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Todo eso fue en TOKYO I

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Chinchi
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Sinopsis

Dylan Chati es bueno en su trabajo. Sicario, narcotraficante, centinela, espía, habilidoso jugador de póquer y un perfecto soldado sin sentimientos. Selena JK es una chica sin escrúpulos, con la cabeza al aire, con la habilidad de meterse siempre en algún lío y es condenadamente sexy. Ser hija de Calvin, el Boss más poderoso de Tokio, tiene sus ventajas, ella siempre consigue lo que quiere, pero a la vez las desventajas, los enemigos de su padre quieren sacarla pero papá nunca permitirá que su dulce capullo. puede estar en peligro. Y es así como Dylan Chati será el nuevo sonido Bodyguard, cuando los ojos de Dylan se posen en ella la atracción física será difícil de controlar, pero tendrá que resistir si quiere seguir con vida. Selena, por su parte, hará de su vida un auténtico infierno atendiéndolo de las formas más sucias posibles, nadie podrá resistirse a ella y tendrá lo que quiera, Él.

AcciónDulceRománticoUna noche de pasiónProhibidoFuegoGuerra18+

1

*Dylan*

Acabo de terminar un trabajo, estoy en la parte trasera de uno de los clubes nocturnos de mi jefe fumando un cigarrillo. El sol está a punto de ponerse aquí en Tokio, hoy el día fue lo suficientemente cálido. Disfruto mi cigarrillo mientras pienso que tendré que tirar otra camisa por la sangre, tengo que dejar de usar camisas blancas.

- ¿Chati Dylan? - Pregunta una voz detrás de mí.

- ¿Quién quiere saber? - Pregunto molesto.

Me doy vuelta y veo a un hombre calvo y poderoso con un bigote serio, anteojos oscuros y un traje negro y una pulga en la oreja.

- Estoy aquí en nombre de Calvin. Quiere verte tiene una tarea que asignarte - dice señalando el auto negro detrás de él.

¿El jefe? ¿Qué quiere el jefe de mí? Pongo los ojos en blanco, tiro mi cigarrillo y sigo al gigante y entro en su auto.

Llegué a la base central en Tokio. Un megarascacielos completamente nuevo, súper lujoso, de alta tecnología y a prueba de perfiles. Una vez dentro del gigante, él personalmente me acompañó a los pisos superiores.

Una vez allí, el ascensor se abre al apartamento personal del jefe. Me da la bienvenida un living súper lujoso, pared completamente de vidrio con la mejor vista de Tokio, una pantalla ernome Maxi en la pared izquierda, sofás y sillones repartidos por el enorme living, una librería y el Boss que está sentado bebiendo su trago.

- Jefe recuperé a Dylan como me pidió - dice el gigante.

- Perfecto Baiko… déjanos en paz – dice el jefe con una sonrisa.

Una vez solo permanezco en el lugar mientras lo observo. Desde la primera vez que lo vi no aparenta un día, cabello espeso azabache, su rostro con un asomo de arruga, ojos oscuros amandorla un poco roja por el alcohol, siempre vistiendo un traje de alta costura, sigue siendo el mismo hombre que me salvó hace veinte años .

- Descansa soldado - dice riendo.

Insinué una sonrisa. - ¿Qué puedo hacer por usted jefe? - Pregunto.

- ¿Ya quieres ir directo al punto Dylan? Ven, siéntate y tómate un trago conmigo – dice mientras se levanta y me sirve un vaso de vodka.

Sin dudarlo me acerco a él y agarro el vaso.

- ¡Mi mejor soldado! Te encuentro bien mi niño... He escuchado cosas sobre ti.. - dice sonriendo.

- Solo cosas positivas espero - digo con un atisbo de sonrisa.

- Pero incluso los negativos Dylan.. eso es lo que haces por mí - dice, volviendo a sentarse.

- ¿De qué se trata? - Pregunto seriamente.

- Sepa que si no confío en ti ciegamente no te confiaría esta tarea, eres lo mejor de mi mejor Dylan. Esto debe honrarte - dice levantándose.

- Viniendo de usted, me hace mucho honor, señor. - Digo sincero.

- Recientemente recibí consejos de algunos de mis hombres que se infiltran en las filas de Naizen Fujii, tienen la intención de lastimar a mi niña. Así que a partir de ahora serás su guardaespaldas. - dice serio .

¿Calvin tiene una hija? ¿Tu esposa no murió hace años? Mierda. Me llamaron para cuidar a un mocoso que se escapará, sucio por todas partes. ¿Es una broma?

- Señor, con todo respeto no creo- - Me interrumpe con el sonido de las puertas abriéndose.

Me doy la vuelta y veo a cuatro hombres de la guardia personal llenos de bolsos todos con las marcas Gucci, Dior y Chanel, cajas con lazos pomposos. Escucho un ruido de tacones y luego aparece una Diosa, cabello largo azabache, labios carnosos, piel ambarina, ojos ocultos por lentes de sol, viste una chaqueta blanca, un bustier corto transparente con bordados, oculta solo sus pezones, vientre plano y usa bastante ancho pantalones blancos de cintura alta, al cuello lleva varios collares, las manos llenas de anillos, un rolex en la muñeca y un husky siberiano con correa.

¡Hola papá! dice con voz dulce.

Con gracia, corre hacia su cabeza y lanza sus brazos alrededor de su cuello. Ella será su nueva novia, supongo, la Sra. Naka ha estado muerta durante años. La Diosa se vuelve hacia mí y me mira como si acabara de notar mi presencia, me mira con detenimiento mientras se muerde el labio.

- ¿Quién es él papá? - Pregunta mientras mantiene su mirada fija en mí.

¿Papa? ¿Es esta la "niña pequeña" de la que hablabas?

- Él es Dylan Chati... será tu nuevo guardaespaldas - dice serio. - ¿No es así Dylan? - Pregunta Calvin.

- Claro jefe. Seré su guardaespaldas - digo seguro.

- Ooh papi no debiste haberme dado un juguete nuevo - dice sonriendo .

- Dylan ella es mi hija. Reina Naka, mi última heredera. - dice el jefe - Selena el es Dylan Chati uno de mis mejores hombres, el sera tu guardaespaldas. -

La Diosa me tiende la mano, la cabeza me mira seria, maldigo dentro de mí, me arrodillo, llevo mi mano derecha a mi corazón, con la izquierda agarro su mano, en ese momento siento que una sacudida hace nosotros, finjo indiferencia y les beso la espalda.

- Dylan y yo nos divertiremos mucho - dice con voz sensual. - Me voy a arreglar tengo una fiesta esta noche. Nos vemos los dos despues de Dylan..- dice dejándonos solos.

El jefe y yo la vemos subir las escaleras mientras el resto de la seguridad se hace cargo de todas sus compras. Me giro para mirar al jefe.

- Ten cuidado Dylan.. A Selena le encanta enloquecer a todos sus guardaespaldas, podría darte problemas provocándote, huyendo o amenazándote pero espero severidad de tu parte. Como te dije no te hubiera convocado aquí si no te considerara el mejor – dice Calvin con sinceridad.

- Yo me ocuparé de ella. Prometo. A costa de mi vida, jefe. - Digo no muy seguro. - ¿Cuándo dices grave a qué te refieres? -

- Severo. Responde cuando te provoque, responde cuando te insulte. No te rindas. Eres mala, tienes mi permiso - dice sinceramente.

- Perfecto. ¿Cuándo comenzamos? - Lo digo en serio.

- ¿No escuchaste? Tienes una fiesta esta noche… te sugiero que te pongas algo mejor. Baiko te dará ropa de tu talla – dice tomando su teléfono. - Me voy. Buena suerte Dylan. - dice divertido.

Asiento con la cabeza. Lo observo irse, mirar alrededor y mirar hacia el piso de arriba. Será difícil estar pendiente de ella cuando su cuerpo tiene cierto efecto sobre mí, la he visto durante cinco minutos y tengo una erección que empieza a doler. mierda _

*Selena*

Miro mi reflejo en el espejo y me encuentro muy sexy... me atrevo a decir irresistible. Cabello de cuervo en una cola de caballo alta, mirada intensa debido al maquillaje oscuro, labios rojos como la sangre espesa, orejas pequeñas de diamantes, un cocker lleno de diamantes alrededor del cuello, vestido tubo sin tirantes, transparente pero dejando las mejores partes como mis grandes pechos y b cubierto -de lado, el resto de mi cuerpo está envuelto en tul negro con micro glitter, piernas descubiertas y hermosos tacones joya y un pequeño bolso gucci.

" Señorita ", dice una voz detrás de la puerta.

- Sí Baiko - respondo, apartando la mirada de mi reflejo.

- El coche está listo. Su guardaespaldas la está esperando abajo - dice Baiko detrás de la puerta.

Sonrío con picardía. Beso a mi cachorro, mi Ryuu.

- Mamá vuelve pronto, pórtate bien - le digo mientras salgo de mi habitación.

Baiko me hace una reverencia, divertida subo las escaleras y me quedo en el balcón para admirar al nuevo guardaespaldas. El cabello azabache es muy largo, el mechón recogido en la cabeza deja la frente descubierta, la ceja izquierda tiene un piercing, también en la nariz, la piel no muy pálida como el resto de las personas a mi alrededor, viste una camisa negra ajustada, jeans negros y usa botines negros. Sus ojos oscuros se elevan hacia mí, su boca carnosa se abre un poco pero inmediatamente se pone serio en la cara. Bajo las escaleras con la cabeza en alto mientras siento su mirada siguiéndome, miro hacia arriba y veo que está sosteniendo una ametralladora.

- ¿Crees que necesitamos una ametralladora esta noche? Vamos a una fiesta de algunos de mis amigos más queridos , quiero decir serios.

- La seguridad ante todo y tal vez incluso podrías divertirte usándolo - dice sonriendo.

- Para esta noche saca tu arma... puedes dejar aquí la ametralladora - digo serio. - Y antes de que hagas una broma sobre tu pija no, no quiero el arma en tu ropa interior - digo probándolo.

Él me mira incrédulo, luego mira su cremallera hacia abajo y yo también, veo un indicio de erección... um... interesante.

- Yo no hubiera hecho una broma así, no soy de ese nivel y entonces ni sabrías usar mi arma - dice serio. - Vámonos antes de que te retenga aquí -

- Si necesito un arma, no te pediré la tuya. - digo mirándome en el reflejo de un escaparate - No sabría que hacer con tu pistola de bolsillo - digo dirigiéndome hacia el ascensor .

Me mira furioso, sonrío mientras entro al elevador y miro a Dylan riéndose.

- ¿Vienes o me voy solo? Vamos... No veo la hora de mostrar mi nueva marioneta a mis amigos - digo sonriendo. - Vamos Dylan... - Hago que mis ojos sean dulces.

Pone la ametralladora sobre la mesa, revisa el arma detrás de su espalda y entra al ascensor furioso, divertido, presiono el botón para descender.

Durante el ascensor y el viaje en auto, Dylan estuvo lejos de mí, nunca me miró y permaneció en silencio incluso cuando Baiko le dio órdenes. Llegando a la fiesta, en un club nocturno exclusivo en Tokio, justo en el centro, apenas entré Dylan me detuvo, lo observo mientras se veía confundido, las luces cegadoras, los candelabros de última moda, mujeres y hombres desnudos dentro de jaulas. , tinas llenas de champán, gente casi arrastrándose contra las paredes o en los sofás.

- ¿Algún problema Dylan? - pregunto impaciente.

- ¿Estás seguro de que puedes quedarte aquí? No deberías estar encerrado en una torre. - pregunta Dylan, mirando a su alrededor

Lo miro y me río, tomo una copa de champán. - Las princesas deben estar encerradas en la torre... Soy una reina y tengo todo Tokio. -

Habiendo dicho eso, pone los ojos en blanco, su mano descansa en la base de mi espalda mientras se abre paso entre la multitud para llevarme a la mesa de mis amigos. De repente siento su olor, tabaco, alcohol, sudor y sangre, el calor de su mano envía pequeños escalofríos a la base de mi espalda, siento brillar mi intimidad.

- ¡Reina! ¡Cariño, estás loca! - grita Ami.

Yo sonrío. Miro a mi querida amiga, su cabello azabache es corto, le llega hasta debajo de la barbilla, su cuerpo esbelto lleva un vestido azul que la hace ver como un hada, todos los demás están ahí y los chicos también están ahí.

- Hola bellezas... ¿se perdieron el alma de la fiesta? - pregunto abrazando a todos.

- ¡Absolutamente! En especial a Yuko… ¿no? - dice ami

Miro a Yuko, su cabello negro está en perfecto orden, está usando uno de sus elegantes trajes y sus ojos oscuros me miran, no, no me miran, miran a Dylan con desprecio.

- Selena… ¿quién es tu amiga? - Pregunta Ana.

Me vuelvo hacia ella, vestida con un vestido rojo, cabello rubio atado con un elegante pasador, delineador marcando el corte para enviarle y un cigarro entre los dedos.

- Él y Dylan Chati mi guardaespaldas - digo sonriendo.

Dylan mira a todos y me da la espalda y comienza a observar a cada persona que mira de nuestro lado.

- No me cae bien… parece un alborotador - dice Yuko

- ¿No estarás celoso? - Dice uno de los chicos.

" Los que traen problemas suelen ser los mejores para llevar a la cama ", dice Ami entre risas.

Ana sonríe y se muerde el labio mientras mira la cara B de Dylan, yo la miro desde arriba.

- Yo en tu lugar no lo intentaría querida – le digo mirando a Ana.

- ¿Vas a salir con él? - Pregunta Yuko.

Miro a Dylan, su perfil iluminado por la luz de la discoteca, esos piercings lo hacen tan cautivador, su aire de gilipollas.

- No, voy a jugar con él... - le digo traviesa sin dejar de mirarlo.

.

*Selena*

Llevo media hora sentada en los sofás y estoy cansada, quiero salir a la pista y divertirme. Me levanto, tomo un sorbo de champán y voy directo a la pista, paso el cuerpo de Dylan, con tacones puedo mirarlo más o menos a los ojos, le sonrío y voy a la pista, mis amigos me siguen mientras el los chicos continúan hablando, Yuko en cambio mantiene su rostro, pero ¿qué esperaba? ¿Que yo le hubiera dado la exclusividad? Nos acostamos tres veces... y dos veces de cada tres estaba borracho, pero por lo que puedo recordar, a ella simplemente no le gustan las mujeres en el dormitorio. Esta noche quiero que me follen, Dylan no se rendirá fácilmente, así que necesito a alguien que satisfaga mis antojos. Empiezo a bailar con mis amigos, mientras busco a mi presa, pero mi mirada cae sobre Dylan. Su mirada indiferente, sus brazos cruzados, su pecho seco expuesto por la camisa abierta en el cuello, lo miro y su mirada se encuentra con la mía, en ese momento dos manos poderosas tocan mis caderas .

- Pero hola muñeca – dice una voz ronca en mi oído.

Me doy la vuelta y veo a un chico rubio, alto, muy musculoso, con una camisa a punto de rasgarse, labios carnosos y dos ojos muy oscuros.

- Hola gigante - le digo sensualmente.

Pongo mis manos en sus hombros, sus manos en mi trasero, el chico grande va directo al grano. Me gusta. Sonrío cuando comenzamos a bailar apretados, apretados cuando nuestras caras se acercan. De repente me encuentro separado del chico y en el medio está Dylan .

- ¡Dylan! ¿Qué diablos estás haciendo? - pregunto incrédulo.

- Estoy aquí para ser tu guardaespaldas, no para verte puta en el primero que pase. Recuerda por qué estoy aquí- dice furioso .

- Estás aquí porque tienes que protegerme cuando la situación lo requiera ¡Dylan! No estás aquí para ser mi cinturón de castidad. - digo furiosa .

- ¿Crees que me gusta? Me importa un carajo quién te joda. - Dice amenazante. - Pero en este momento hay una soga en tu cabeza si no te diste cuenta. Por el momento la prioridad es mantenerte a salvo, estoy seguro que con tus dedos o un vibrador decente podrás conseguir lo que deseas- dice furioso .

- Escucha idiota yo y la muñeca estábamos hablando puedes ser un espantapájaros en otro lado - dice el chico rubio.

Dylan saca su arma y apunta directo a la frente del chico, de repente entra en pánico todo el club nocturno, el chico levanta las manos en señal de rendición.

- Dame un poco más de espantapájaros y te clavaré una bala. - dice furioso. - ¿Cómo la llamaste? Esta muñeca es Selena JK, ¿sabes? Respétala antes de que te mate aquí -

Todos hacen un sonido de sorpresa, siempre pasa cuando se enteran de quién soy, mis amigos miran divertidos la escena, mis amigos miran a Dylan con cierta admiración mientras yo me mortifico.

- Quiero irme. Ahora Dylan - digo furioso.

Ana me pasa la bolsa, le agradezco con un movimiento de cabeza, me dirijo hacia la salida y escucho a Dylan detrás de mí.

El viaje parece no tener fin.

Una vez que llegué a casa me quité los tacones, los lancé con furia y me giré hacia Dylan mientras Baiko nos miraba confundido.

- No tenías derecho a interponerte - le digo furiosa.

- La prioridad es mantenerte a salvo - dice aburrido. - Le juré a tu padre que te protegería a toda costa. Si de verdad quieres follar, llama a uno de los gigolós de tu padre – dice divertido.

No he pensado en eso. De repente, mi mano golpea la cara de Dylan, su cabeza se casa con la derecha mientras su cabello oculta su rostro, lentamente se vuelve hacia mí furioso .

- ¿Qué te hace pensar que puedes hablarme así? Recuerda quién soy y agárrate la maldita lengua – digo furiosa.

- ¿Te refieres a esto? - Dice sacando la lengua haciendo el ojete, lo miro y veo un piercing en su lengua .

Me río nerviosamente, lo tomo por el cuello y lo jalo hacia mí .

- Dylan intenta una vez más hacer algo similar y le muerdo ese maldito piercing. - digo furioso. - Solo búrlate de mí, pero te haré pasar los dolores del infierno -

" Si crees que una niña mimada me hará ceder, te equivocas " , se ríe .

- Ya veremos - digo divertido.

Le doy una mirada desafiante, me mira divertido, me giro y veo a Baiko con una sonrisa divertida.

- Bueno, nos vemos mañana por la mañana Viper - dice Dylan.