Capítulo 16: El señorito te está esperando en el estudio
Yadira no esperaba que el responsable de una familia tan rica y poderosa resultara ser una persona tan agradable.
Se quedó atónita por un momento antes de decir, -Sí, yo soy Yadira-.
Esta vez no fue una actuación sino que en realidad le sorprendió.
-No te contengas, como te casaste con un miembro de la familia Jimenez, tú ya eres parte de nuestra familia, lo que te convierte en mi hija política-. Mientras Horacio hablaba, tomó la tetera junto a ella y le sirvió un vaso de agua.
Cuando Yadira estaba en la villa de los Dominguez, Hérnico practicamente no la miraba y la atención de Salía solo estaba puesta en sus hermanastros.
Nunca había sido tratada con tanta amabilidad por alguien, haciendo que se sintiera un poco halagada por un corto periodo de tiempo.
Yadira tomó el vaso y dijo, -Gracias-.
-Puedes llamarme papá como lo hace Delfino-, dijo Horacio mientras la miraba con calma.
Su apariencia, aunque normal, su reacción era un poco lenta. Ella era alguien educada y con buenos modales; aunque sencilla pero bondadosa.
-...Papá- gritó Yadira vacilante.
Horacio sonrió y dijo en tono de disculpa, -Tú y Delfino se casaron, pero no hubo boda, lo que es un trato injusto hacia tu persona.
Además, hoy ustedes dos deberían haber venido juntos a mi villa para cenar, pero Delfino, mi obstinado hijo, siempre rechaza mi invitación, esto debido a que él está dolido por algunos asuntos relacionados con su madre. Espero que en el futuro puedas persuadirlo-.
La familia Dominguez es una gran familia con un linaje de unos cientos de años, con la tradición de haber vivido tres generaciones en la misma casa.
Se dice que el valor de la antigua casa de los Dominguez es incalculable. Alguien una vez ofreció tentativamente diez mil millones de euros para comprarla, pero al final, esa persona se convirtió en el hazme reír de la clase alta.
Yadira también sabía un poco sobre la madre de Delfino mencionada en las palabras de Horacio.
En el secuestro de hace más de diez años, los secuestradores no solo secuestraron a Delfino, sino que también a su madre, pero al final, solo Delfino fue rescatado.
En cuanto a la madre de Delfino, hubo muchos rumores, algunos decían que estaba muerta, otros decían que aún estaba con vida y algunos decían que los secuestradores la habían profanado ...
Yadira miró a Horacio, vaciló un poco y dijo, -Pero... no lo he... visto todavía-. La última mitad de la oración, lo dijo en voz baja.
Ella notó que la expresión de Horacio cambio ligeramente después de escucharla.
Después, Horacio no volvió a preguntarle sobre su esposo, más bien le hizo algunas preguntas sobre su vida, con preocupación.
Yadira respondió con honestidad a cada una de sus preguntas, respondiendo lentamente, algo aletargada pero con sinceridad.
Al irse, Horacio le pidió a Erauso que la llevara de regreso a la villa de Delfino.
...
Erauso así lo hizo, la llevó hasta la entrada de la villa, y se fue después de ver entrar a Yadira.
En ese momento, Yadira pensó que, ”¿Horacio parecía estar probándome antes?”
Lo consideró por un momento y concluyó de que no era así, más bien parecía estar probando a Delfino.
Aunque no había conocido a Delfino, podía sentir que la relación entre él y su padre no era buena, además, pudo notar muchas contradicciones en las palabras de Horacio.
Él dijo que Delfino estaba dolido por asuntos relacionados con su madre, pero su madre ya no estaba allí desde que fue secuestrada hace más de una década. ¿Será a causa del secuestro que él no se lleva bien con Horacio?
-Señora.- Yadira volvió en sí por la voz del guardaespaldas y giró a verlo.
Aquel guardaespaldas le era familiar, ya que era uno de los que fueron a buscarla a la villa Jimenez el día de su casamiento.
El guardaespaldas asintió levemente y dijo con matiz monótona, -El Señor quiere verla-.
Yadira imaginaba que había escuchado mal y se quedó atónita durante unos segundos, antes de decir, - ¿El señor? ¿Delfino Dominguez? -.
-Sí, el señorito le está esperando en el estudio-.
