1 - 2
—Si—negué con la cabeza—ahora que esa cosa se introduce en la tierra no tenemos idea de donde será su próximo ataque.
Enseguida vi que esa rosa flotaba detrás de la espalda de Astrid.
—Hazte a un lado—la tire y me coloque de frente al ver que esa cosa la atacaría—Que... es esto—mire en mi pecho y esa rosa estaba penetrandome poco a poco hasta que logró introducirse en mi interior.
ASTRID
El cuerpo de Katsuro cayó al suelo y Pavard empezaba a reír una y otra vez.
—¿Qué es lo divertido que encuentras en todo esto?—lo fulmine con mi mirada. Me dirigí al cuerpo de Katsuro para auxiliarlo, pero este no reaccionaba.
—katsuro—lo zarandeaba—por favor no mueras—una lagrima rodó por mi mejilla—por favor no mueras.
—El no ha muerto, niña—Pavard chasqueó sus dedos y enseguida Katsuro había despertado.
—Katsuro no estás muerto—sonríe aliviada, lo tome del brazo para levantarlo, pero sus ojos eran diferente. Su mirada era fría y muerta. Ni siquiera respondió a mi llamado.
—Qué ingenua que eres—reía y reía—él está ahora bajo mi control. Ven acá Katsuro—le ordeno y enseguida camino lentamente hacia el, actuaba como un robot. Ni siquiera reaccionaba a lo que estaba ocurriendo en el exterior.
JAMES
—¿Qué haces acá Steve?—le pregunté mientras el se colocaba al frente.
—Me enviaron desde la dimensión central especialmente el Dark Wolfpack, también vine con otros tres justicieros más, esta es una misión del escuadrón once así que hazte a un lado—se colocó frente a mi y desenvaino su espada.
—Perfecto—dijo el muñeco de metal—vinieron más invitados, amo Marck—se miraba ansioso por luchar contra Steve.
—Estupido muñeco—sentenció Steve—no tienes idea con quien te estás metiendo, no soy como el débil de James—ataco con su espada.
El muñeco empezó a deformar balas de cañón hacia el, su brazo había tomado la forma de un cañón.
—Esto no te será suficiente—Steve se defendió con su espada. Luego de esquivar dos balas lo atacó, pero su espada no infringía daño por la forma en que era ese muñeco—veo que también eres resistente a mi espada.
—Tu también eres fuerte—le respondió con alegria—así mismo me gustan los oponentes—volvió a atacarlo con otras dos balas seguidas.
Steve esta vez retrocedió un poco, las balas de cañón eran más grandes que antes.
—Si así lo quieres esta bien—Steve hizo transformar su espada en una espada con una forma diferente. Tenía la forma de un rayo—¡sentirás mi poder!—lo atacó y esta vez pudo mutilaron su brazo.
—¡No!—grito de dolor—maldito seas.
—Te dije que no sabías con quien te meterías—Steve presumió enganchando su espada al hombro.
Pero ese muñeco había sonreído tímidamente.
—Qué mala suerte la tuya que tengo el poder de regenerarme—el brazo que estaba en el suelo empezó a flotar, poco a poco sus partículas se fueron adhiriendo hasta lograr que su brazo estuviera completamente formado—esta pelea sin duda será una en la cual nos entretengamos mucho—hizo estiramientos en su cuello—tu expresión en la cara es un estimulánte para mi—lamió uno de sus brazos. Enseguida empezó a disparar más balas de cañones contra Steve, pero este se defendía muy bien con su espada.
Cada bala de cañón que expulsaba regresaba a su cuerpo para adherirse nuevamente, pero esta vez había pasado algo diferente.
—¿Qué?—se sorprendió—siento que mi cuerpo está más pesado.
—Eso es lo la habilidad de mi espada—Steve sonreia—por si no te has dado cuenta lo espada tiene el poder de poner las cosas el triple de pesado lo cual para ti es una gran desventaja ya que todo tu cuerpo está conformado por metal. ¡James!—se dirigió a mi—es hora que ustedes huyan de acá, yo me encargaré de esto.
—Está bien—tome el cuerpo de Harry—tendré que llevarlo donde Lakai para que dañe sus heridas—hice el amago para salir, pero Marck estaba frente a mi—quítate de mi camino—lo sentencié con mi espada.
—¿Sino que?—me retó con su cuerpo desarmado—¿crees que porque no tengo una espada como tú puedes vencerme?—tomó una viga de metal y la empezó a lanzar como una espada hacia a mi.
¿Cómo puede ser tan fuerte? Si tan solo esta utilizando su fuerza bruta.
—¿Sorprendido?—fanfarroneó—lo que ves frente a tus ojos es la fuerza en su maximo potencial de un humano—tomó de mi cuello y me impactó sobre el pavimento, su fuerza era grande que había hecho añicos el suelo con mi espalda—deberías de saber qué nosotros los Volt tenemos una fuerza que va más allá de tu imaginación.
STEVE
—Estoy harto de tus juegos—el muñeco me atacó con una bala de cañón, pero pude saltar cayendo a su lado contrario, esta vez giro y me volvió a impactar con otra bala.
—¿Qué no te casas de fallar en tus ataques?—provoqué su ira—aunque intentes hacer todo lo que quieras siempre serás muy lento para mi.
—¿Eso crees? Mira—lanzó un látigo el cual envolvió mi espada a lo largo—ya que esa maldita espada es la que me está generando problemas creo que me la quedaré—forcejeábamos.
JAMES
—Ahora solo tengo que esperar que dejes de respirar—Marck me tenía agarrado del cuello, me estaba asfixiando y poco a poco sentía que el aire me estaba faltando.
En medio de mi desespero logré impactar el pecho de Marck con una patada y me pude soltar de su agarre. Al instante caí de rodillas y empecé a toser como un perro.
—Vaya... pensé que aún no te quedaban fuerzas, pero veo que aún tienes algo que ofrecerme—se acercó para volver a tomarme—¡no puede ser!—se quedó estático como si al tal había visto un fantasma.
—¿Qué te pasa?—frunci el ceño.
—Solamente te pareces mucho al chico que una vez tuve como mi discípulo, sabes—su rostro había cambiado—he vivido lo suficiente como para ver crecer a las personas y morir, todo el la vida es un ciclo y lo más triste es que estas manos terminan de arruinarlo todo—se quedó viendo las palmas de sus manos.
De pronto escúchanos un lamento.
—¡No! Es mi muñeco—corrió para auxiliarlo, el estaba en el suelo y no podía moverse.
—Lo siento mucho amo, pero ese sujeto tiene una espada que me vuelve más pesado de lo normal—se quejaba—debí haber sido más prevenido, por favor lo siento mucho—insistía.
—No te preocupes, hiciste un buen trabajo—sacó su amuleto y el muñeco se introdujo en el—ambos están muy jóvenes para morir en esta vida—nos dio la espalda—me tengo que ir.
—Oye, espera—intente detenerlo—no me digas que ya te vas a rendir—tome mi espada aún tambaleándome, quería decir la batalla, pero mi cuerpo no ayudaba mucho que digamos.
—Déjalo que se marche—Steve estaba a mi lado.
—En la vida hay muchas cosas que hacer antes de morir, James, a veces no es tan Bueno correr, tan solo disfruta también del viaje—seguía caminando entre las sombras.
—Regresa acá, anciano—le grite tratando de provocarlo, pero fue inútil.
ASTRID
—¿Me puedes explicar que está pasando acá?—katsuro seguía caminando hacia Pavard.
—Hola asistente—le dijo—¿te gustaría trabajar para mi? Tengo algunas misiones que podrían interesarte.
—Si quiero trabajar contigo—respondió Katsuro como si fuese un robot.
—Entonces lo primero que tienes que hacer es atacar a esa chica—me señaló.
—No lo hagas—di unos cuantos pasos hacia atrás—tu no eres así Katsuro, no eres un asesino, te está utilizando—mi espalda chocó con una pared sintiéndome acorralada. Enseguida Katsuro me asfixiaba con gran fuerza—¡por favor suéltame!—imploraba por mi vida—te lo suplico, forcejaba pero era imposible, los brazos de Katsuro eran más fornidos que los míos—¡no!—grite—me terminarás matando—una lágrima rodo por mis mejillas, mis pies se alejaban del suelo y mi vida estaba a punto de desvanecerme en manos de alguien que consideraba mi amigo.
Pavard sonreia como un loco viendo la escena.
