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Capítulo 15: Él es inocente, ¿y tú también?

Las palabras de Rafael eran muy directas, Frida bajó la cabeza avergonzada.

-Lo sé...-

Al ver que su estado de ánimo bajó de repente, Rafael se dio cuenta de que se pasó un poco, - Sé que suena mal, pero señorita Frida, lo entiende, ¿verdad? En resumen, no debes mencionar lo que pasó hoy, o no podré salvarte.-

Después de decir esto, Rafael se marchó.

Frida lo entendía, no iba a mencionarlo.

Después de esperar 5 minutos más, tocó la puerta.

-Pasa.- la voz de Simón parecía un poco fría y un poco enojado.

Frida dudó un rato, empujó la puerta y entró.

Simón estaba al lado de la ventana de respaldas, mirando hacia abajo. Pensando en su tono frío, caminó hacia él en silencio.

Al ver Simón no hablaba, frunció su ceño y giró su silla de ruedas.

No esperaba que fuera Frida.

Simón frunció su ceño profundamente, -¿Para qué has venido?-

Frida levantó su cabeza y miró a Simón, -Yo, yo soy tu asistente.-

¿Acaso había olvidado todo lo ocurrido?

Al escuchar esto, Simón se burló, -Una asistente que no sabe ni preparar un café, ¿crees que lo necesito?-

Frida se mordió el labio y apretó su puño.

-Voy a esforzarme, no sé qué sabor te gusta. Dime uno.-

-Si te lo digo, ¿serás capaz de preparar uno de mi gusto?-

Frida asintió.

La sonrisa de Simón se volvió más burlona, -¿Tienes esta habilidad?-

Simón le dio una oportunidad, puso el café sobre el escritorio, -Como este sabor, solo te doy un intento.-

Frida miró la taza de café, la cogió y salió.

Simón giró su silla de ruedas hacia el escritorio, y empezó a leer un documento. Después de unos diez minutos, miró a la puerta.

No había ningún movimiento.

Esa mujer aún no regresó.

¿Se asustó y abandonó? ¿Una taza de café necesitaba 10 minutos?

Después de otros 10 minutos, aún no había ningún movimiento la puerta.

Simón frunció su ceño, ¿qué estaba haciendo? ¿Acaso le estaba tomando el pelo? ¿Salió sin decir nada con su taza de café?

Simón cerró el documento furiosamente, cuando iba a ver qué pasaba, escuchó los pasos provenientes de la puerta.

Frida entró ansiosamente, traía una taza de café. No se atrevió a mirar a Simón.

-Tardaste 20 minutos.-

Simón le habló fríamente y se burló.

Frida murmuró, – Pero no me diste un límite de tiempo .–

-¡Tú!- Simón estaba furioso, -¿Crees que tienes mucha razón?-

Frida no quería pelear con él y le dio una taza de café, -Pruébalo-

Inmediatamente el fuerte aroma de café llenó toda la oficina.

Oliendo esta fuerte fragancia, Simó encerró sus ojos.

-Sé que este café no será tan bueno como el tuyo, pero he hecho lo que he podido.- al ver que Simón no se movía, Frida le acercó el café.

Al principio, Simón no quería hacerle caso. Pero al ver la esperanza de su mirada, inexplicablemente, lo aceptó.

Después de tomar un sorbo, la mirada de Simón se volvió más peligrosas.

Frida sintió el cambio de Simón y retrocedió de inmediato, le miró con miedo.

-¿De qué te escondes? -Simón levantó la ceja y la miró disgustado, -¿Temes que te lance el café?-

Frida no respondió.

Parecía que le adivinó de nuevo el pensamiento.

Simón probó el café de nuevo, y le devolvió la taza. Frida se apresuró a cogerlo, con cautela le preguntó, -¿Qué, qué te parece?-

Simón miró incómodamente a otro lado, y dijo, -Pasas por poco.-

Al escucharlo, Frida se sintió muy feliz y sonrió, -¿De verdad? ¿Entonces puedo quedarme?-

Esta voz alegre…

Simón le miró, desde el primer día que vino a la familia Fleixa había estado asustada. Era obvia que temía mucho de la vida de la familia Fleixa. Pero hoy de repente mostró una sonrisa, hizo sus ojos brillar.

Parecía que algo filtró en el corazón de Simón, se sintió un poco molesto inexplicable.

Simón tiró de su corbata y dijo, -¿He dicho que puedes quedarte? ¿Qué vas a hacer con el bebé?-

Simón mencionó el tema del bebé y Frida se puso pálida.

-¿No hablas? ¿Parece que quieres quedártelo?

Frida lo miró de repente, y dijo, -¿Tienes que ser tan cruel? ¡Él es inocente!-

Simón se rio burlonamente, -Él es inocente, ¿y tú también? Si supiera que su madre es una mujer vanidosa, creo que se arrepentirá de haber venido a este mundo-

Las palabras crueles hirieron a Frida profundamente..

-Tú…-

¡Se había pasado!

-Desde el día en que me casé contigo en lugar de Liliana, me etiquetaste como una persona mala y vanidosa, ¿verdad?-

-No, falta una-

-¿Qué?- Frida se sorprendió.

-Sin vergüenza y descarada.-

-En resumen, él es inocente, por favor… dame una oportunidad.- Frida estaba tan desvergonzada que ni podía levantar su cabeza. No podía decirle la verdad a este hombre, ¡sólo podía rogarle!

Simón la miró como si estuviera mirando a una muerta, ni quería hablar con ella.

-Después de dos días, si el bebé sigue vivo, lo haré yo mismo.-

***

El tiempo pasó volando, dos días después.

Frida no fue al hospital a abortar el bebé, porque Sofía le dijo que primero tranquilizara a Simón, ella iría a buscar al doctor para ver si tenía otro remedio para abortar al bebé sin perjudicar a Frida.

Pero Frida, nunca quiso abortarlo.

¡Quería quedárselo!

Después de saber sus pensamientos, Sofía dijo que estaba loca.

Frida estaba muy tranquila, -No estoy loca, quiero quedármelo, ¡es una vida que nació de mi vientre!-

-Pero no tiene padre, ¿estás loca? Además, ¿acaso la familia Fleixa te permitirá que te lo quedes? La familia Fleixa, es una familia prestigiosa y grande.-

Sí, eso era un problema muy serio.

Frida tapó su vientre, tenía una mirada triste.

-Pensaré en una solución.-

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