Capítulo 3
Mackenzie POV
Salí apresuradamente de la cama y caminé lo más silencioso que pude para que mi madre no se despertara, abrí la puerta y la mugre chirrió fuertemente.
—Maldición —susurré al salir.
—Perdón por llegar a estas horas —dijo Hudson, su cabello estaba en mil direcciones diferentes—. Pero si me dejas explicarte lo haré con detalle.
—Bueno, dispara todo.
—Tenía planeado venir a verte en la tarde, pero cuando iba a salir de mi habitación no pude, estaba encerrado... mi mamá me había encerrado en mi propio cuarto, como ya te has de imaginar, ella no quiere que me haga cargo. Traté de llamarte, pero mi celular estaba en la sala; mi padre llegó a las 11 y con mis gritos se dio cuenta de lo que había hecho mi madre, así que él le llamó a Brad para que fuera a la casa y cuando mi mamá se despistó, me ayudó a escapar... me imagino los problemas que ha de tener ahorita —sonrió con melancolía—. Bueno el chiste es que mi padre si quiere que me haga cargo, bueno él quiere que nos casemos, pero no será así.
—Es todo como una película —al parecer su madre me odia a mí y a mis hijos sin siquiera conocernos.
—Pensé que no llegaría a tiempo.
—¿De verdad quieres hacerte cargo de ellos?
—Sí —vio mi estómago y abrió los ojos—. ¿Puedo? —alzó su mano y señaló mi estómago, asentí y él lentamente acercó su mano a mi pequeño bultito, las comisuras de su boca comenzaron a elevarse y sus ojos brillaron.
Mi corazón latía rápido y tenía miedo de que él pudiera sentir mi pulso, de repente se abrió la puerta y Hudson quitó la mano, no hacía falta que me girara para saber quién era.
—¿Qué haces aquí afuera, Mackenzie? —dijo mi mamá.
—Umm, ¿buenas noches? —dijo dudoso Hudson.
—Mamá ,él es Hudson... el padre de los bebés.
—Mucho gusto, señora —el ambiente era tan tenso que se podría cortar con un cuchillo.
—¿Cuál fue tu decisión? —dijo enojada mi mamá.
—Me haré cargo —miré que la frente de Hudson tenía leves gotitas de sudor y casi me suelto riendo.
—Siendo así... también es un gusto conocerte —mi mamá le sonrió—. Chicos, ya es tarde, y además Mackenzie tiene que ir a clases mañana, así que por favor luego hablan todo lo que quieran.
—Oh sí claro —dijo Hudson—. ¿Nos vemos mañana para platicar?
—Uh sí.
—Hasta luego —le dio la mano a mi mamá.
—Créeme que no te arrepentirás de tu decisión —le dijo mi mamá.
—Te hizo sudar la gota gorda eh —dije con una sonrisa en la cara.
—¿Fui muy obvio? —asentí en respuesta y por primera vez noté cómo Hudson se ponía rojo. Nuestra despedida fue un poco incómoda, sólo le dije adiós con la mano y entré al departamento.
—Tú ya duérmete, por cierto, al menos elegiste buenos genes para mis nietos —dijo mi mamá entrando a su habitación, me solté riendo y me fui a la cama mucho muy feliz, creo que nada me podría quitar la sonrisa de la cara.
—Al parecer no estaremos solos, mis angelitos.
*****
Hudson vendría en la tarde a mi casa, aprovecharíamos que mi madre no estaría para platicar bien y que el individuo (Hudson) no se pusiera nervioso con su presencia. Faltaba si mucho una hora para que llegara a casa y yo estaba ansiosa.
Annie estaba feliz por la decisión que había tomado Hudson y estaba enfadada con su madre por ser una perra... palabras de ella. Hoy me puse la faja que me había comprado mi madre y llevé los pantalones sin abrochármelos, me sentía un poco extraña, pero la blusa que llevaba quedaba por debajo del cierre del pantalón así que eso me ayudó a sentirme menos incómoda.
Mi celular vibró... realmente vibró malpensados, era un mensaje de Annie.
—Nena, no lo podrás creer, te encontré un departamento, es un poco chico, pero para ti estará estupendo, además pagarías poco por él. Más tarde hablamos y te cuento los detalles.
—Gracias tía Annie