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Capitulo 5

Septiembre en la gran ciudad era hermoso. La primavera amenazaba en llegar cargada de calor. Alex estaba cada día más familiarizado con el lugar. Casi no extrañaba nada de New York.

Estaba trabajando muy bien. Tenía al mando dos construcciones, y ya tenía en vista algunas más, entre ellas, la renovación de MELODY.

La cafetería se había vuelto su lugar preferido, ahora no sólo iba a la mañana, si no también a la tarde.

Si bien a la mañana moría por ver a Priss, trataba de que la ansiedad no se notara.

Ella por su parte seguía distante, a penas lo saludaba con un gesto y eso le daba a Alex, más ganas de saber de esa mujer. Últimamente sus planes de venganza no era lo primero que pensaba cada día. Tenía mentalizado enamorar a Priscila, pero claramente iba a ser casi imposible.

Kevin no había hablado con Priss sobre el proyecto de remodelación, ni mucho menos que Alex sería el arquitecto a cargo. Kevin que siempre había sido duro y de carácter fuerte, sin miedo a nada, sólo algunas personas podían llegar a darle miedo y una de ellas era Priss. Aún no sabía como decírselo, ya que incontables veces, le había dicho que Alex no le caía bien.

-La semana que viene puedo comenzar a tomar medidas y elegir materiales para la remodelación. y será mejor venir a media mañana, ya que no hay tanta gente.- Dijo Alex y Kevin soltó aire diciendo.

- Entonces tendré que hablar con Priss.-

Kevin le había pedido a Alex que fuera al otro día para hablar con Priss. Ciertamente, Kevin tenia terror de enfrentarse a ella para decirle que el seria el arquitecto, debía estar con alguien para darle la noticia, si no quería resultar herido .

El martes Alex no había aparecido por MELODY en toda la mañana, y eso incomodo a Priss, tenia una ansiedad desgarradora de saber si le había pasado algo. Alex iba a desayunar todos los días, incluso cuando llovía torrencialmente.

Priscila, se sentía amenazada por sus sentimientos que estaban al borde de la locura. Lo ignoraba, no quería ni saludarlo, por que con solo ver su sonrisa, el podía acelerar su corazón, o simplemente hacer que dejara de funcionar y no podía permitirlo.

-Samy, sabes algo de Alexander?- Pregunto Priss, ya con los nervios a flor de piel tenía que saber de él.

-No ha venido en toda la mañana y es raro, quizá haya tenido que ir a alguna de las construcciones que tiene a cargo. Dudo mucho que le haya pasado algo, las malas noticias, son las que primero llegan.- Dijo Samy con una mínima sonrisa.

Todo en MELODY continuo normal, hasta que pasada las dos de la tarde, apareció Alex, con algunos planos y un bolso. Se lo notaba cansado, y con el rostro sin afeitar. Ese pequeño detalle podía volver loca a Priss, justo cuando el entraba a la cafetería, Priss estaba controlando unas facturas de proveedores en el mostrador.

Alex se acercó con la gracia de un felino y con una gran sonrisa al ver a Priss fuera de la oficina. No podía disimular lo bien que le hacía verla. Necesitaba verla todos los días, pero no quería presionarla, aunque su paciencia estaba llegando al limite.

- Hola Samy, me extrañaron hoy?. . . Priscila que gusto me da ver que has decidido salir de la cueva.- Dijo Alex sarcástico y por dentro pensó.

Samy se adelanto a contestar.

- Yo no lo he notado pero Priss si, ha preguntado por ti, estaba preocupada.- Priss la miro de tal forma que se sintió asesinada.

-No estaba preocupada, solo que no has venido, y es raro, por que aunque llueva, vienes igualmente. Pero estas aquí, eso quiere decir que no te paso nada.- Dijo mirándolo sin ninguna expresión en el rostro.

Penso Alex y luego dijo

- Estoy bien, no hay de que preocuparse, solo me quede adelantando algunas cosas, por que hoy tenía que tener la tarde libre. Kevin no llegó aún?-

-Él llega a las tres.- dijo Priss cortante.

-Esta bien, lo voy a esperar, mientras tanto necesito comer algo o voy a desmayarme. Samy podrías hacerme el milagro de pedirme una triple hamburguesa, con triple porción de papas fritas y por lo menos tres litros de agua.- Dijo con una gran sonrisa.

Samy reía a carcajadas, pero a Priss no le había causado gracia, le había molestado que no hubiera desayunado ni almorzado, el solo hecho de pensar que podía haberle pasado algo por no haber comido, la irritó.

- Que sea la última vez que te quedas sin desayunar y sin almorzar, eso es lo mas insano que puede haber. Podrías haberte desmayado en medio de la calle, eres un idiota.- Soltó Priss preocupada.

Comenzó a subirle un calor, hasta dejarle la sensación de que tenía las mejillas encendidas, casi muere de la vergüenza entonces se dió vuelta y se dirigió camino a la oficina.

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