Capítulo 1

Tuve la noticia de que mi prima Magna la bruja vendría aquí por unos días con sus malas energías. Yo no la soportaba a ella, ni ella a mí. Éramos muy parecidas, hijas de dos hermanas y como nacimos el mismo día nos pusieron el mismo nombre. Cuando éramos pequeña, éramos aún mas parecida. Ya en una edad un poco más avanzada yo decidí colocarme "Lahe". A mí prima le decían: "Magna la hechicera". Y yo no quería que me dijeran así porque me llamaban como la llamaban a ella. Sin esperarlo me la topé husmeando mis libros de mi habitación, me enfurecí al verla y cerré la puerta de un portazo.

—¿Qué diablos haces en mi habitación bruja? No estés tocando mis cosas sin mi permiso, te lo he dicho una y mil veces.

Ella se echó a reír.

—Eres una estúpida e insípida aburrida —se expresó de manera despectiva y lanzó al suelo un libro que ella tenía en la mano.

Pero me asusté al ver una foto de Lester en el suelo que estaba en el libro y antes de que ella pudiera verlo me agaché a tomarla pero no pude porque ella me empujó, caí hacia un lado y ella tomó la foto mirándola seriamente. Luego me miró fijamente y deduje lo que ella iba a preguntarme.

—¿Sabes dónde está Lester?

Hubo un silencio entre ambas y decidí levantarme.

—¡Respóndeme! —gritó furiosa para que yo respondiera.

—No te lo voy a decir —le respondí desafiante.

—¿Ah no? —pausó por unos leves segundos—. ¿Quieres que te mate?

Nos miramos desafiante una a la otra. Pero no podría decir la verdad. Entonces vi que ella dobló la foto y la colocó detrás de sus pantalones. Y me tomó por el cuello apuntándome con un cuchillo.

—Me vas a decir la verdad, quieras o no —masculló ella—. ¡Habla!

El miedo se apoderó de mí en ese momento ella era muy peligrosa.

—Está bien —le dije y pensé en buscar ayuda luego—. Él está en...

Tuve que decirle la verdad y ella me cortó en un brazo, mi prima se marchó y yo me curé la herida en mi habitación. Luego me acordé de Lester y lo llamé para contarle lo sucedido, él me dijo que no me preocupara que él se iba a encargar. Entonces me acordé de Alfa Teddy, él me había dicho de que era el karma de Magna y como se encontraba en la ciudad decidí buscarlo donde se encontraba, lo encontré solo en su apartamento, me dijo de que dejó a su esposa está vez.

—No entiendo a qué te refieres cuando dices que eres el karma de Magna.

—A Magna la voy a castigar como se lo merece, es muy mala y cruel.

—Dime la verdad Teddy. ¿Estás enamorado de ella?

Teddy se quedó en silencio y pude notar de que era cuerto, él estaba enamorado de ella y quizás en algún momento jugó con él.

—No te preocupes por mí, Magna.

—Pero cuéntame todo —insistí en ese momento—. Somos amigos y quiero saberlo todo o un poco.

Él me miró fijamente por unos minutos hasta que decidió hablar.

—Sí, estoy enamorado de tu prima —admitió lo que yo había suponido y era muy evidente—. Pero por este momento no quiero hablar con detalles.

—Muy bien querido Teddy —le sonreí para dejarle claro de que él tenía razón y aceptaba su decisión—. Y dime... ¿Seré bien recibida en tu ciudad?

—Por supuesto, no hay problemas quiero que conozcas a mi familia. Le he hablado mucho a mi esposa de ti. Ella en verdad te ve como alguien agradable.

—Bien... Que bueno... Tú sabes de que hay ciudades en las que yo y mi gente no somos bien recibidos.

—No te preocupes Magna. E incluso en la ciudad de Karl van levantar una orden donde los hombres y mujeres podrán ir libremente. ¿Y sabes por qué? Porque la hermana de Karl está enamorada de tu vecino —me confesó dejándome sorprendida.

—No lo puedo creer —contesté sorprendida—. ¿El cazador? —cuestioné pensativa—. Ahora entiendo porque suelo ver a Vanesa en las fiestas.

—Wow, eres inteligente. Espero de no tener líos por tus calenturas vaginales Magna. Eres muy candente. Tú y mi hermano son dos dolores de cabeza.

En seguida me eché a reír.

—No conozco a tu hermano, Teddy. Me gustaría conocerlo.

—¿Y follarlo? —sonrió de lado.

—En esta vida todo puede suceder.

—Espero no tener problemas con Karl.

—¿Te ha dicho algo? —le pregunté curiosa.

—Karl de lejos te cela y te observa, así que ten cuidado con lo que haces.

—¿Es una advertencia?

—Claro amiga.

—¿Para qué diablos se casó si va a estar celándome de lejos?

—Tú sabes, cualquier cosa puede pasar.

De verdad que yo no entendía la actitud de Karl. Aveces yo solía pensar de que estaba enamorado de mí y muchas veces yo dudaba.

—Te lo advierto Teddy. Si me gusta un macho de tu ciudad me lo voy a follar y no quiero que te metas —le dejé en claro.

—Hazlo sin que mis ojos lo puedan ver. Si quieres dile a Karl a que vaya y te visite. Él podría animarse.

—No quiero. Por esta vez no.

Entonces ese fue nuestro acuerdo de que yo iba a ir a su ciudad con el a pasar varios días. Luego de haber pasado un momento retorné a mi casa encontrándome con la odiosa de mi prima la hechicera.

—¿A quién te follaste hoy? —me preguntó la muy descarada.

—Eso mismo te pregunto yo a ti. Y como tú actúas, nadie te tomará en serio estúpida.

Se rio ella.

—Eres patética, ¿sabes? Nunca he conocido un novio tuyo.

—¿Y a ti qué te importa maldita bruja? Vete de mi casa y déjame en paz.

—Claro que me voy aburrida, estoy esperando a mi tía, tengo que darle algo personalmente.

Me movilicé hacia mi habitación, coloqué seguro a la puerta, me desprendía de mi ropa mientras yo pensaba en Karl. Cuando terminé entré al baño y abrí la llave, le heché el jabón y luego me adentré en la bañera. Ahí recostada pensaba en mi alfa pero el fuego era tan intenso que tuve que tocarme, yo desea intensamente de que Karl me tocara y me hiciera suya.