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Capítulo 2.

Me di otra palmada en la frente, negué con la cabeza y exhalé. Fui al armario y rápidamente me puse otra prenda. Luego, me perfumé antes de salir de la habitación.

Todos ya estaban en la mesa, comiendo. No éramos la familia que siempre esperaba a que todos estuvieran presentes para comer. No. Servimos la comida y comemos cuando estamos listos.

Simon casi había terminado su comida y estaba tratando de sacar el pollo del plato de su hermana gemela, Sarah, y ella le golpeaba los dedos con el tenedor.

—¿Estás preparado para tu último examen el lunes? —preguntó papá mientras se limpiaba la boca con una servilleta. Mamá levantó la vista de la comida y me miró, visiblemente interesada en el tema.

Perfecto. Esta era la oportunidad que necesitaba.

—Sí , pero hay algunas cosas que no entiendo —mentí— . ¿ Puedo ir a casa de Jenny? ¿Para que estudiemos juntas? Será como una pijamada. Por favooooor —supliqué .

—No , Jenny te distraerá —respondió mamá negando levemente con la cabeza. Sin embargo, no lo decía con mala intención. Jenny también era una chica lista y, si no fuéramos mejores amigas, seríamos enemigas peleándonos por el primer puesto de la clase. Simplemente, Jenny y yo podíamos ser muy poco serias cuando estábamos juntas.

—Pero mamá —me quejé, haciendo pucheros, y luego giré la cabeza para mirar a papá—. Papá , dile que es buena idea ir a estudiar a casa de Jenny. Ella entiende lo que yo no, y estoy segura de que ninguno de los dos quiere que fracase solo porque no me dejaste ir a estudiar a casa de mi mejor amiga —murmuré .

Mi madre me miró con los ojos entrecerrados y luego miró a mi padre, quien simplemente se encogió de hombros. Dejó caer los hombros. —De acuerdo. Pero quiero que vuelvas a casa mañana a más tardar a las 10:00 .

- ¿ En serio? - pregunté, con la emoción creciendo dentro de mí.

Ella me miró con los ojos entrecerrados. - No me hagas cambiar de opinión. -

Chillé mientras saltaba del sofá y corrí a mi habitación para empacar todas las cosas que necesitaría.

El punto de vista de Barbara

Llamé a la puerta de la casa de Jenny una vez y esperé pacientemente a que viniera a abrir. Tardó un rato en abrir. En cuanto lo hizo, se dio la vuelta y empezó a caminar lentamente hacia las escaleras.

—Eh ... ¿qué te pasa? —pregunté con una ceja levantada al entrar y cerrar la puerta. Era evidente que algo le pasaba... o simplemente se despertó. Probablemente esa era la mejor opción.

—Solo … cállate, estoy intentando dormir bien —murmuró mientras subía las escaleras con dificultad. Puse los ojos en blanco. Claro que solo actuaba así porque acababa de despertarse.

—Quizás debería volver a casa si estás tan disgustado con mi presencia —bromeé , fingiendo molestia mientras giraba sobre mis talones y comenzaba a caminar hacia la puerta.

—¡Dios mío! ¿Ni siquiera puedes jugar un rato? —se quejó—. Bien . Lo siento. Sabes que me alegra tu presencia. No te vayas —dijo con voz robótica.

Me reí entre dientes y negué con la cabeza mientras me daba la vuelta y caminaba hacia el sofá, dejando caer mi bolso. Ella se desplomó en el sofá frente a mí y hundió la cara en la almohada. Soltó un grito dramático.

Puse los ojos en blanco, pero me reí entre dientes. Jenny era de las que se sobredramatizaban y ya me había acostumbrado. Ni siquiera le pediría otra mejor amiga. Y hasta disfrutaba de sus travesuras dramáticas la mayor parte del tiempo.

—¿Por qué no me llamaste para decirme que seguías viniendo? —gimió— . No me habría acostado. Y ahora me has arruinado el sueño .

Me burlé, levantando una ceja. - No pensé que estarías dormido a las... - Hice una pausa para mirar la hora en mi teléfono. - ¿ pm? -

—Estaba durmiendo la siesta. No esperaba que vinieras —respondió ella encogiéndose de hombros con indiferencia.

- ¿ Por qué no? – pregunté levantando una ceja.

-Porque sí -respondió ella-. No parecía que fueras a preguntarle a tus padres .

—Sí , bueno, mamá se opuso al principio —respondí— . Logré convencerla. Bueno, quizá manipularla un poco. Pero funcionó de todas formas y ahora estoy aquí. ¿ Cuándo nos vamos?

El rostro de Jenny se iluminó al instante. Siempre ha sido, y siempre será, una defensora de hacer cosas malas. Como lo que estábamos a punto de hacer. Me sonrió. —No sé... supongo, ¿ un mensaje privado?

—¿Tus padres no se enterarán de que salimos a esas horas de la noche? Creí que uno de tus vecinos era como un espía de tus padres —pregunté, y ella asintió.

—Sí , pero ya le dije que íbamos a pasar una pijamada leyendo en casa de Verónica. —Me dedicó una sonrisa traviesa. La miré con una ceja enarcada.

- ¿ Quién es Verónica? - pregunté.

—Nadie —exclamó y se echó a reír. Negué con la cabeza .

—¿Cómo vamos a llevarme al club de todos modos? —le pregunté—. ¿ Estás segura de que deberíamos ir ?

—Eh . ¡Claro! Después de esto, puede que no tengamos la oportunidad de volver —dijo , levantándose del sofá y corriendo a sentarse a mi lado—. El lunes es nuestro último examen del instituto. No tendrías excusa para venir a pasar la noche conmigo o lo que sea. Y además, mi madre me va a pagar el viaje de vuelta en cuanto terminen los exámenes. Tus padres saben que no tienes más amigos que yo, así que eso significa que probablemente no tendremos la oportunidad de volver a hacer esto .

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