Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 8.

Estaciono mi auto y entro al gimnasio. Empaco todo y luego escucho la puerta abrirse.

- Lia: Yasmin - Me doy la vuelta y la veo corriendo hacia mí.

- ¡Hola princesa! - La tomo en mis brazos - Te estaba extrañando - Me río.

-Lía: ¡Yo también! - Sonrío y miro a Gustavo y Cloe tomándolo de la mano.

- Gustavo - sonríe - Y Cloe, ¿no? - asiente - ¿Vas a participar hoy? - Pon a Lia en el suelo.

-Cloe: No, no me gusta bailar - cruza los brazos.

- ¿Qué tal si te quedas con los otros niños? - mírame - Aquí hay juguetes.

-Cloe: No tienes que tratarnos bien solo porque te gusta nuestro padre, ¿de acuerdo? - Parpadeo varias veces y luego me río.

-Gustavo: Cloe!

-Cloe: ¡Pero es verdad, papi! Ella solo quiere su dinero: yo bajo y tengo su altura.

- Ya tengo mi dinero, Cloe, no necesito el dinero de tu padre - Le arregló el cabello que está en una coleta desordenada - Y tampoco me interesa él - Me río - Sé que está a la defensiva porque no lo hace No quiero compartirlo con otra persona mujer, pero créeme, no quiero a nadie en este momento - guiña un ojo - Los hombres son desordenados - Veo que se le levanta el labio - Y son más problemáticos que un niño pequeño - esta vez ella risas

-Cloe: ¡¿Más que Lia?! - río.

- Sí, más que Lia - Le despeinó el pelo - ¿Y luego? ¿Qué tal si te unes a la clase?

-Cloe: Hoy no - Firmó.

- Está bien - miró a Lía que ha cogido una pelota - Pero tú puedes jugar con tu hermana mientras los demás no llegan.

Parece reacio, pero termina yendo.

- Gustavo: No doy trabajo - río.

- Debería ser - Me siento en una silla - ¿Cuántos años tienes? - Preguntó con curiosidad.

-Gustavo: Tengo años - Hago las cuentas - Sí, los tuve muy chiquitos. Cloe y Lia envejecieron - Asiento con la cabeza - Conocí a Andressa, salimos juntos y luego ella me dio mis mayores regalos años después - Lo veo sonriendo mientras los mira - Y murió - Suspira - En un estúpido accidente automovilístico, eso Fue esquivando a un animal y termino pegando en el poste - suspiros.

- Los creaste muy bien - sonreí débilmente.

-Gustavo: Eso espero.

- Claro, muchos no se habrían dado cuenta, Lia tenía dos y Cloe cuatro, me asustaría - nos reímos.

- Gustavo: Me asusté mucho - se ríe y empiezan a llegar los niños.

- Los cuidas muy bien y por lo que veo siempre estás ahí, eres un buen padre - le doy un golpecito en el hombro - Bueno, lo hice.

La clase acaba de terminar, empaco y tomo mi teléfono celular. David envió un mensaje diciendo que quiere hablar conmigo a solas y el último mensaje es que está aquí.

"Oh, no", murmuró.

-Gustavo: ¿Qué es? - Me sobresalto cuando aparece detrás de mí.

- Nada, no - Veo a las chicas venir hacia nosotros ya David entrando al gimnasio - Cielos - suspiro.

- Lia: ¿Ya vamos papi? - pregunta Gustavo.

-Gustavo: En un ratito, ¿lo tienes todo?

-Cloe: voy a buscar nuestras mochilas- habla y David se nos acerca.

- David - digo yo.

-David: hola- mira a Lia y luego a mí - ya terminó?

- Sí, ¿qué quieres?

-David: ¿Podemos ir a mi casa y hablar? - denegar.

- Lia: ¿Él es tu novio? - La miro.

-David: Si - Lo miro con furia.

-Cloe: Pensé que los hombres confunden – dice al llegar.

- Él no es mi novio, niños, ya no, y sí, son confusos - miro a Cloe - Recién hice el examen - se ríe.

- Gustavo: Vamos chicas - hablen y mírenme - Buenas noches - sonrían.

- Buenas noches - les devuelvo la sonrisa y se van.

-David: ¿Y qué? - Lo miro.

- Hablemos aquí - Dejo caer mi bolso - Habla - Me cruzo de brazos.

-David: Perdón por lo de ayer – pregunta – Solo estaba celoso y estaba borracho.

- Ok, todavía me duele lo que dijiste, pero ya pasará - se acerca y toma mi rostro entre sus manos - David.

-David: te quiero de vuelta- acercas tu rostro al mío.

- Estamos bien así, no funcionamos como novios, David - Sonrió suavemente y me alejo - Nos peleamos todo el tiempo y estoy cansada - suspiro - Así que te pido que dejes de intentar volver a estar juntos , porque no quiero - agarrar mi bolso - Vamos, tengo que cerrar con llave.

Salimos y cierro el gimnasio.

- ¿De acuerdo? - Mírame.

-David: Está bien, intentaré retroceder un poco entonces - Asiento con la cabeza.

- Bueno, ya me tengo que ir, que tengas buenas noches - sonrió y me subo a mi auto.

...

Hoy es sábado. Aprovecho para levantarme temprano y dar un paseo por el parque con Jake. Seguimos hablando mientras corremos por el parque hasta que escucho que alguien grita mi nombre, me giro y veo a Lia.

-Lia: Yasmin! Sonrío y ella corre hacia mí.

- ¡Leah! - Abro los brazos y ella salta en mi regazo - ¿Estás caminando?

-Lía: ¡Sí! Papá nos trae aquí a jugar a veces - Veo que él y Cloe se nos acercan - ¿Quién es? - mira a Jake.

- Es mi primo, Jake - le digo y él sonríe.

-Lía: ¡Ay! ¡Es el hombre raro del centro comercial! - río alto.

-Jake: ¿Raro? - se ríe.

-Lía: ¿Gracioso? - juntar las manos de vergüenza.

-Jake: Mejor pequeña - Le golpeo el brazo - ¿Cómo te llamas?

- Lía: ¡Soy Lía! - sonrisa.

- Jake: Qué hermoso nombre - le desordena el cabello y le pega a su madre.

-Lia: ¡No te metas! - río.

- Gustavo: Buenos días - Lo miro.

- Buenos días Gustavo - mira a la hermana de Liam - Hola, Cloe - sonríe un poco.

-Cloe: Hola - toma la mano de su padre - ¿Ya podemos ir a jugar? - asiente.

- Gustavo: Pueden, pero no llegarán muy lejos - cálmate y toma la mano de Lia y jugarán en el patio de recreo.

Han pasado unos días, estoy muy cerca de Gustavo y sus hijas. Estoy en su casa. Pasamos todo el día con las chicas paseando por el centro comercial, Lia no me suelta y Cloe está mejor conmigo, poco a poco se va relajando.

-Gustavo: Cielos - nos sentamos en el sofá mientras Doña Jessi baña a las niñas - Ya terminé - nos reímos.

- Pero fue divertido - asiente mirándome.

- Gustavo: Realmente lo fue - sonríe - ¿Te gustaría quedarte con nosotros? - Arrugó la frente.

- ¡Claro que me gusta! - respondo - De lo contrario, no estaría aquí - asiente.

Gustavo ha estado haciendo preguntas extrañas últimamente.

- ¿Cómo estás, Gustavo?

-Gustavo: Sí, solo estoy pensando - sonríe.

- ¿En lo que?

- Gustavo: luego te cuento - te golpeo en el hombro.

- ¡Él habla! - pregunto y suena el timbre.

- Gustavo: Llegó nuestra pizza - levántate.

- Ya me dirás más tarde - contesta la puerta riendo.

...

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.