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2

- En realidad, ahora estás parado frente a su puerta para actuar como centinela hasta que Cenko venga a relevarte. Al menos por esta noche... como guardaespaldas, no puedes dejar sola a Selena. - dice Baiko divertido.

Empiezo a reír cuando veo la cara de Dylan, acaricio a Ryuu y me acerco a Dylan, lo agarro de la barbilla y lo miro.

- No es genial Dylan... seremos inseparables. Buenas noches - me río.

Le doy la espalda y con sensualidad entro a mi habitación, estoy a punto de cerrar la puerta cuando de repente se me ocurre una idea realmente perversa .

- Los dos Dylan - digo sonriendo.

*Dylan*

Baiko se fue, encontré algo de ropa cómoda esperándome en la silla frente a la puerta de Selena, me cambié en el pasillo y me puse una sudadera negra, pantalones de chándal y la fiel ametralladora al lado.

- ¡El centinela mientras duerme! ¡Absurdo! Vive en una fortaleza - digo con furia.

Me giro y veo la puerta entreabierta, puedo ver muy bien su habitación, blanca y en orden maníaco. Poco después sale por una puerta, con el pelo suelto, vestida con una bata de raso blanco, un corpiño transparente, una braguita tan pequeña y transparente que no deja mucho a la imaginación. La observo acostarse en la cama, toma su teléfono, desvío la mirada y empiezo a sentirme cansada, de repente escucho gemidos.

- Ah... ah... ah.. - jadeando.

Me giro con incredulidad, veo a Selena con una de sus manos dentro de sus bragas, los ojos cerrados mientras sigue complaciéndose a sí misma. Mejor que cualquier película porno que haya visto, empiezo a respirar con dificultad, mi pene se pone duro y molesto contra los bóxers, me gustaría tocarme mientras la veo pero no puedo arriesgarme a que Cenko me atrape. Cierro la puerta lentamente pero la situación no cambia, escucho muy bien sus gemidos .

- Se detendrá. - digo en voz alta.

Resistirlo será un desafío. De repente se detiene, afortunadamente. En ese momento llega Cenko, me asusta la vista llegó en silencio. Sus brazos y rostro musculosos están llenos de tatuajes, sus músculos a la vista, viste una camiseta sin mangas negra, pantalones cortos y zapatos deportivos.

- Woo amigo, ¿puedes hablar la próxima vez? - digo sorprendido.

- ¿Eres Dylan verdad? - pregunta aburrido.

Asiento con la cabeza. Cuando lo veo caminar hacia la puerta y tocar.

- ¿Qué quieres? - Pregunta la voz de la reina.

- Selena, soy Cenko, pensé que querías verme antes de dormir - dice sonriendo.

Guau. El tipo sabe sonreír, en ese momento escucho los pasos de Selena, abre la puerta y se lanza a los brazos de Cenko. Siento un dolor en el estómago pero lo empujo.

- ¡Mi Cenko! Te extrañé mucho - dice con entusiasmo.

- Te prometí que volvería sano y salvo. Ahora vete a dormir plaga - le dice acariciando su cabello.

La tratan como a una niña. Si tan solo supiera que se estaba masturbando hasta hace cinco minutos. Pongo los ojos en blanco y me quedo allí esperando.

" Deja de tratarme como un niño Cenko ", se ríe.

- Sigues siendo mi bebé aunque tengas veintidós años. A la hora de dormir son las cuatro de la mañana – dice acariciando su cabello.

Besa a Cenko en la mejilla, se vuelve hacia mí, me mira de arriba abajo y entra en su habitación.

- ¿ No hay beso de buenas noches para mí? - pregunto incapaz de contenerme .

No responde. Cenko me mira furioso, sonrío divertido, tomo la ametralladora y me dirijo hacia la salida.

- ¿Puedo darte un consejo? - Pregunta Cenko.

- Si realmente tienes que hacerlo.. - digo aburrida.

- Primero encuentra un lugar, pidele a Calvin que te de un apartamento en esta fortaleza no tienes idea de cuanto lo necesitas. Segun ten mucha paciencia con Selena no tienes idea de lo que te hara, el ultimo guardaespaldas duro cuatro dias- dice riendo.

- Noté tu temperamento. La víbora sabe hacerse respetar - digo divertido.

- Último consejo. Mantén tus manos bien. Selena es el diamante de la corona de Calvin, faltale el respeto o lastimalo y saborearás mi katana – dice serio.

- No te preocupes hombre... Selena es solo un trabajo para mí. Además, no es mi tipo... - digo casi sincero .

- Selena JK es el tipo de hombres y mujeres. Si no te gustas bien... Creo que juegas en el otro lado del juego.. No sé si me he dejado claro. - dice Cenko curioso y divertido.

- Lo entiendo. No te preocupes, hombre, lo entiendo. No, no soy gay. - dice aburrido. - Buenas noches -

En un momento entro en el ascensor y escapo a través de Cenko y esta fortaleza dorada. Estoy solo y lo único que escucho en mis oídos son sus gemidos.

- Mierda. - Lo juro.

*Selena*

Estoy sentado en la mesa del comedor para tomar mi gran desayuno antes de tomar mi ducha, como siempre, estoy comiendo mis panqueques con arándanos y tomando mi café cuando veo entrar a Dylan. Me mira con incredulidad cuando me ve usando solo mi ropa interior de raso y la bata, Cenko ve su expresión y se ríe.

- Bueno, mejor me voy ya - dice Cenko.

- Gracias Zenzen… hiciste mi noche segura como siempre – le digo sonriéndole.

- Yo también te daría la luna mi Reina – dice, dándome una sonrisa y luego besando el dorso de mi mano.

- Eres un tesoro Zenzen... descansa bien. Hazlo por mí es una orden - sonrío.

- A sus órdenes. Esta noche..- dice sonriéndome.

Regreso a mi desayuno cuando veo a Cenko caminando hacia Dylan, lo mira desde arriba, hoy viste una camiseta negra, chaqueta de cuero, jeans y su ametralladora separable. Cenko me da una sonrisa, lanza un ceño fruncido a Dylan y se va, a su vez Dylan lo mira con una ceja levantada y con una mirada incrédula, me devuelve la mirada.

- ¿Estás desayunando conmigo? - Pregunto.

- No. - dice serio.

- ¿Cómo empezaste a trabajar con mi padre? - pregunto curiosa.

" No es asunto tuyo " , dice furioso.

- Uh… ¡enojado ya en la madrugada! - digo divertido. - Dylan basta, me pones tan caliente -

- Es tu problema. - dice sin mirarme.

- ¿Solo el mío? ¿De verdad no te gusto? Las palabras que le dijiste a Cenko anoche me hirieron. ¿Estás seguro de que no eres gay? - pregunto tratando de provocarlo.

- Algunas de las putas de tu padre pueden decirte lo gay que soy - Dice siendo un gilipollas. - También puedes preguntarle a tus hermanos ya que a veces fuimos juntos al infierno. Resígnate víbora no eres mi tipo- dice furioso.

- Tomo tu forma de llamarme Víbora como una muestra de cariño - le digo sonriendo, no le demostraré que me gustaría matarlo por llamarme así.

Nos quedamos en silencio durante unos minutos, lo observo mientras está aburrido contra la pared.

- Dylan que estas dispuesto a hacer por mi? - Pregunto con la mirada fija frente a mí mientras agarro el cuchillo de la mantequilla.

- ¿Para ti? Cualquier cosa. - dice sinceramente. - Estoy aquí porque tu padre quiere que esté aquí. Él cree que es el mejor y no lo decepcionaré .

- Pero ahora eres mía. Te guste o no, trabajas para mí. Así que te pregunto una vez más. - digo levantándome, me dirijo hacia él amenazante, se separa de la pared mientras me mira. - ¿Qué estás dispuesto a hacer por mí Dylan? - digo jugando con el cuchillo.

- ¿Para ti? Cualquier cosa. - dice mirándome a los ojos.

Sonrío divertido. Con mi pie izquierdo golpeo la parte de atrás de su rodilla derecha, él cae de rodillas frente a mí. Pongo mi pie en su hombro, la túnica se abre dejándome desnuda a la vista de Dylan, apunto el cuchillo a su garganta y lo miro a los ojos.

- Si te digo que ladres será lo que harás sin dudarlo. Si te digo que dispares a la vista, lo harás sin dudarlo. Si te digo que serás mi puta, en eso te convertirás Dylan. Si quiero la Luna, harás una manera de conseguir que la tenga. - digo amenazante .

- No soy el perrito de nadie y no seré tuyo. - dice serio.

- Pero si mi padre te ordena ladrar, mover la cola y traer el hueso, hazlo sin objetar. - digo riendo.. - Ahora te lo volveré a preguntar y si fuera tú te respondería de otra manera. ¿Qué estás dispuesto a hacer por mí, Dylan? - pregunto furiosa mientras presiono el cuchillo con fuerza contra su barbilla .

Un hilo de sangre mancha el cuchillo, Dylan me mira con furia, creo que si no fuera la hija de su jefe me mataría sin dudarlo, me mira directo a los ojos antes de distraerse de mi cuerpo .

- Todo. Estoy dispuesto a todo - dice a regañadientes .

- Eso es lo que quería oír. No tenemos que gustarnos, pero quiero la lealtad de mis hombres. - digo apartando el cuchillo.

Con mi pulgar atrapo la gota de sangre que ensucia su barbilla, lo miro a los ojos mientras llevo mi dedo a mis labios y lo lamo sensualmente .

- Ahora lo siento me voy a dar una ducha. - digo sonriendo.

Dejo a Dylan de rodillas y me dirijo a mi baño privado con una sonrisa pícara y satisfecho de mi victoria.

Veremos cuál será la próxima batalla.

.

*Selena*

Tome una larga ducha, me tome mi tiempo dedicándome a mi cuerpo, una vez fuera del baño Ryuu esta en mi cama mirando a Dylan quien a su vez lo mira aburrido.

- Tiene que olerte, no confiará en ti hasta que te huela - digo divertida.

- Déjalo que lo haga. Solo deja de mirarme – dice aburrido. - ¿Pero solo vas en ropa interior? - Pregunta mirándome con incredulidad .

Salí del baño con un sujetador de triángulo negro con tiras cruzadas, brasileño de encaje negro. Asiento con la cabeza hacia Ryuu y en un momento va hacia Dylan y comienza a olerlo, noto que Dylan acaricia su oreja y trata de contener una sonrisa, lo miro con mi mirada que hace que los hombres caigan a mis pies y sonrío tímidamente. .

- ¿Te importa lo que ves? - pregunto con voz dulce.

- He visto mejores. - dice, apartando la mirada. - Entonces, ¿qué hacemos hoy? él pregunta _

- No lo sé. Depende de lo que me voy a poner y luego ¿qué día es? - digo saliendo de mi habitación.

Dylan me sigue en compañía de Ryuu, entramos a mi hermoso vestidor en realidad más que un vestidor es una habitación real.

- Es sábado - dice aburrido.

- Perfecto. Quiero ir de compras - digo sonriendo.

- Vale, llamaré a Baiko - dice mientras sale de la habitación.

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