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—Helena, deja de exhibirte de esa forma frente a mis trabajadores—la tomé del brazo dirigiéndome a la cocina—si quieres dinero háblalo con Louis, él es quien administra todo, pero a mi casa no me vengas haciendo escándalo, acuérdate también que la haremos la prueba de paternidad—pude verla un poco tensa cuando le dije eso.
—Te desconozco, Harry, me tratas como si fuera un monstruo, acaso ¿no ves lo que llevo dentro de mi vientre?—intentó tomarme de la mano para tocarle la panza con lo cual me resistí—te voy a restregar en tu cara ese resultado, no puedo creer que dudes hasta de eso, bien que te gustaba hacerme el amor.
—Creo que el término "hacer el amor" no aplica, querida, retírate, por favor—demandé dándome la vuelta.
—Te juro que me las pagarás muy caro—gritó como una loca—estarás de rodillas, acuérdate de estas palabras o me dejo de llamar Helena.
Sentí un gran alivio cuando cruzó esa puerta, no sé en qué momento había aceptado casarme con esa loca, no sé cómo estaré tranquilo si ella siempre que aparece roba mi paz.
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—Tan hermosa como siempre, señorita Fox—enganchó su mano en mi brazo.
—Mi profesor parece que vino hecho un Don Juan...
Mientras avanzábamos hacia la piscina me ponía un poco nerviosa, creo que si los demás verían a Harry llegar conmigo sería un poco extraño. Y más si Noah está ahí. Me detuve en seco y miré a Harry.
—¿Qué pasa? —me preguntó un poco desconcertado.
—No creo que sea conveniente que lleguemos juntos —murmuré un poco apenada—Ya sabes, las habladurías y eso. Además no quiero más problemas con Noah.
—¿En serio te preocupa Noah?
—Quiero evitar pleitos. Por favor entiéndeme.
—Hagamos un cosa entonces, vamos juntos pero separados al mismo tiempo.
Fruncí el ceño sin entender.
—Es decir, no nos tomemos del brazo. Solo lleguemos juntos y ya. De eso no hay de qué preocuparse. ¿O si?
Lo pensé un poco. Tampoco es que me voy a estar escondiendo todo el tiempo.
—Sí, me parece mejor idea.
Íbamos a avanzar pero en eso Martha y Alberto aparecen, venían de la mano.
—Hola, Isabella —me saluda Martha— Buenas noches, señor Lee.
—Hola, Martha. —le sonreí— Alberto.
—Me da curiosidad saber el desenlace de esta fiesta —murmuró Alberto.
—Hoy estarán la mayoría de los profesores así que no habrá nada del otro mundo. —dijo Harry.
—Parece fiesta de niños entonces —murmuró alguien más, Louis venía del brazo con Kelsey. Me puse un poco tensa al verla aquí.
—Hola, Harry —Kelsey vino y le dio un beso en el cachete a Harry en modo de saludo. Aparté la vista de inmediato.
—¿Cómo estas, Kelsey? —respondió Harry.
—Bien, Louis me invitó porque estaba aburrida en casa. Espero que no les moleste.
—Para nada —respondió Harry.
Claro, a él no le molesta. Rodé los ojos sin que me vieran.
—¿Nos vamos? —les inquirí.
—Claro.
Los seis empezamos a bajar las escaleras rumbo a la piscina. Habían muchos estudiantes con vasos rojos en la mano. Si hay maestros no creo que haya alcohol. Así que supuse que sería algún refresco. Hicimos nuestra entrada ya que la mayoría se nos quedaban viendo. Solo espero que Noah no ande por aquí y piense mal las cosas. Me sentía un poco sola el no poder tomar de la mano a alguien. No me gustaba cuando era el centro de atención. Al llegar donde todos me detuve. Martha y Alberto habían ido por un refresco y Kelsey y Louis se habían acercado a la piscina. Habían burbujas en ella.
—¿Estás bien? —me pregunta Harry.
—Estoy bien. Es solo que...
—Te sientes incómoda.
—Un poco, el no tener pareja me pone un poco ansiosa. Y no es que necesite una pareja para estar bien sino que me siento un poco sola y descubierta.
Harry me tomó de la mano por debajo, disimulando un poco. Entonces lo miré.
—¿Qué haces?
—Tomo tu mano.
Y al parecer este chico creía que ya lo había perdonado o algo así, pero no era el caso.
—Vaya, vaya... —aparece alguien más. Me zafé del agarre de Harry al ver a Noah ahí. Llevaba un traje, se miraba mejor, más él.
—Noah.
Harry se puso tenso en ese momento.
—¿Vinieron juntos?
—Claro que no, pero eso lo crees porque nos has visto llegar. A los seis —respondió Harry.
—Los he visto, sí —confirmó Noah.
Me llevé las manos a la sien y me escabullí de ellos dos, no quería drama el día de hoy. Me acerqué donde servían los refrescos. Había una maestra sirviéndolos.
—Uno por favor —pedí. La fiesta era grande, habían muchos estudiantes y algunos profesores. Era formal, los estudiantes no podían venir casuales o algo por el estilo. Era el aniversario de la universidad así que tenía que ser algo elegante. Incluso habían directores o maestros de otras universidades, y algunos alumnos también. La directora andaba por ahí. Tomé el vaso de refresco y tomé un poco, pero solo tragué un poco y lo volví a echar al vaso. Ugh, solo sabía a agua con un poco de sabor. Avancé en busca de Martha, la música sonaba muy alto. Pero en cuanto iba a avanzar más miré una silueta pasar entre la gente. Me detuve en seco de inmediato. Esa persona llevaba algo que le cubría la cara, como un pasamontañas.
Eso me puso en alerta y me puso un poco nerviosa. ¿Y si el asesino está por aquí? Eso era obvio, tenía que ser estudiante de la universidad. Tenía que estar aquí. Me apresuré a llegar al lugar en donde lo vi, miré para todas partes pero no lo lograba encontrar de nuevo. ¿Será que lo aluciné? No creo, pareció tan real. Avancé más y más en dirección hacia donde se supone que fue, daba a un pasillo del cual no había ido jamás. Quizás dé a la parte trasera de la universidad. Se miraba oscuro, me daba mucho miedo ir sola.
Me detuve, debatiéndome en qué hacer.
