Capítulo 3

La lista de lugares a los que Lien quería conocer, era larguísima y no le alcanzaría ni el tiempo ni el dinero para visitar todo. No ganaba fortuna en la compañía para la cual se desempeñaba como administrativa, pero había ahorrado una buena suma para comprar una hermosa casa con su supuesto futuro esposo, lo cual ya había quedado en la nada y lo recordó con amargura.

-Idiota... Hasta te iba a facilitar la compra de una casa y tu decidiste meterte entre las piernas de otra. Mira lo que hago con todos mis planes contigo.- Dijo Lien tomando su celular para sacarse una foto y subirla a Facebook.

"¡Mientras sigan creyendo que soy débil, seguiré haciéndome fuerte... Inglaterra muéstrame todo lo que tienes para mí!!!" Agregó al pie de la foto que se había tomado en el balcón de la casa.

Había tanto por recorrer y conocer que ni siquiera sabía por dónde empezar. Creía que ir primero a los lugares más lejanos sería una mejor idea, pero decidió primero conocer los sitios más cercanos. Aunque tenía una cierta desesperación por conocer Londres, la ciudad icono de las novelas históricas que siempre leía, trato de calmar su ansiedad. La ciudad de Birmingham tenía muchos lugares turísticos así que comenzó por allí mismo.

Siete y cuarenta y cinco de la mañana salió de la casa con una mochila y su celular en mano. Luego de cerrar la puerta, bajó los escalones de la entrada omitiendo el último escalón con un salto. Sin tener en cuenta la gente que estaba pasando por allí, trastabilló perdiendo el equilibrio y chocando con un cuerpo sólido y alto. Olía muy bien, no solo a una deliciosa colonia masculina, sino a la ropa lavada y rociada con algún perfume para telas, aun así, también se podía sentir un lejano aroma a tabaco.

-Hay lo siento, lo siento. No era mi intención, es que...- Se quedó muda al ver que el hombre era el mismo del día anterior, al que había golpeado con su libro.- Tu de nuevo?- Soltó Lien sorprendida sin soltarlo.

- You're trying to get my attention and you're doing it. (Estás tratando de llamar mi atención y lo estas logrando.)- Soltó el hombre con una sonrisa.

- Wait please... Podrías hablar más lento... speak slower? - Dijo Lien sin entender lo que había dicho aquel hombre con esa sonrisa tan seductora. Pero este solo volvió a Sonreír.

- I'm Dominic Bennet and I live next door. - Respondió señalando el edificio de al lado.

-Dominic Bennet y vives al lado? - Dijo descifrando lo que había dicho Dominic y rápidamente buscó el traductor en su celular. - Ok, I'm Lien Scott from Mexico. I'm on vacation. Es un placer Dominic. It is a pleasure.- Concluyo estirando su mano a modo de presentación.

Dominic apretó su mano con firmeza y delicadeza a la vez, la sostuvo unos largos segundos mientras se perdía en sus ojos color café. Lien había despertado en Dominic algún tipo de sentimiento que había creído desaparecido en su ser. Sentía ganas de hacer cosas que hace tiempo no hacía, como querer abrazarla, sentir su aroma, conocerla más allá de la casualidad del encuentro. Volvió a sonreír dándose cuenta que ya había sobrepasado el límite normal de un buen apretón de mano y la soltó con la misma delicadeza con la que la había sostenido.

-El placer es mío. - Soltó Dominic dejando a Lien totalmente desconcertada.

Pensó ella sin poder creerlo mientras el ramalazo de placer que provocó el cálido contacto comenzaba a cesar.

- Tengo amigos mexicanos. - Fue su respuesta y se despidió. Aunque su acento era algo torpe, se le entendía muy bien.

Aquel hombre ciertamente era precioso, muy lejano a como era Leo. Dominic, era un hombre que llamaba la atención por sus rasgos faciales. La barba de varios días que lucía parecía lo bastante áspera como para lijar madera. Tenía una manera delicada de tratar, de hablar y hasta de mirar. Se vestía muy bien y aunque quizá era la vestimenta que debía llevar a su trabajo o a donde fuera que iba cada mañana, tenía la sensación de que era un hombre tranquilo, tanto como para vestirse como en su forma de ser. Lien suspiro mientras lo veía caminar, concentrando su mirada en su trasero. Sonrió picara al darse cuenta el descaro, pero Dominic se giró para verla nuevamente y esta solo se sonrojo de vergüenza y soltó una sonrisa de diversión cargada de ansiedad o emoción. Algo que le dejó una rara sensación en el estómago.

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