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Capitulo 4

No había vuelto a buscarla para hablar, y ella no le dedico ni un minuto para preguntar que era lo que quería hablar con ella, esa tarde que se encontraron en la calle, y huyó despavorida.

Así que un día fue a la tarde, sabiendo la hora exacta que salía Priss, decidió esperar. Había llevado planos para adelantar trabajo mientras esperaba, Estaba muy concentrado pero miraba a su alrededor de a ratos. La entrada de un hombre muy bien vestido, le llamó atención, el hombre Rubio de ojos claros, saludó a todos y entró en la oficina.

-Seguro debe ser el dueño- Dijo Alex con fastidio. Y unos minutos después salió Priss con una sonrisa radiante y muriendo de risa.

Alex sintió una leve punzada de celos. Se veía aún mas hermosa sonriendo, hacía dos meses que iba a verla todos los días y era la primera vez que la veia sonreir. Quizá ese hombre sea su novio, o algo así. Y sintió aún mas la ira correr por sus venas.

Al rato llegó una chica joven de veinte años, saludando a todos y causando un leve alboroto entre todos. Vió que Samy, había dejado todo para saludarla. Alex estaba mas concentrado en lo que ocurría en el lugar, que en su trabajo.

Priss estaba tan radiante y cuando se encontró con la joven, se saludaron y comenzaron a hablar aceleradamente. En un momento Priss miró hacia donde estaba sentado Alex, y éste al darse cuanta, volvió la mirada hacia sus planos.

-Que me pasa? parezco un idiota.- Se dijo a si mismo.

Luego salió Kevin de la oficina, y Emma sin vergüenza alguna fue a su encuentro y con un cálido abrazo, besó sus labios.

-Hola amor, no te esperaba.- Dijo Kevin con evidente felicidad.

-Nos liberaron antes de tiempo, ya no daba mas. Estoy agotada.-

-Quieres comer algo?-

Emma lo pensó unos segundos y dijo.

- Si, a ti.- y Rió sonoramente.

-Hay por dios, los odio cuando se ponen cursis, mejor me largo.- Dijo Priss saludando a Kevin y a Emma.

Alex observaba todo desde su mesa, sin dejar de sacarle la mirada a Priss, ella lo miró con descaro y cuando quiso caminar a la salida, kevin le dijo en un susurro.

-Veo que tienes un admirador, podrías aprovechar, para bajar la turbulencia de tus aguas.-

-Ni muerta, y menos con ese tipo. Me genera rechazo- Dijo Priss con enfado.

-Eres tu quien los rechaza, no te puedes hundir en el pasado mujer. Si no buscas alguien que te haga feliz, terminarás tan amargada como lo era yo.- Le dijo kevin con una sonrisa y tomando de la cintura a su novia.

- Preocúpate por tus asuntos. Eres un empresario, no cupido.- Dijo Priss marchando a paso firme por la puerta sin mirar hacia Alex.

Pero éste sin duda se sintió el mas idiota de todos, por que mientras el miraba a Priss que salía de MELODY, el grupo que estaba con ella, se quedó mirándolo a él, incluida Samy. Se sintió tan estúpido con las miradas clavadas en él, que quiso huir.

-Samy, me podrías traer la cuenta por favor?- Dijo Alex, con una sonrisa dudosa.

La fría mirada de Kevin lo intimidó. Y mas aún cuando éste se le acercó. La voz tan gruesa y aspera, no era la misma que hacía unos segundos. Cuando abrazó a la muchacha, su voz era cálida, y en ese momento parecía que quería matar a alguien.

-Buenas tardes, Soy Kevin El dueño de MELODY. Y usted es?...-

-Mucho gusto, Alexander.-

- Usted no es de aquí puedo notarlo por su acento. De donde es?- Dijo Kevin en tono frío y cortante.

-De New York. Estoy trabajando en unas construcciones por este radio y vivo en frente por ahora.- Dijo Alex con algo de temor.

- Yo también viví un tiempo y estudie en New York. Es usted arquitecto?-

-Así es señor, y por favor, le agradecería que me tuteara.- Dijo Alex algo más relajado.

-Me gustaría hablar contigo, podrías venir a mi oficina?- pregunto Kevin.

- Si, Por supuesto- Dijo volviendo a ponerse nervioso.

Cuando iban camino a la oficina lo presentó con Emma.

-Ella es Emma, mi prometida. A Samy seguro ya la conoces, y bueno, la mujer que prácticamente salió huyendo es Priscila. Mi amiga y administradora de MELODY.- Kevin volteó para hablar con Emma.- Quédate un rato más. Que Samy te haga compañía, mientra hablo con el muchacho, si?-

-Si te esperaré, pero no me quedaré mucho, Mañana tengo práctica en un hospital y debo madrugar, así que hoy me iré a dormir temprano.- dijo Emma agachando la cabeza con aire cansado.

En la oficina, Kevin lo invitó a sentarse. Le pregunto sobre toda su educación. Donde había estudiado, o en que tipo de construcciones se experimentaba. Alex le fue sincero, tenía dos construcciones a cargo y eran las primeras. Había sido ayudante de maestro mayor de obras. Pero no tenía ninguna experiencia.

A Kevin eso le bastó. Tenía planes de agrandar MELODY. Y sin dar más vueltas le pregunto.

-Que posibilidad hay, de que agrandes mi cafetería? Tenemos demasiados clientes y hay horas que mucha gente se queda afuera. Cuanto tiempo te llevará esas dos construcciones?-

Alex abrió los ojos sorprendido, Todo estaba saliendo a la perfección. Estar en MELODY sería mas fácil tener acceso a Priss.

-Supongo que la construcción terminará en seis meses, pero yo podría comenzar acá en dos meses. Debo sacarme de encima lo más pesado.-

- Está bien. Confío en ti. Cuando quieras, puedes ver las instalaciones, se que vienes más seguido por la mañana. Así que si no te molesta, podrías preguntarle a Priss cualquier duda. Yo le avisaré que tendrás acceso a todo el lugar.-

-A mi no me molestaría, al contrario, he querido acercarme a ella, pero me evita todo el tiempo- Dijo Alex sin una pizca de falsedad.

Estaba siendo totalmente sincero. Kevin le había caído muy bien.

-Bueno, podrías aprovechar la oportunidad. No será fácil, Priss ha tenido una muy mala experiencia en el amor. Ha sufrido demasiado y no quiere volver a pasar por lo mismo. Tendrás suerte si logras que por lo menos te salude con una sonrisa.- Le dijo Kevin retándolo a que lo intentara.

Y en Alex había despertado cierta curiosidad. Quería saber más de ella. Toda esa mujer era un misterio. Todo lo que Hanna le había contado de su hija, no parecía ser cierto. Hacía dos meses que estaba dando vueltas a su alrededor y no había encontrado ni rastro de la dulce y alegre Priscila de la que su madre había hablado.

-Será todo un reto. Pero haré hasta lo imposible por ganarme su corazón.- Dijo Alex con firmeza y seguro de si mismo.

A Kevin le causó gracia, y meneo la cabeza sin poder creerlo y dijo.

- Me gusta tu ánimo, Mucha suerte. . . La necesitarás.-

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