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—No lo haces... Violeta, ¿alguna vez te has enamorado?—quise saber, ella ya era mayor que yo y quizá tendría un buen consejo para mi.

—¿Qué si me he enamorado?—sonrió—no tienes idea de las cosas que hice con el hombre que hoy es mi esposo, vivimos de todo un poco. Con decirte que me escapé de casa cuando tenía veinte años. Mis padres eran muy conservadores y siempre trataban de buscar lo mejor para mi, pues había un pretendiente que era el perfecto según ellos, tú sabes, todo lo que un hombre puede tener, dinero, atractivo, inteligente y todo lo que te puedas imaginar.

—¿Entonces por qué no lo quisiste para tu vida si era el tipo perfecto?—me llamó la atención y más cuando se quedó viendo a través de la ventana hacia el mar.

—No había amor entre nosotros, Isa, en cambio con mi esposo era todo lo contrario, desde que lo miraba provocaba tantas cosas en mi, que ningún hombre en años lo pudo conseguir, con el me sentía viva, simplemente era yo misma. Pero había algo que nos mantuvo separados por un momento y es que el me ocultó algo...—se quedó callada por un momento, estaba entrando como en una especie de trance.

—¿Violeta?—pase mi mano frente a su cara.

—Lo siento, es que me pongo a pensar tantas cosas que he pasado con el que a veces me parece increíble que todavía esté con el, pero ¿sabes? A pesar de todas las cosas tristes que llegué a pasar con él ha valido la pena cada día y ahora mírame, soy una mujer muy feliz y segura de si misma, el me ha ayudado a salir adelante y eso es lo importante en una relación, no puedes estar con alguien solo por agradar a los demás o solo para mantener el estereotipo que es correcto o conveniente solo por ser "un buen partido" solo haz lo que tu corazón diga sin importar nada, la vida es de correr riesgos y que mejor correrlo con la persona que tanto amas.

Sus palabras me hicieron eco en mi cabeza, desde ese momento me di cuenta que todo este tiempo he estado huyendo de la verdad, aunque sabía la condición que estaba pasando con Harry y con su hijo, no podía negar el amor que sentía por el.

—¿Y si tuviera un hijo de por medio?—esa era una buena pregunta—¿hubieras seguido con el?

—Quizás en ese momento hubiera dudado, pero ahora que tenemos tantos años de vivir juntos me doy cuenta que eso no hubiera sido un obstáculo, siempre y cuando él no hubiera tenido nada con su ex, a veces también los hombres necesitan un poco de comprensión, se sienten presionados por solucionar los problemas que se deprimen al no sentir ese apoyo, por eso en una relación las cosas deben de ser mutuas, pero ¿a qué se debe tu pregunta?—frunció el ceño.

—No, por nada—sonreí para despistarla un poco. Me dirigí a las otras mesas para limpiarlas, me había quedado con las palabras de Violeta. ¿Tendría que perdonar a Harry? ¿estoy cometiendo un error al intentarme casar con Noah? ¿Qué debo de hacer? Tendría que pensar menos o de lo contrario me daría jaqueca.

HARRY

Antes de llegar a la casa pasé por una tienda para comprarme un poco de ropa, además quería comprarle algo a Isa para que me recordara a cada momento, pero aún no tenía idea de que le podría regalar, ella para los gustos era bastante sencilla, me gustaba esa parte de ella. Era muy diferente a todas las chicas que había conocido anteriormente, hasta yo me estaba convirtiendo en alguien sencillo.

—¿Me podría mostrar ese collar?—le dije al sujeto de la joyería.

—Claro que si, permítame—lo sacó de la caja, era muy hermoso, era un Jade muy brillante, creo que con esto quedaría más que perfecto para ella—¿lo llevará?

—Por supuesto que si—saqué mi tarjeta de crédito.

Estaba muy animado, parecía como si fuera la primera vez que iba a salir con alguien, no era para menos, en mi vida solo ganó una mujer y esa era ella.

—Jared, quiero que hoy te quedes cuidando la mansión, creo que nadie estará hoy y sabes que hemos estado viendo cosas en las cámaras últimamente—y si, se me había olvidado contarle eso a Isabella, hace quizás unas dos noches anteriores habíamos visto la cara con gorra rodando la mansión, le diría, pero hoy no.

—No se preocupe, señor, puede contar que no pasará nada si estoy yo—cargó su arma frente a mi.

—Jared—volví a ver hacia todos lados—no me gusta que hagas esas cosas dentro de la casa, podría verte Martha y se muere del susto.

—Lo siento.

Entré al cuarto a abrir las bolsas que traía de la tienda, estaba escribiendo una nota para meterla dentro de la caja del collar, creo que este tipo de cosas le deben de gustar a ella.

Para la mujer que tanto amo, aunque ella me rechace:

El día que te conocí

Tuve miedo a mirarte,

El día que te besé

Tuve miedo a quererte,

Y ahora que te amo

Tengo miedo a perderte.

No te conozco Harry Lee, ¿desde cuando eres tan cursi? Pues eso era lo que hacía esta mujer en mi, me hacía quererla a la antigua. Solo espero le termine gustando y no haga el ridiculo  con esto.

—¡Señor!—Martha golpeaba mi puerta—lo busca una persona que no creo que sea de su agrado—lo primero que se me vino a la mente fue: Helena.

—¿Helena?

—Sí.

Mierda.

—Ya salgo, dile que no tardo—guardé las cosas y bajé a la sala, no sabía qué quería, pero lo más probable es que buscaba como siempre dinero.

—Te estuve llamando, pero no me contestas, te mandé mensaje y tampoco, ¿Qué crees, Harry? Este niño no crece por arte de magia—estaba empezando a estresarme esta mujer—te he dicho muchas veces que con la mensualidad que me das ya no me está alcanzando, a medida que el niño crece va consumiendo más y parece que eso no te importa, así que no me iré de esta casa si no me das el dinero que necesito para las compras del bebé.

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