las rodillas de Valery.

—Hola —Respondió la joven a duras penas, ¿acaso se estaba derritiendo?

—Piso tres ¿no? —Pregunto el hombre.

—¿Qué?

—¿Qué si eres la del piso tres? ¿Vas de salida? Una cita, ¿eh? —pregunto capcioso.

Valery se le quedo mirando ya que sentía que las palabras no le salían de los labios, ¿Qué le estaba pasando? En ese momento se dice que aquel hombre sí que era alto.

—Sí, no… Bueno, más o menos algo así —Por todos los cielos, claro que tenía una cita pensó, ¿Por qué lo estaba ocultando?

—Soy Héctor —Le tendió la mano —. El nuevo vecino del edificio —Le vuelve a sonreír de manera encantadora

—Valery, un gusto Héctor— Le devolvió una sonrisa forzada.

Al fin la pareja llego a la planta baja, y fue cuando la castaña logro respirar en cuanto salió de aquel ascensor.

—Me gusto conocerle, Valery —¿Porque dijo su nombre en ese tono? Esa voz interna resonó en su cabeza —. Suerte con su cita —él la mira con una mirada sospechosa que la hace dudar.

—¡Eh! si, gracias —Respondo un poco desorientada.

Estaba tensa, ¡si eso era! En todo el camino al restaurant no paro de pensar en el encuentro con su vecino.

Porque ahora que lo miro más de cerca le pareció mucho más atractivo. Ojos verdes, larga sonrisa, mentón firme y aquella voz era tan sensual, se preguntó si él conocería el efecto que causaba en las mujeres.

¡¿Pero en que estaba pensando?!

tenía una cita y estaba desnudando a otro hombre. Sacudió esos pensamientos lujuriosos de su cabeza, y continúo caminando.

—No continuare pensando en mi vecino, probablemente él tenga novia y yo aquí fantaseando como una tonta.