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Capítulo 2

Manuel

- Te fue bien, ¿no? - me pregunta Fabiana mientras acelera el paso para quedarse a mi lado.

Hemos estado caminando hasta su casa durante casi minutos porque ella se negó a regresar en el auto de Thomas con los demás. Por suerte una nube decidió tapar el sol abrasador, de lo contrario a estas alturas ya hubiéramos terminado como dos paletas heladas fuera del congelador.

- Eso creo – respondo, frenando un poco. Aunque quería decir que no. Todo esto no debería haber sucedido. No debí mentirles a mis amigos, no debí salir esa noche y sobre todo, no debí besarla. Me giro para mirarla por sólo un segundo, ella ni siquiera se da cuenta.

Su cabello castaño, que le llega justo por debajo de los hombros, termina en suaves ondas que recuerdan a las del mar en invierno. Tiene ojos color avellana y pestañas naturalmente muy largas. Su piel pálida parece libre de imperfecciones pero hoy, mientras estábamos juntos en el agua, noté una pequeña cicatriz en su pómulo derecho. Ahora no puedo evitar preguntarme cómo lo consiguió.

A pesar de ese pequeño detalle, sigue siendo hermosa... pero no es Camila, es perfecta. Hace años que quiero estar con ella y ninguna otra chica con la que he estado, por muy maravillosa que sea, ha conseguido hacerme cambiar de opinión. Cada vez que me acuesto con alguien veo a Camila, pienso en su voz, imagino que siento su cuerpo debajo de mí, encima de mí...

Ojalá fuera lo mismo para ella.

Pero no debería pensar en eso ahora. Fabiana está aquí para ayudarme y a cambio solo le debo un favor. Esto era lo único que quería a cambio, un día me pedirá que haga algo, cualquier cosa, y tendré que aceptar.

- No me estás escuchando, ¿verdad? - me pregunta frunciendo el ceño y… joder, no estaba escuchando.

- Perdón, ¿puedes repetir lo que decías? - Resopla, sacando ligeramente el labio inferior hacia delante.

- Te pregunté por qué no le dices lo que sientes por ella y listo. -

Suspiro. Sería lo más lógico pero hay demasiados riesgos. Si ella me rechazaba, las cosas nunca serían iguales en nuestro grupo. Ella se alejaría de mí y Tara, como su mejor amiga, la seguiría y se llevaría a Thomas con ella ya que han estado juntos desde antes de que Liam me los presentara. Quizás Liam se quedaría a mi lado, pero tarde o temprano él también se cansará de mí. Es lo que pasa cuando tus amigos son ricos y tú no, cuando no puedes irte de vacaciones con ellos porque tienes que ahorrar dinero... sí, incluso Liam se cansaría de mí.

Mientras mi mente divaga, me doy cuenta de que Fabiana todavía está esperando una respuesta. - Estos no son de tu incumbencia – le digo. - Ahora tenemos un acuerdo, tú me ayudas y te debo un favor. -

Se vuelve hacia la calle y comienza a caminar de nuevo, más rápido que yo. Quizás fui demasiado brusco.

- Ya llegué - dice después de detenerse frente a una de las villas más bellas de esta zona. También me detengo para observar la enorme villa de un blanco deslumbrante, rodeada por un seto bien cuidado.

- Princesa, realmente te sienta bien. - No es la primera villa que veo, mis amigos también tienen una, pero no tan grande.

- ¿ Quieres entrar y tomar una bebida fría? - Fabiana ya pasó la puerta y la mantiene abierta para mí.

- ¿ No están tus padres aquí? - Tengo mucha sed, pero si tengo que encontrarme con sus padres puedo prescindir de ella.

- No, ambos están en el trabajo. - Asiento y luego la sigo por el camino de entrada hasta la puerta principal.

La entrada es más pequeña de lo que esperaba, pero inmediatamente me doy cuenta de que esto es sólo para dejar más espacio para la gran sala de estar con dos sofás blancos, un televisor gigante y muchas otras cosas ricas e inútiles.

La sigo hacia lo que debería ser la cocina y me quedo mirando los muebles, también blancos, con las superficies de mármol. Parece la casa de un presidente.

- ¿ Qué le gustaría beber? Tenemos agua, limonada, coca-cola y algo de cerveza. - Qué extraño, pensé que solo había champán.

- Una cerveza está bien, gracias. - Me entrega la botella de cristal mientras abre una lata de Coca-Cola.

- Ven, podemos beber en el jardín. - Me hace un gesto para que la siga, pasamos la sala y salimos por un gran ventanal.

El jardín trasero tiene piscina, por supuesto. Ella se sienta en una de las tres tumbonas y yo en la de al lado. Permanecemos en silencio por un rato, ella sorbiendo su bebida y yo terminando la mía.

- Entonces... - decido ser el primero en hablar, - ¿aquí solo viven tú, tu padre y tu madre? -

Ella niega con la cabeza y luego responde : mi madre está en Chicago, la novia de mi padre está aquí. -

- ¿ Tus padres están divorciados? - Quizás estoy pidiendo demasiado, después de todo solo nos conocemos desde hace dos días.

- No, por suerte nunca se casaron. -

- ¿ Y por qué decidiste venir a vivir con tu padre a Miami? - Frunce el ceño, creo que he tocado un punto doloroso.

- Estas cosas no te conciernen - repite lo que respondí antes, luego se levanta y deja la lata vacía en la tumbona. - ¿ Cómo llegarás a casa? -

Ok, definitivamente hice la pregunta equivocada ya que me está echando de su casa de manera encubierta. - Iré con Liam, vive cerca. - Simplemente asiente antes de señalar la puerta por la que pasamos para salir.

Estoy casi en la ventana francesa cuando me vuelvo hacia ella de nuevo. Estaba sentada junto a la piscina con los pies sumergidos en el agua hasta los tobillos. - Si nos vuelven a invitar a salir te mando un mensaje, ¿vale? - La única respuesta que obtengo es un asentimiento de acuerdo, así que me giro para salir nuevamente.

La villa de Liam está a sólo un minuto a pie. Cuando llego toco el timbre y espero a que venga su criada y abra la puerta. En cuanto me ve inmediatamente me dice donde está mi amiga, le doy las gracias y luego subo las escaleras para ir a su habitación.

- ¿ Estas vestida? - le pregunto desde el pasillo. Un día entré sin llamar y lo encontré completamente desnudo masturbándose. No es algo que quisiera ver.

- Sí - responde desde el otro lado.

Entro a su habitación y lo encuentro sentado en su cama con un cigarrillo en la mano. - ¿ Cuándo dejarás de preguntarme si estoy vestida? -

- Cuando dejas de fumar. - Se ríe, porque sabe que eso nunca sucederá.

- No oí tu coche afuera. ¿Cómo llegaste allí? - Apaga el cigarrillo en el cenicero al lado de la cama y gira para mirarme.

- De pie. Dejé a Fabiana en su casa, ella vive cerca. -

- Espera... - me mira fijamente con los ojos muy abiertos - ¿Llevaste a tu novia a casa y viniste aquí? -

- Eso es lo que acabo de decir. -

- ¿ Estaban tus padres en casa? -

- No... - , entiendo a lo que te refieres, - no había nadie en casa pero... -

- No me digas que aún no te la has follado. - Mierda, ¿qué le digo ahora?

No tengo mucho tiempo para pensar en ello porque él se me adelanta. - Joder Hol, no es propio de ti... realmente te debe gustar. -

- Sí - miento.

Él asiente varias veces, como si todavía estuviera tratando de procesar el hecho de que tengo novia. - Casi lo olvido... - comienza poco después, - mañana por la tarde Thomas quiere organizar una velada sólo para nosotros, ¿estás ahí? -

- Cierto. ¿Estará Adam también allí? -

- Sí, Camila y Tara saldrán juntas. Podrías decirle que también invite a Fabiana. - Asiento, es una buena idea.

- Le daré su número a Cami para que se organicen. - Luego miro la hora en mi teléfono, ya casi es de noche. - ¿ Puedes llevarme a casa? -

- Puedes quedarte a dormir aquí si quieres. No hay nadie en casa. -

Sacudo la cabeza - Le prometí a mi madre que al menos volvería a dormir esta noche -

Se pone un par de zapatos y luego toma las llaves de su Porsche.

- ¿ Dónde vive Fabiana? - me pregunta nada más salir de la puerta de su villa.

- Al final de esta calle, pasaremos por delante en unos minutos. - Tres minutos después, en efecto, estoy señalando la enorme villa blanca.

- ¿ Está seguro? - No lo miro mal, no tengo una memoria de mierda. - Ésta es la villa de la familia del senador Ward - precisa inmediatamente después - Sé que su hijo vive allí durante el verano. - Tengo que esforzarme mucho para no mostrar mi asombro. Supuse que la familia de Fabiana era rica, pero no lo pensé tanto.

Lo pienso todo el camino a casa. Fabiana es nieta de un senador...

- ¿ Puedo subir a saludar a tu madre? - Liam abre la puerta para salir, distrayéndome de mis pensamientos. ¿Qué me pidió que hiciera si él ya lo había decidido por su cuenta?

Comparado con la casa de Liam, el apartamento de tres habitaciones en el que vivo con mi madre es un armario. - Buenas noches Hannah. - Liam saluda a mi madre y ella le regala una amplia sonrisa.

- Qué bueno verte Liam, ¿te divertiste hoy? - Viene hacia nosotros mientras se desabrocha el delantal de cuadros rosa.

- Por supuesto, la mejor parte fue conocer a la novia de Manuel, ¿sabías que es nieta de un senador? - Nunca quise golpear a alguien como lo hago ahora.

Mi madre, por supuesto, me mira confundida. - Joder, ¿aún no se lo has dicho? - La forma en que lo miro debe haber respondido a su pregunta porque traga, se despide de mi madre y se va más rápido que la luz. Ahora sólo tengo que encontrar una manera de explicarle la situación a mi madre.

- ¿ Desde cuándo tienes novia? Además, sobrina de un senador. Pensé que te gustaba esa amiga tuya... Camila. -

Respiro hondo y empiezo a explicarle la situación. Cuando termino de contarle mis últimas malas decisiones, se pasa una mano por la cara y suspira.

- Espero que sepas lo que estás haciendo Hol, porque hay muchas cosas que podrían salir mal en esta historia. -

- Sé lo que estoy haciendo mamá, no te preocupes. - Sostengo su mirada el tiempo suficiente para convencerla de algo de lo que yo tampoco estoy convencido. Cuando finalmente aparta la mirada, señal de que lo compró, suspiro de alivio.

- ¿ Y por qué esta chica aceptaría ayudarte? - me pregunta de repente, justo ahora que estaba convencido de haber superado el tema.

- No lo sé - respondo con sinceridad - solo me pidió un favor a cambio de su ayuda. -

- ¿ Que favor? -

- No lo sé, ella me dirá cuando lo necesite. -

- ¿ Y si te pide que hagas algo malo? -

- No me parece ese tipo... -

- No la conoces, Hol - responde con severidad.

- La cagué, lo sé - me paso una mano por el cabello - pero ya está hecho, intentaré que me dure lo más corto posible. Te prometo que. - Ella parece un poco más tranquila, así que decido cambiar de tema, - ¿Quieres seguir viendo películas de Marvel conmigo? - Bufa resignada antes de sonreír y venir a sentarse a mi lado frente al televisor.

A mitad de la película veo que la pantalla de mi teléfono se ilumina primero una vez y luego dos veces. Lo tomo mientras mi madre todavía está concentrada en admirar a Chris Hemsworth como Thor. Me sorprende leer el nombre de Fabiana en las dos notificaciones. Abro los mensajes y los leo rápidamente.

Fabiana: Lamento lo de antes.

Fabiana: No debería haberte tratado de esa manera.

- ¿ Quién te escribe? - me pregunta mi madre después de bloquear la película.

- Fabiana, la chica que me está ayudando. -

- ¿ Y qué quieres a esta hora? -

- No mamá, volvamos a ver la película. - No puedo contestarle ahora mismo con mi madre mirándome como un halcón, así que vuelvo a dejar el teléfono en la mesa de café frente al sofá y me siento nuevamente en mi asiento.

No sé exactamente cuándo me quedé dormido, solo sé que cuando abro los ojos afuera hace sol. Todavía estoy en el sofá y mi teléfono todavía está en la mesa de café y... Joder.

No respondí a Fabiana.

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