03.- Llamadas.

Evita estar pensando, solo se dedica en mantenerse ocupada en el trabajo al ser que se encuentra en las calles de Paris.

Con ciertos atuendos para la sesión de fotos, para una revista para después volver al carro he ir a la empresa.

—Te veo diferente. —dice una de las modelos a Lara.

—En serio.

—Tienes un brillo diferente en los ojos.

Lara solo escucha los comentarios de sus compañeras, que solo responde cortantemente para no atraer mucha atención.

No quería ni pensar sobre su cita con el doctor, y los resultados de estar posiblemente embarazada y quizás las semanas, o días que lo está.

Su trabajo la ayudaba a tener la mente tranquila.

Menos decir su nombre, porque haciendo cálculos recordando la fiesta del aniversario en aquel hotel, y tener una noche de amor solo sacude la cabeza para no pensar en él.

—Señor Dimitri. —dijo Diana al contestar el teléfono.

—Hola Diana ¿cómo está mi hermana? —pregunto Dimitri.

—Bien señor ocupada.

—He intentado llamarla, pero ella no me contesta dime Diana sucede algo.

—Nada señor Dimitri, como se lo dije su hermana se encuentra ocupada con el trabajo.

—Por favor dile que me llame.

—Sí señor se lo diré.

Así fue que la llamada termino.

Diana volvió con Lara, quien se encuentra arreglándose ya que iban de salida del trabajo, había acabado su horario escucha a su asistente hablarle sobre ir a la fiesta en casa de Sofía.

—Entiendo Diana, vayamos a comer.

Así fue que salieron directo para el auto, ya su chofer las llevo al restaurante que siempre agradaba ir a ella, a lo que las atendieron rápido.

—Me habías dicho que mi hermano te llamo.

—Si pregunto por usted y pidió que lo llamara, ya que no ha contestado sus llamadas.

—Está bien bueno. —dijo Lara, al mirar la hora en su reloj.

Viendo que podría ir a casa un rato, ya que la fiesta de Sofía una amiga y compañera, que no ha visto por algún tiempo y tal vez vea a Patricio, ya que han estado hablando por mensaje.

—Bueno, asistiré a esa fiesta y tomate el día.

Diana no estaba segura de dejar sola a Lara, al ser que desde hace días que habían ido a la cita del doctor, ella no ha sido la misma a lo que se atrevió a decir:

—Puedo acompañarla.

—Gracias, pero estaré bien.

No hablaron más del tema, a lo que tranquilamente terminaron de comer para salir y volver a casa.

Lara y Diana viven en los mismos departamentos del mismo edificio.

Una vez ya en su departamento, prefirió ir a dormir un poco dejando la alarma del despertador, para no llegar tarde a esa fiesta elegante.

—Has hablado con tu hermana.

Dimitri se encontraba hablando con su padre, quien ninguno de los dos, ha sabido nada de ella.

—No, me dijo Diana que ella está bien y la conoces papá, se dedica al cien por ciento a su carrera.

—Lo sé, pero la última vez que hable con ella, le pedí que fuera más sociable, que no se cerrara en ella misma.

—Entiendo papá. —responde Dimitri.

El miedo de ellos dos es que Lara, no tuviera tanta soledad y se dedicara solo al trabajo, ambos querían que disfrutara más la vida.

Porque desde que su madre murió, cambio mucho a lo que, desde ese momento, se centró en el trabajo y nada más siendo antes ella una joven feliz y sociable.

—Tu hermana aun es novia de Matías.

—No, no lo sé, ella no me ha dicho nada de que hayan terminado su relación.

—Y con su amigo Patricio.

—Pato está también en Paris, me parece que hoy se verían en la fiesta de Sofía.

—Sí, si la recuerdo a parte sabes si viajara a Madrid.

—Me parece que sí, porque tiene que presentarse en algún evento de la compañía en el que trabaja.

—Si.

Solo eso dijo.

—Papá ¿qué sucede?

—No sé si lo sepas, pero hace ya que Leo se casó con la modelo Viridiana Castro.

—Creo que algo escuche de eso ¿por qué? —pregunto.

—Sabes que tu hermana está muy enamorada de él, y no quiero que Lara.

—No, no ella no lo está.

Su padre solo asiente sin mencionar algo más, porque Dimitri no vio lo que él había visto la noche de la fiesta en el hotel.

—Debes ir a Paris a ver a tu hermana.

Cuando acababa de decir esto, el celular de Dimitri había sonado él revisa quien lo llama.

—Es ella papá.

—Dame el teléfono.

—Papá. —dijo ella al escuchar su voz.

—Hola nena ¿cómo estás?

—Bien papá, estás con Dimitri.

—Si hija, pero dime cuando vuelves a casa.

—No lo sé aún tengo trabajo en Paris, y sabes que iré a Madrid, tal vez después vaya, pero papá estás bien sucedió algo o son las tías.

—No, no estoy bien cariño, me alegra saber que vendrás pronto.

—Si papá me pasas a Dimitri.

—Sí, sí.

—Lara.

—Estás en casa de papá.

—Si viene a verlo ¿cómo estás?

—Bien que sucede con papá, lo noto preocupado.

—No ya sabes cómo es, siempre se preocupa por ti.

—Sí, sí y bueno, dime querías decirme algo ya que Diana me dijo que te llamara.

—Bueno como no contestas mis llamadas.

—Si perdón he estado en el trabajo, y ahora que veo debo cortar porque asistiré a la fiesta de Sofía, ya que Patricio vino por mí.

—Dale mis saludos igual de papá.

—Si te llamo después.

Se despidieron en ese momento, Lara colgó el móvil y salió de su cuarto, ya que su amigo Patricio la esperaba.

—Nos vamos.

—Si.

—Mi hermano y mi papá te mandan saludos.

—Hablaste con ellos.

—Si.

Lara iba en el auto de su amigo Patricio, así fue que mientras platicaban él manejaba no sabía identificar, pero su amiga se veía diferente a lo que pregunto:

—Te encuentras ¿bien?

—Si ¿por qué?

—No sé volviste a tomar esa terrible dieta de nuevo.

—No.

Patricio voltea a verla.

—En serio.

Él solo sintió, ya que llegarían a la fiesta bajaron y se dirigieron a la puerta, donde los recibieron al ser que ya había comenzado.

Ambos saludaron a algunas personas, hasta que vieron y saludaron a Sofía, otra pelirroja como Lara se encontraban emocionadas al abrazarse.

La fiesta marcho normal y agradable entre risas, bebidas y demás, Patricio se mantenía cerca de su amiga.

Cuando aparecieron otras amigas con sus esposos y una que otras embarazadas, intento evitar sentirse atraída a esas conversaciones.

Solo volteaba hacia su amigo, bebiendo una soda.