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Me acerqué a la ventana, mire mis manos y pensé ¿en qué momento mi vida ha tomado este giro? Creía ser un chico común y corriente y ahora me miro y no lo puedo creer, me transformo en un samurai, lucho con demonios y todavía tengo un amigo que es un espíritu, si papá y mamá supieran esto jamás me creerían. Los comprendo, si alguien me dijera todas estas cosas tampoco lo creyera.
Me volví a sentar en la cama, observé que un cuaderno estaba medio abierto, cosa que yo no recuerdo que lo había dejado de esa forma. Me levante para tomarlo y entre las hojas había un mensaje de Katsuro.
Querido James, déjame decirte que desde que te conocí hasta el día de hoy me ha parecido una de las mejores cosas que me ha pasado, tu amistad sincera, las ocurrencias que hemos tenido e incluso las discusiones, se que me aparecí con el propósito de sacar tu mejor versión de ti mismo haciéndote un luchador excepcional, siempre he confiado en ti y siempre lo haré, me has demostrado ser un chico muy fuerte, tienes una bonita familia y amigos que te quieren mucho, pero esta vez me despido de ti, Pero en el inframundo saben que yo estoy cambiando, qué me estoy volviendo más humano que espíritu, ellos creen que los he traicionado, creen que por medio de ti lograre conquistar el inframundo, así que lo más seguro que cuando leas esta carta yo quizá estaré muerto, por si llegas ver a otros justicieros por favor no les muestres tu poder, eso solo llamará la atención queriéndote hacer daño. Cuídate.
Demonios tengo que ir a buscarlo, su vida corre riesgo y yo jamás permitiré que eso pase—salí de mi casa desesperado buscándolo.
—¿Dónde vas, James?—un sujeto estaba en mi puerta principal, no sabía quién era, pero sabía a lo qué iba.
—¿Quién eres tú?—lo fulmine con la mirada— ¿como sabes mi nombre?
KATSURO
—lo siento mucho, Katsuro—Kai estaba muy lastimado, él no era oponente para Jinsu.
—creí que eras un poco más fuerte, al parecer eras solo habladurías pequeño chico—Jinsu reía de manera burlesca al ver lo que había hecho con el cuerpo de Kai.
—Maldita sea, ¿en qué demonios te convertiste, Jinsu? ¿Acabaras con la vida de un inocente? ¿Dónde ha quedado la justicia de tu corazón?—trate de hacerlo entrar en razón, pero fue imposible.
—todo aquel que alce su mano contra mí lo consideraré mi enemigo y este chico lo hizo, así que pondré fin a su vida—preparó su espada para el ataque definitivo—siéntete agradecido que moriras bajo la espada del gran Jinsu.—¡toma esto!—atacó e inmediatamente un destello de luz intervino deteniendo el ataque.
—¿Quién demonios eres tu?—Jinsu señaló con su espada.
—mi nombre es James Brixt, Creo que eres a quien buscabas ¿no?—traía su armadura puesta, se miraba tan imponente, su mirada era fría y llena de seguridad, su espada destellaba intensamente un fuego cálido.
—con que tu ¿eres el elegido?—lo observo de los pies a la cabeza—no te miras mal que digamos, pero veremos qué tan fuerte en realidad eres, porque este chico que apareció tan solo en segundos lo hice trizas que por no haber sido por ti, le hubiera cortado su maldita cabeza, al menos ya nos hiciste el trabajo más fácil viniendo hacia tu propia muerte.
—James, eres un estupido o ¿Qué? Te dejé dicho todo en la libreta y aún así vienes, qué terco que eres, tan solo quería cuidar tu vida.—le grité, siempre hacia lo contrario de las cosas que uno le ordenaba.
—¿y así pensabas cuidarme? Entregando tu vida a estos odioso tipos—frunció el ceño—no te preocupes, no tengo miedo en lo absoluto—elevó su dedo pulgar en forma de aprobación.
Definitivamente James estaba loco, no tenía idea de con quien estaba tratando, pero como siempre él no entendería de razones hasta que él mismo se diera cuenta de las cosas.
—veremos que te ha enseñado Katsuro—Jinsu empezó a atacar a James.
La velocidad ascendía cada vez más, la manera que estaban peleando era estremecedora, pero lo más extraño es que James estaba repeliendo los ataques de Jinsu.
—vamos, no me digas que ¿solo te vas a dedicar a defenderte?—sus espadas chocaban mutuamente esparciendo chispas entre cada choque—Debes de tener algo oculto, algo bien guardado para el final, por algo te dicen el elegido.—su espada empezó a hacerse más fuerte trastabillando a James hiriéndolo profúndame.—le hubieras hecho caso a Katsuro, te hubieras escondido por el resto de tu vida, pero en ahora moriras a manos mías.
—no tan rápido—James se reincorporó, dio un giro súper rápido hiriendo a Jinsu en su costado.
—¿Qué?—se sorprendió, tomó su mano y palpó su herida—maldito nadie había herido al gran Jinsu. ¡moriras!
—no te confíes de este chico—dijo el maestro—este chico tiene un poder impresionante.
—no digas tonterías maestro, veremos qué hará con esto—Jinsu elevó su poder creando una especie de fuego que cubría su cuerpo como una nube, solo pude ver cuando de esa nube salió su espada a una velocidad la cual hacía un sonido con el viento a medida que se desplazaba hiriendo a James en su pecho. La espada lo había atravesado de lado a lado cayendo de rodillas.—vamos, levantaste o ¿ya no puedes?—extrajo la espada del pecho de James, inmediatamente empezó a sangrar, la herida que le habia hecho lo espada era fatal, a James se le miraban los ojos descoloridos y su semblante estaba como sí había sido hechizado.
¿será el final de James Brixt? ¿la esperanza de nuestro héroes habrá acabado? O ¿solo será renacer de una bestia poderosa?—desconocido
