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3.- Buena madre

He crecido. He madurado.

Quedé embarazada de mellizos a la edad de veintidós años, pero logré salir adelante y lo más importante saque a mis dos hijos adelante junto conmigo.

Ahora tienen 1 año y medio, pero el camino no ha sido ni un poco fácil. En primer lugar, lo que decían de mi en la universidad cuando quede embarazada no fue nada agradable. No debí sentir alivio cuando dejé la carrera por un año para cuidar de mis bebés, pero lo sentí y cuando volví este año con nuevos compañeros y un año atrasado... me sentí un poco fuera de lugar. Pero tengo que terminar mi carrera. Ser profesora de literatura es todo lo que siempre he querido ser y por mis hijos, para darles la mejor de las vidas, tengo que terminarla.

Al menos tengo a mamá y a Emma a mi lado para ayudarme cada vez que lo necesito.

Mamá trabaja ahora solo de noche. Dice que le es más cómodo, aunque en el día cuida de mis hijos hasta las 3 de la tarde, que es cuando llego. Sus turnos empiezan a las 10 de la noche así que tiene mucho tiempo para dormir.

Aun así, no me siento bien que haya hecho esto por mí y mis hijos.

Emma también me ayuda mucho y es que ella ama a sus sobrinos y obviamente Matty y Mia aman a Emma. Ella ahora tiene dieciocho años y va a comenzar la universidad el próximo año. Esta en su último año de escuela.

Yo tengo veinticuatro y mi vida es aquella que nunca pensé que podría tener. Matty y Mia no estaban planeados. La vida me dio una gran sorpresa trayéndolos a mi vida. Una sorpresa doble. Pero no me arrepiento de nada. Amo a mis hijos.

Tal vez me arrepienta de una cosa... no intentar buscar a su padre.

Y es que, ¿para qué? Solo fui una aventura de una noche. Solo eso. Nada más. Dudo mucho que quiera hacerse responsable de dos niños resultado de una noche de pasión con una desconocida. Tal vez ni si quiera crean que son de él.

Jace se quedó en el pasado, pero es imposible de olvidar. No con dos niños que tienen tantos rasgos que sacaron de él.

Mia tiene sus ojos. Unos hermosos ojos marrón con pestañas muy largas. Se parece más a mí que a él porque tiene el color de mi cabello y lo tiene liso como yo. Tiene mis labios y mi nariz, pero esos ojos son claramente de Jace.

En cambio, Matty es todo Jace. Es una mini copia de su padre. Mismo cabello rubio oscuro ondulado y desordenado. Mismas facciones de la cara. Misma boca y nariz. Mismo color de piel. Lo único que Matty sacó de mí y que les demuestra a los demás que no cambiaron a mi bebé al nacer son los ojos. Mis mismos ojos verde claro.

Aun así, de alguna manera, Mia y Matty se parecen demasiado. No sé cómo, pero tienen algo que pertenece solamente a ellos que hace que todos sepan de inmediato que son mellizos.

Amo a mis hijos más que nada en este mundo.

Estoy en mi última clase. Literatura clásica, con mi profesor guía de la carrera el señor Dean.

Después de esto tengo que ir a casa a cuidar a mis bebés y que mamá pueda dormir un poco antes de que empiece su turno.

-Todos pueden irse, terminamos la clase antes este día- dice el profesor Dean.

Todos con una sonrisa en el rostro comenzamos a ordenar nuestras cosas. Cuando estoy dispuesta a salir por la puerta escucho que el profesor dice:

-Menos usted señorita Tate.

Madison Tate, soy yo.

Me doy media vuelta y me paro frente al profesor, esperando a que hable.

-No sé si usted sabe del viaje que hacen los de último año en esta universidad a Alemania todos los años- dice sacándose los lentes y comenzando a limpiarlos

-Sé sobre él

El viaje de último año, al que debería estar partiendo en una semana si no me hubiera atrasado. Un viaje para divertirse por una semana y vivir una aventura por última vez juntos.

-Bueno, hay un cupo para ti en él. Todo pagado, ya sabes los términos...

-Pero yo no estoy en último año

-Lo sé, pero si vas podrás estarlo.

Frunzo el ceño sin entender de lo que está hablando. No tiene sentido de ningún modo que me encuentre un día en penúltimo año y al siguiente en ultimo.

-Has juntado suficientes créditos como para que toda tu clase se gradué, Madison. Tienes las mejores calificaciones. El consejo de la universidad piensa que, dado tu situación, podías graduarte este año junto con los demás. Pero para eso, tienes que ir a ese viaje, hacer el mejor ensayo sobre ese lugar y una historia. Tu propia pequeña novela. Si te va bien en ambas, y sé que te irá bien, podrás graduarte este año.

Me quedo atónita ante toda la información que estoy recibiendo por parte del profesor Dean. Graduarme este año, eso significaría muchas cosas y todas buenas. Poder independizarme con mis hijos. Poder trabajar en lo que me gusta...

Es demasiado bueno para ser cierto.

Siento que todos mis esfuerzos están dando fruto. Todas esas noches en vela estudiando después de haber pasado toda la tarde cuidando a Mia y Matty sirvieron para algo.

Le doy una gran sonrisa al profesor Dean y él me la devuelve.

-Gracias por esta oportunidad- digo con felicidad- Me encantaría ir, pero ahora no puedo confirmarle. Debo hablar con mi madre si puede cuidar a mis hijos esa semana... creo que todo depende de aquello.

Y es verdad. Odio pedirle cosas a mamá, pero esta vez me tragare mi orgullo y hablaré con ella. Espero que diga que si...

-Bueno, me da la respuesta mañana, Madison.

-No dude que lo haré

...

Cuando llego a mi casa encuentro a mi madre y a mis hijos viendo la televisión en la habitación de mamá. Ella me da una gran sonrisa.

Escucho balbuceos en la habitación y me doy cuenta de que mis bebés me han visto. Son muy inteligentes y tienen esa conexión de hermanos mellizos de las que se suele hablar. Si Mia se enferma, Matty se enferma a los pocos días después. Si Matty se cae en un juego o le duele algo, a Mia le sucede lo mismo. Al principio me asustaba, pero después me acostumbre.

-Mamá- dice Mia alzando los brazos en mi dirección- Bazo, Bazo.

Lo que quiere decir es "Brazo" lo que me indica que quiere que la tome en brazos. Eso es lo que hago y ella sonríe mucho mientras le beso sonoramente su regordeta mejilla.

-Beso- le digo y con el dedo índice indico mi mejilla y ella muy obediente planta en mi mejilla un beso muy sonoro haciendo a propósito el sonido "mua"

Siento que tiran de mi playera y con Mia miramos a la personita que lo está haciendo.

-May- dice Mia tratando de pronunciar el nombre de su hermano, Matty.

Dejo a Mia en la cama a pesar de que hace un puchero cuando lo hago, pero para que ella no llore, mamá la toma en brazos y se coloca a mi lado. Tomo en brazos a Matty quien sin pedirlo me da un sonoro beso en mi mejilla.

Escucho a Mia reír cuando su hermano me besa.

-Mamá- dice Matty apuntándome- Mia- dice apuntando a su hermana- Mamue- dice apuntando a mamá.

Con mamá nos reímos. Es una manía de mis hijos que a todas las palabras que les enseñamos le ponen la letra m. Intento quitárselo, pero es difícil y ellos se resisten.

- ¿Memma? - pregunta Matty

Lo que quiere decir es Emma. Ellos siempre preguntan por su tía. La quieren mucho y Emma lo sabe. Si que lo sabe.

-Tía Emma está en la escuela aún, Matty.

Mi hijo asiente y comienza a moverse en mis brazos. Se quiere bajar. Lo dejo en el suelo al mismo tiempo que mamá deja en el suelo a Mia. Mi casa no tiene escaleras. Nos cambiamos a una específicamente por ese detalle. Así que es una casa segura para dos bebés que caminan por todos lados.

-Mamá, ¿Puedo hablar un poco contigo?

Ella se sienta en la cama y me mira preocupada. Asiente cautelosamente

-Me ofrecieron la oportunidad de graduarme este año.

Mi mamá abre los ojos llenos de sorpresa y una sonrisa comienza a crecer en su cara.

-No pongas esa cara, no es gratis. De un modo. Tengo que ir a un viaje de una semana a Alemania y hacer un ensayo y una pequeña novela para fin de semestre. Estaría todo pagado, pero... -vacilo, no quiero pedirle que cuide a mis hijos. Ya es mucho pedirle algo más.

-Quieres que cuide a Mia y Matty por esa semana- dice sin pestañear.

Yo asiento, incapaz de decir palabras.

-Maddie, sabes que la respuesta es sí. No tengo problemas en cuidar a mis nietos una semana. Y sé que Emma me ayudará a hacerlo. Esta es una gran oportunidad para ti. Una que tienes que aprovechar, hija.

Hace una pausa en la que sus ojos se llenan de lágrimas. Los míos también al ver que mi madre está a punto de llorar.

-Te has esforzado tanto estos dos últimos años, hija. Has pasado por cosas difíciles. Cosas que la mayoría de las chicas de tu edad se habría derrumbado al ocurrirles. Eres la mejor madre que he visto y si, mucho mejor de lo que yo fui. Estoy orgullosa de ti, Madison. Siempre lo he estado y siempre lo estaré. Mereces una recompensa por esto y esta oportunidad lo es y lo sabes. No sólo yo estoy orgullosa de ti, Emma lo está, tu padre lo está mientras te mira desde el cielo y sé que algún día cuando Mia y Matty vean todo lo que has hecho por ellos estarán orgullosos de ti también.

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