Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 2

Teddy había pasado por mí a buscarme. Empaqué ropa, algunos calzados y cosas importantes. Llegamos a su mansión alrededor de cinco horas aproximadamente, algunos empleados me ayudaron con mis maletas y se la llevaron hacia la habitación donde yo iba a estar. La esposa de Teddy se encontraba en la sala, me recibió con una linda sonrisa, era muy linda, se veía amable y conversamos por unos minutos, luego Teddy se apartó con ella y me dijo de que lo esperara a otro lugar de la casa, así lo hice. Pero escuché a alguien que estaba vociferando, borracho y en boxer con una botella en la mano.

—Vaya que espectáculo.

Cuando aquel sujeto se había percatado de mi presencia, empezó a aproximarse a mí, por suerte habían algunos empleados de la casa con nosotros y dejé que se me acercara. Quedó frente a mí, ni muy cerca y ni muy lejos.

—Hola hermosa. ¿Tú serás mi dulce compañía? —sonrió el borracho.

—No. ¿Me ves cara de prostituta?

—Tú serás mi puta.

—Apártate de mí loco.

Me lanzó un beso. Y yo me alejé un poco más de él.

—Dame un abrazo muñeca.

—¡Quítate de mi vista!

—¿Acaso no sabes de que yo vivo aquí? —tomó su botella y dio un trago.

—Tú tienes que ser Vladimir —deduje él era el único que podría vivir con él.

—Sí, ese soy yo. Y dime amorcito, ¿vas a darme amor? Dime que si —me lanzó un beso el descarado.

—Déjame en paz —mascullé y yo lo que quería matar.

—Yo mismo te iré a buscar a tu habitación.

—¡No te atrevas maldito loco!

—A que sí —sonrió maliciosamente.

—Vamos muñeca, vamonos para mi habitación —volvió a insistir.

—¡Te dije que no pervertido!

—Entonces si no es conmigo, ¿con quién te acostarás.

Pero que atrevido ese sujeto.

—Cállate maniático sexual.

—Ven tócame preciosa.

Por unos minutos continuó la disputa hasta que por suerte llego Teddy con su esposa y lograron quitarme al fastidioso de Vladimir. El muy descarado continuaba lanzándome besos.

—Disculpa a mi hermano está borracho —me dijo Teddy.

—Es insoportable —rodé los ojos.

Él se rio.

—No te imaginas cuanto —Teddy se echó a reír.

Obviamente que él lo conocía mejor que yo.

—Me imagino que cuando esté sobrio no estará así como un loco y depravado.

—Más o menos.

—¿Cómo qué más o menos Teddy? ¿Tu hermano es así de depravado? —le cuestioné incrédula.

—Lo estarás conociendo Magna, si te molestas me lo dices.

Asentí.

Ese día todo transcurrió tranquilo, su esposa muy agradable. No vi a Vladimir en el transcurso del día, ni en la noche. Al otro día ya en el desayuno, estuve en el comedor con Teddy y su esposa, ya cuando yo había terminado de servir mi desayuno se apareció Vladimir, se sentó al lado de mí.

—Buenos días —dijo él y todos le respondimos.

Él mismo se sirvió su desayuno, todos estuvimos tranquilos, ya yo había terminado y decidí levantarme, pero Vladimir me detuvo por el brazo.

—Espera, no te vayas —me dijo, entonces volví a sentarme.

—¿Por qué me detienes? —le pregunté a él.

—Quisiera conversar un poco y conocerte un poco más. ¿Algún problema?

—No, sólo que al solo recordar el momento incómodo de ayer, me pone de mal humor.

Escuché risas de su parte y era de esperarse.

—No quiero que la molestes —dijo Teddy.

—¿De dónde trajiste a tu amiga hermano?

—Eso no importa, lo que quiero es que ella no se sienta incómoda.

—Me imagino que estará soltera. Porque no creo algún novio, prometido o esposo va a permitirle quedarse aquí.

—Es soltera, Vladimir y te lo advierto.

Entonces los demás prosiguieron a desayunar tranquilamente. Y mi amigo Teddy se marchó con su esposa luego dejándome con su hermano.

—¿A qué te dedicas? —me preguntó él de un momento a otro.

—Estudio publicidad en la universidad, casi estoy terminando mi carrera. Sólo me queda un semestre.

—Interesante... ¿Cómo te llamas? ¿Cuál es tú edad?

—Me llamo Magna y tengo 23 años.

—Perfecto. Yo tengo 26 años y soy publicista aunque no ejerzo mi carrera aún.

—¿Y eso por qué? —le pregunté curiosa.

—Pues... Por dejadez... Por charlatán...

Me reí por lo último que dijo y me supuse que andaba en la vida poniendo su verga por doquier.

—Tu hermano me dijo que eres muy mujeriego, me imagino de que eso te ocupa bastante tiempo.

—No lo creo y no soy mujeriego querida.

—¿Ah no? Él me aseguró de que sueles salir con diversas chicas.

Me giré para mirarlo y él hizo lo mismo.

—Mi hermano y sus chistes malos. Él no conoce ciertas cosas de mí. Soy soltero y si me gusta una chica obvio que voy acostarme con ella.

—Tienes razón.

Vladimir era muy lindo de ojos verdes, pelo negro y bien formido. Extremadamente sexy, por el momento se veía educado. Pero yo aún seguía en alerta con él.

—Magna no quiero que me mal interpretes, pero si sientes que necesitas a alguien para que te de calor, aquí estoy con todo respeto —se movilizó del asiento y cuando estuvo a pocos metros de la puerta dijo algo finalmente—. Y disculpa lo de ayer. Pero en verdad que me gustó nuestro primer encuentro.

Yo sentía que él ponía un poco de su parte, pensé que quizás él quería decirme mas cosas. Pero por el momento era mejor así. Así que yo decidí salir un rato y le dije a unos de los choferes que me llevara a una plaza. Me dirigí rápidamente a comprar una caja de cigarrillos y una encendedora. Afuera cerca de uba fuente me senté a fumar mientras el chofer estaba lejos de mí. De un momento a otro vi como alguien se sentó próximo a mí y este me sonrió.

—Que la pases bien, descuida no voy hacerte daño —me dijo el muchacho más o menos de mi edad.

—Gracias, ¿eres de esta ciudad? ¿Puedo confiar en ti? —le cuestioné.

—Por supuesto, no voy a hacerte daño.

—Me alegra.

Y ahí permanecimos fumando por un largo rato sin decir nada, solo observando.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.