Librería
Español

Sálvame

62.0K · Completado
yubelka1234
18
Capítulos
67
Leídos
9.0
Calificaciones

Sinopsis

Cuando todo parece perdido y no sabes qué hacer, siempre el amor puede ser tu Salvador.

RománticoDramaSeductor

1

KATSURO

Es increíble la manera de luchar de este chico, jamás creí que un humano pudiera aprender tan rápido, tiene un poder Tan impresionante que por lo qué veo me superará dentro de poco. El viaje de regreso cada vez está más cerca. Cada día qué pasa es un día de progreso con el.

JAMES

La alarma espantosa sonaba. Yo me revolcaba en la cama de un lado a otro, pero esta seguia sonando, era un ruido chillante para mis oídos y peor a esas horas en donde se experimentaba el sueño más agradable.

—maldición—le di un golpe callandola a lo inmediato.—demonios, es tarde—abrí mis ojos, ya era hora de irme a la universidad, pero antes tenía que despertar a mis hermanas.—corrí hacia su habitación.

Antes de salir vi que Katsuro había aparecido a la orillada de mi cama.

—¡katrina, katrana!—les golpeé la puerta—es hora que despierten par de dormilonas, papa me dejo encargado de llevarlas a la escuela y yo dentro de poco me iré, así que no tarde. O tendrán que irse caminando.—regrese a mi habitación para bañarme.

Katsuro se miraba ido viendo a la ventana, parecía que estaba en estado de trance.

—¿pasa algo, amigo?—me senté a su lado palmeando su hombro. Quizá la estaba pasando mal.

—no—sonrió—no pasa nada, solo estoy pensando un poco en lo que ocurrió ayer. Estoy tratando de entender ciertas cosas que vi. Como por ejemplo ese chico, Kai Logan, es interesante, pero se ve que es uno de esos chicos que oculta muchas cosas, lo puedo ver en su mirada y en sus rostro.

—lo mismo pienso—me recosté—quizá todos tenemos una mala historia detrás de nuestras vidas y tratamos de aparentar que no sucede nada, mira la historia de él con su padre, pienso que es injusta.

—así es—asintió—pero las cosas son así allá, no hay clemencia, sobrevive el que es más fuerte, la debilidad no es una opción, no es como acá que no pasa nada si eres débil o eres fuerte.

—pero ¿viste el poder que tiene? Además las habilidades son sorprendentes, de no haber sido por su idea de fusionar las espadas no sé cómo le hubiéramos hecho con ese demonio gigante. En el fondo quizá no es un mal chico, ayer lo demostró luchando a nuestro lado. ¿crees que el se una a luchar con nosotros?—frunci el ceño.

—no lo sé, James, solo el tiempo lo dirá—palmeo mi hombro para luego desaparecer.

ASTRID

—Mell, quisiera hacerte una pregunta—viajábamos rumbo a la universidad, aún íbamos a buena hora.

—Claro, ¿dime?—conducia con una soda colocada en un recipiente del coche a un lado del asiento del piloto.

—¿por qué cada vez que James intenta hablar conmigo tú intervienes?—quise saber, por qué la verdad eso era lo que yo notaba cada vez que el chico se aproximaba.

—Astrid, sea el u otro hombre lo mismo haría, tú sabes muy bien lo que siempre buscan los hombres. Sexo y más sexo, lo único que hago es protegerte, no es por otra cosa en especial. Hoy en día hay que andar así con ellos.

—no entiendo, ¿cómo puedes opinar eso de él? si ni siquiera lo conocemos bien, al menos yo no creo eso de el, se ve una buena persona—frunci el ceño, no consideraba de esos hombres a, James, había algo en mi corazón que me decía que no.

—linda persona... si, como no. Esa es la estrategia de los hombres, Astrid, portarse bien cuando conocen a la chica hasta lograr su cometido llevándola a la cama.—rodó sus ojos.

—yo opino que lo conozcamos mejor, además no puedes negar que es bien guapo, cada vez que se me acerca y veo su rostro de cerca me da algo en mi estómago al ver esos ojos brillantes, ese cuerpo bien trabajando—divague en mis pensamientos recordando las pocas veces que lo tenía de frente.

—olvídate de eso, Astrid—sacudió mi cabeza, no caerás en las redes de ningún hombre mientras me tengas de amiga.

—oye, tranquila—sonreí—solo quiero ser un poco bromista y te lo tomas muy apecho, pero... ¿Qué tal si lo invitamos a la fiesta que tú organizarás? Creo que sería una buena oportunidad de conocerlo mejor.

—¿hablas de la fiesta en el bosque?—fruncio el ceño negando con su cabeza mientras seguía conduciendo.

—si, a esa misma—asentí.

—¿tú crees que quiera ir? Ese chico se ve un poco amargado, yo digo que mejor no.

—bueno, solo preguntándoselo sabremos ¿vale?

JAMES

Entre por la puerta principal de la universidad, ahí estaba Harry con su bolso enganchado al hombro, tan tranquilo como siempre.

—James, vienes a buena hora—se acercó—pensé que no vendrías.

—¿a buena hora de que?—quise saber.

—oye hoy es el partido de básquetbol, ¿acaso lo olvidabas? Es muy importante para nosotros.

—no, ¿cómo crees? De hecho guarde el uniforme antes de venirme—abri la mochila para cerciorarme que lo traía, aparte mis libros y los cuadernos y al fondo estaba.

—bien, porque te necesitamos para este juego, la ultima vez no jugaste y en la tabla de posiciones vamos demasiado bajo—seguiamos caminando.

Llegamos a la sala donde estaban nuestras cosas, me quite la camisa, habían otros chicos del equipo. Nos dirigimos hacia la cancha, pero antes habíamos pasado por un pasillo en donde se estaban cambiando las porristas, entre ellas estaba Astrid, estaba poniéndose su camisa, accidental la puerta estaba medio abierta y la pude ver en sostén. Era realmente hermosa.

—¡Ajá! Con qué te encontré viendo a Astrid—Harry estaba detrás susurrándome al oído.

—estás loco, tan solo pasaba por acá y me encontré con eso, no soy pervertido para tu información—mordí mis labios, me había encantado lo que había visto, fue como un deseo intenso hacia ella que no sabía por qué había ocurrido.

—no me vas a negar que es hermosa—observo de manera acechante—que afortunado será aquel chico en quien se fije.

—bueno si, en eso si tienes razón—lo tome del brazo y seguimos caminando. Ya suficiente había sido el verla por accidente.

El partido se llevó acabo, el marcador iba en contra de nosotros, pero teníamos poco tiempo para darle vuelta.

—James, no te estás concentrando—Harry se acercó—¿te pasa algo?

—no es nada, sigamos jugando—dentro de los espectadores estaba Kai, con su rostro misterioso camuflado entre las personas, el me miraba fijamente. Si creía que yo no lo había visto pues estaba muy equivocado.

Faltaban tan solo cinco minutos y aún estábamos abajo del marcador, me concentré solo en el juego, necesitaba llevar a mi equipo a la final y ese era el momento de hacerme ver, empecé a acertar sobre la línea de tres, logrando la victoria. Mi equipo me empezó a cargar en sus manos suspendiéndome en el aire.

—¡Hip, hip, hurra! ¡Hip, hip, hurra!—gritaban en unísono, fue un momento emotivo para todos.

Logré acercarme y ahí estaba Astrid, con su uniforme y tan hermosa como siempre.

—Felicifades, campeón—guiñó un ojo—te lo mereces—echó porras

—gracias—la abrace, sentí ese olor a su pelo cuando me daba en la cara.

Inmediatamente me dirigía hacia Kai cuando lo vi que estaba algo cerca.

—Hola, Kai, ¿Cómo estas?—extendí mi mano.

—no tan bien como tu, que hoy eres la estrella del equipo—estrecho mi mano.—felicidades, James.

—¿Qué tal si vamos a almorzar a la cafetería que está acá afuera? —quería ser amable y de alguna forma sacarle alguna platica.

—bien, me parece buena idea—salimos.

—¿podemos acompañarlos?—Mike y Harry se acercaban.

Enseguida, Kai y yo nos quedamos viendo debatiéndonos si sería buena idea, pero ellos también eran mis amigos.

—vengan con nosotros, no hay problemas—el grupo salió.

Llegando a la cafetería y lo que más se me antojaban eran unas buenas hamburguesas dobles de queso, jamón y costilla y por supuesto una soda bien helada, de esas que me quemaban la garganta.

El mesero colocó los menús en frente de nosotros. De igual forma todos pedimos lo mismo.

—me disculpan, iré al baño—Kai, salió rápidamente.

—a mi también me disculpan—me retire siguiéndolo.

Entramos al baño, estaba vacío.

—¿Qué se supones qué haces James? ¿crees que por invitarme a comer crearemos lazos de amistad?—negó con su cabeza.—el hecho de que yo esté acá no quiere decir que nuestra rivalidad desapareció y si crees algo de lo de ayer, eso quedó en el pasado, lo hice para enmendar mi error.

—tómalo como quieras, yo solo quise que te divirtieras un poco, ya que siempre estás solo.

—¿crees que por estar solo soy un tipo aburrido?—fruncio el ceño, cuando vives en soledad eso luego se te vuelve una costumbre y no te afecta en nada.

—no insistiré más, pero al menos no eches a perder el momento de los chicos, ellos están tranquilos como para empezar una batalla, solo come y calla—nos dirigimos a la mesa.

ASTRID

Estabamos en el vestidor y las chicas murmuraban algo, al escuchar el nombre de James me colé en el grupo tratando de chismosear.

—¿de qué hablan chicas?—quise saber.

—es de James, ese chico esta muy guapo, ¿viste cuando terminaron y se quitó la camisa? Es una lástima que siga soltero, se esta desperdiciando definitivamente.—babeaban por el, pero de alguna razón sentía un poco de celo al saber que todas esta chicas lo deseaban, peor no sabía por qué me estaba pasando esto a mi.

—¿en verdad creen que el este soltero?—coloque mi oído muy atenta a lo que dirían.

—pues nosotras nunca lo hemos visto con una chica, siempre se la pasa con sus amigos jugando o hablando de cosas. Me encantaría tener la oportunidad de hablarle, me bastaría con solo verlo de cerca—todas se pasmaron.

—dejen de hablar locuras—llegó Mell a dispersarnos—ese chico es un chico común y corriente, no sé cómo ustedes se desviven por el.—se le notaba lo enojada.

—quizás hasta a ti te gusta y no lo quieres aparentar, Mell—dijo una de las chicas.

Inmediatamente la tomo de la camisa muy enojada.

—ni en bromas vuelvas a decir eso, ¿te quedó claro?—la soltó de golpe.

—vamos Mell—tome su brazo intentando calmarla—solo estamos comentando acerca de James, no es necesario que te comportes así, ademas el es buen complicado, las chicas tienen razón cuando dicen que él se la pasa con sus amigos.—sonreí.

JAMES

—James...—aparecía Katsuro susurrándome al oído mientras caminaba rumbo a casa.

—Katsuro y sus métodos de darme miedo—reí—oye viejo, ¿Dónde te metiste? Estuvo bastante bien el día de hoy.

—anduve viendo toda la ciudad, ustedes los humanos tienen muchas cosas interesantes que ofrecer. Por cierto, ¿Cómo te sientes? ¿qué tal te fue en tu partido? Lo supe ahora que te vi en el cuarto metiendo tu uniforme en la mochila.

—bien, ganamos y por supuesto yo fui la estrella de la noche—fanfarroneé—ah, también tuve un almuerzo con Kai.

—¿ah, si? ¿Qué te dijo?

—nada, el siempre dice que entre nosotros siempre habrá una rivalidad, sabes, eso me preocupa, el se que guarda un rencor que lo hace ser así.

—déjalo, ya se le pasará y veras que cuando menos lo esperes estará con nosotros. ¿Sabes algo? Todo este tiempo que he estado en este planeta me he apegado a ciertas cosas de ustedes, como por ejemplo el amor hacia sus seres queridos, eso es algo que aún no comprendo, pero sé que es una manera en la que se aferran para batallar. Solo espero no tener ciertos problemas con los del inframundo.

—¿problemas como que?—quise saber.

—no, nada, continuemos o se nos hará más tarde—seguimos caminando mientras el sol cada vez se ocultaba más.