Capítulo 15

Los invitados que estaban cerca de Leah se escandalizaron al oírla llamar Selena a aquella hermosa mujer.

«¿Selena? ¿Selena Riddle? ¿La segunda hija de la familia Riddle? ¿No la acaban de echar por haberle puesto los cuernos a su prometido, Dominic? ¿Cómo es posible que aparezca aquí?»

Como se quedaron demasiado asombrados, tardaron mucho en recuperarse.

Los que estaban lejos, sin conocer la identidad de Selena, murmuraban:

—¿Quién es esa señorita tan hermosa? ¿No estarían todos los hombres de Creephia locos por su belleza?

—Leah me parecía guapa, pero en comparación con esta señorita, Leah es regular.

—¿Es Leah estúpida? ¿Cómo se atreve a acercarse a ella cuando no es tan guapa como ella? ¿Por qué se humilla a sí misma?

—Pensé que Leah era buena al principio, pero cuando estuvo frente a esa dama, se volvió muy regular. Esa dama es como una princesa sobresaliente, y Leah, una sirvienta cualquiera.

Leah oyó los murmullos y apretó los puños con tanta fuerza que las uñas se clavaron en las palmas, apenas era capaz de reprimir su ira y mantener la compostura.

¡Odiaba que le dijeran que era inferior a Selena!

Aunque Dominic ya conocía la belleza natural de Selena, aún se sorprendió al verla de pie en el salón.

Cuando Dominic se había encontrado con Selena, ella tenía la frente vendada y su rostro estaba enfermizamente pálido, pero hoy tenía las mejillas sonrosadas, estaba maquillada y adornada, y caminaba despacio, con un esplendor que superaba al de cualquiera señorita de la clase alta de Creephia.

La señora Walson no se sorprendió tanto. Mirando los ojos desconcertados de su hijo, se mofó:

—Ya te dije que Selena no es inferior a Leah.

Dominic hizo caso omiso de las burlas de su madre y se volvió para bajar las escaleras.

Selena contempló por un momento la mirada celosa de Leah, esbozó una sonrisa de desdén y se mofó:

—Mira, no tengo que hacer nada, y tú eres ignorada.

Al terminar de hablar, Selena empujó fuertemente a Leah para entrar.

Y justo en ese momento, Leah la agarró de repente de la muñeca, y le dijo cariñosamente:

—Selena, sé que estaba equivocada. Me alegro de que hayas venido hoy.

Al mismo tiempo, echó su mano con largas uñas hacia el pecho de Selena. Ella quería quitarle el zafiro.

Lo que Leah no podía obtener, ¡prefería destruirlo antes que dejárselo a Selena!

Selena, que estaba preparada, la esquivó ágilmente, levantó la mano y abofeteó con fuerza a Leah frente a todos.

Su rostro se inclinó hacia un lado por el golpe y sus ojos se abrieron de par en par, como si no pudiera creer que Selena se atreviera a golpearla en esa ocasión.

Leah reaccionó con extrema rapidez y, con una inclinación, se dispuso a caer al suelo.

Pero antes de que pudiera empezar a actuar, ¡un fino tacón pisó con fuerza el dorso de su pie!

—¡¡¡Ah!!!

Leah soltó un grito miserable, y perdió su centro de gravedad, cayéndose sobre una torre de vino que estaba apilaba al lado.

Se oyó un fuerte estruendo, y las copas llenas de champán cayeron y se hicieron añicos.

Leah yacía de espaldas sobre un montón de cristales rotos, con la falda larga mojada por el licor y se veía muy lamentable. Estaba cubierta de moretones y temblaba de rabia, mirando fijamente a la alfombra roja, con los ojos llenos de crueldad.

«Selena, ¡no te dejaré ir fácilmente!»

Todos los que presenciaron la escena se quedaron paralizados, estaban demasiado sorprendidos para hablar.

Selena, con una sonrisa, miró a Leah en el suelo y dijo sarcásticamente:

—Has estado usando los mismos trucos durante todo estos años sin ninguna novedad. Ya estoy harta de tu actuación sin cambios...

De repente, dos voces sorprendidas y enfadadas sonaron al mismo tiempo:

—Leah, ¡¿estás bien?!

Molly y Dominic, una desde el otro lado del salón y el otro desde la escalera, se acercaron a Leah corriendo.

Dominic ayudó a Leah a levantarse del suelo, vio que estaba hecha un desastre y que tenía la cara pálida y dolorida, y le dijo enfadado a Selena:

—¡Selena, no te pases!

Molly maldijo enojada:

—¡Bastarda!

Luego levantó la mano con la intención de abofetear a Selena, pero esta última retrocedió y el golpe falló.

Selena se puso un poco molesta y habló en un tono severo:

—Molly, soy la única hija legítima de la familia Riddle. ¡¿Cómo te atreves a insultarme en público llamándome «bastarda»?! ¡Tu hija es la bastarda, no yo!

Molly se puso muy furiosa y estaba a punto de regañarle a Selena cuando de repente Leah la cogió de la mano.

—Mamá, me caí por accidente. No es culpa de Selena.

Dicho esto, ella se puso de pie, soportando el dolor, luego apartó a Dominic, sonrió tolerantemente a Selena y con los ojos llenos de lágrimas, dijo:

—Selena, me alegro mucho de verte aquí.

Esta era Leah, siempre con cara de hipócrita.

Selena hizo una mueca y dijo:

—Pero no quiero ver tu cara hipócrita y fea en absoluto. No estaría aquí si Dominic no hubiera corrido a la entrada del Grupo Olympus y me lo hubiera suplicado.

Ante esas palabras, las caras de Leah y Dominic se pusieron muy feas.

Los demás presentes se recuperaron por fin de su asombro.

—¿Es Selena Riddle? ¿La segunda hija de la familia Riddle? ¿No decían que era fea?

—¡Caramba! Realmente es la estúpida hija de esa legendaria familia Riddle.

—¡Bah! No importa lo guapa que sea, ¡no puede ocultar su naturaleza viciosa!

—No puede ser tan ingenua como para pensar que la familia Walson aún la reconocería como nuera, ¿verdad? Si yo fuera ella, habría saltado de un edificio. Una mujer tan desvergonzada como ella no es digna de vivir en este mundo.

—Se dice que tuvo aventuras con varios hombres al mismo tiempo, y fue fotografiada, por eso Dominic rompió su compromiso con ella. ¡Qué mujer tan indecente!

Al ver que Leah seguía siendo tan generosa y bondadosa después de sufrir tantas humillaciones de Selena, un odio profundo a Selena surgió dentro de Dominic al instante. Él le echó una mirada de desprecio a Selena y gritó furioso:

—¡Discúlpate con Leah ahora mismo!