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Capítulo 7 – Si quieres ayuda no se la pidas al jefe

Una semana después Marcus estaba firmando unos papeles cuando Frank entró sonriendo a la oficina sin saber si debería aplaudir o echarle un sermón a su jefe

- Buenos días, señor

- Buenos días, Frank

- ¿Realmente era necesario que la mandaras preparar todos los informes para la reunión del próximo bimestre en su primera semana de trabajo?

- Tiene que conocer los documentos que va a manejar en esta oficina — espetó su jefe de forma indiferente, como si le hubiera pedido un simple café y no un montón de informes financieros

- ¿Todos ellos en su primera semana? — dijo indignado, sentía pena por la joven

- De todas formas, lo tendría que hacer en algún momento ¿verdad? — espetó restándole importancia al asunto

- ¿Estás disfrutando de su desesperación? — su jefe levantó la cabeza y sonrió maquiavélicamente

- Un poco…

- ¿Quieres que salga corriendo y vuelvas a quedarte sin una asistente? — dijo Frank un poco preocupado

- No, me cae bien la chica, además prepara unos huevos revueltos celestiales

- ¿Huevos revueltos? ¿Cómo tú lo sabes?

- Porque me lo ha preparado para el desayuno — Frank lo miró intrigado, ¿desayuno?, ¿acaso su jefe y la señorita Sanders durmieron juntos?

- ¿Tú y ella?... ¿Ustedes? — señaló juntando las manos algo incómodo

- ¿Qué?, ¡no!... ella va en las mañanas a llevarme el café, es todo

- Ah por eso me dijiste para que no fuera a buscarte estos días, por un momento pensé que ella te había llevado algo más que un café fresco — sugirió irónicamente

- No te imagines cosas que no son… admito que es muy atractiva, pero sabes que yo no juego con las mujeres del trabajo — intentó sonar convincente, pero no funcionó

- Por supuesto, solo pensé que la contrataste justamente porque te gustaba

- ¿Qué?, ¿la señorita Sanders?, ¿gustarme?

- Cuando la viste en el café, parecías haber visto algún tipo de visión, te la quedaste mirando por un buen rato

- Ah, eso fue porque me recordó a alguien que conocí en el pasado — se excusó indiferente

- Ya veo, entonces no tiene nada que ver con el hecho de que es hermosa

- No — mintió descaradamente, Frank solo se rio, su jefe no podía ocultarle nada, lo conocía demasiado bien para creer en sus excusas baratas

- De acuerdo, pero si quieres que siga aquí tendrás que ser más flexible con tu venganza — espetó irónicamente

- Pensaré al respecto — dijo con una media sonrisa

- Ella no se rendirá tan fácilmente — le advirtió

- Eso espero — volvió a sonreír

- Te agrada que sea tan persistente ¿verdad?

- Admito que pensé que se rendiría en la primera semana

- Pero no lo hizo

- Y no lo hará, es del tipo de persona que cuanto más golpeas, más se resiste

- Esperemos que sí — espetó Frank esperanzado

Anne seguía clasificando papeles cuando encontró una inconsistencia en las fechas de los informes, faltaba un documento, así que fue hasta la oficina de su jefe a preguntar al respecto

- Disculpe que lo moleste señor, pero me falta un documento en los informes del mes de abril

- ¿De qué departamento?

- Ventas

- ¿Y por qué me lo preguntas a mí? — espetó indiferente

- ¿Cómo? — dijo ella sin comprender

- Si el informe que te falta es del departamento de ventas ¿por qué vienes a preguntármelo a mí? — respondió irónicamente

- Yo… — ella se puso tensa, se dio cuenta de su error demasiado tarde

- No me molestes por cosas que deberías resolver por tu cuenta — espetó a modo de advertencia

- Lo siento señor

- Espera…— Marcus se apiadó de ella en el último momento, se dio cuenta de que estaba siendo demasiado severo

- ¿Sí?

- Si te faltan informes puedes descargarlos directamente del sistema ERP — le indicó

- Por supuesto, disculpas por las molestias

- Señorita Sanders…

- ¿Sí?

- Si quiere conservar este trabajo aprenda a pensar por sí misma — ¿le estaba diciendo que era una idiota?, Anne se indignó

- Eso haré señor… — espetó antes de girarse y maldecirlo en voz baja

¡Qué maldito!, pensó, era necesario que siempre la tratara como si fuese una inepta, apenas llevaba en el trabajo una semana y media, aún no manejaba todo lo que estaba relacionado con los sistemas de la empresa, tendría que pedirle ayuda a alguien del departamento de recursos humanos, se sentó en su oficina y llamó a Joey

- Hola, Joey, me podrías mandar a alguien que entienda el sistema ERP, necesito descargar unos informes

- Hola, Anne, sí, te mando al chico que siempre me ayuda con esas cosas

Quince minutos después llegaba el hombre a quién Joey había llamado de “chico”, sin embargo, era un atractivo y masculino espécimen, era tan alto como su jefe y bien fornido como él, ella se acomplejó cuando él le sonrió y se acercó como si fuesen mejores amigos

- Hola, soy Chris, he venido para ayudarte con el sistema

- Hola, Chris soy Anne, muchas gracias por venir, estás salvándome la vida, literalmente — ella le sonrió, el hombre parecía muy amigable

- Déjame mostrarte como lo debes usar, siéntate — le indicó y luego se inclinó por detrás de ella, prácticamente abrazándola

Ella se encogió todo lo que pudo para que el tórax de Chris no se pegara a su espalda, pero fue imposible, Chris le estaba explicando todo lo que necesitaba saber, cuando Marcus salió de su oficina para hablarle a su asistente

- Señorita Sanders necesito...— él paró en seco cuando vio la escena, Anne estaba sonriendo radiantemente mientras un hombre muy apuesto se inclinaba sobre ella ¿pero qué mierda está pasando aquí? Pensó

Cuando ella escuchó la voz de su jefe, levantó la cabeza y lo miró a los ojos, ¿él estaba molesto?, o ¿era solo imaginación suya?

- ¿Qué sucede aquí?

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