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1 - 1

KATSURO

Es increíble la manera de luchar de este chico, jamás creí que un humano pudiera aprender tan rápido, tiene un poder Tan impresionante que por lo qué veo me superará dentro de poco. El viaje de regreso cada vez está más cerca. Cada día qué pasa es un día de progreso con el.

JAMES

La alarma espantosa sonaba. Yo me revolcaba en la cama de un lado a otro, pero esta seguia sonando, era un ruido chillante para mis oídos y peor a esas horas en donde se experimentaba el sueño más agradable.

—maldición—le di un golpe callandola a lo inmediato.—demonios, es tarde—abrí mis ojos, ya era hora de irme a la universidad, pero antes tenía que despertar a mis hermanas.—corrí hacia su habitación.

Antes de salir vi que Katsuro había aparecido a la orillada de mi cama.

—¡katrina, katrana!—les golpeé la puerta—es hora que despierten par de dormilonas, papa me dejo encargado de llevarlas a la escuela y yo dentro de poco me iré, así que no tarde. O tendrán que irse caminando.—regrese a mi habitación para bañarme.

Katsuro se miraba ido viendo a la ventana, parecía que estaba en estado de trance.

—¿pasa algo, amigo?—me senté a su lado palmeando su hombro. Quizá la estaba pasando mal.

—no—sonrió—no pasa nada, solo estoy pensando un poco en lo que ocurrió ayer. Estoy tratando de entender ciertas cosas que vi. Como por ejemplo ese chico, Kai Logan, es interesante, pero se ve que es uno de esos chicos que oculta muchas cosas, lo puedo ver en su mirada y en sus rostro.

—lo mismo pienso—me recosté—quizá todos tenemos una mala historia detrás de nuestras vidas y tratamos de aparentar que no sucede nada, mira la historia de él con su padre, pienso que es injusta.

—así es—asintió—pero las cosas son así allá, no hay clemencia, sobrevive el que es más fuerte, la debilidad no es una opción, no es como acá que no pasa nada si eres débil o eres fuerte.

—pero ¿viste el poder que tiene? Además las habilidades son sorprendentes, de no haber sido por su idea de fusionar las espadas no sé cómo le hubiéramos hecho con ese demonio gigante. En el fondo quizá no es un mal chico, ayer lo demostró luchando a nuestro lado. ¿crees que el se una a luchar con nosotros?—frunci el ceño.

—no lo sé, James, solo el tiempo lo dirá—palmeo mi hombro para luego desaparecer.

ASTRID

—Mell, quisiera hacerte una pregunta—viajábamos rumbo a la universidad, aún íbamos a buena hora.

—Claro, ¿dime?—conducia con una soda colocada en un recipiente del coche a un lado del asiento del piloto.

—¿por qué cada vez que James intenta hablar conmigo tú intervienes?—quise saber, por qué la verdad eso era lo que yo notaba cada vez que el chico se aproximaba.

—Astrid, sea el u otro hombre lo mismo haría, tú sabes muy bien lo que siempre buscan los hombres. Sexo y más sexo, lo único que hago es protegerte, no es por otra cosa en especial. Hoy en día hay que andar así con ellos.

—no entiendo, ¿cómo puedes opinar eso de él? si ni siquiera lo conocemos bien, al menos yo no creo eso de el, se ve una buena persona—frunci el ceño, no consideraba de esos hombres a, James, había algo en mi corazón que me decía que no.

—linda persona... si, como no. Esa es la estrategia de los hombres, Astrid, portarse bien cuando conocen a la chica hasta lograr su cometido llevándola a la cama.—rodó sus ojos.

—yo opino que lo conozcamos mejor, además no puedes negar que es bien guapo, cada vez que se me acerca y veo su rostro de cerca me da algo en mi estómago al ver esos ojos brillantes, ese cuerpo bien trabajando—divague en mis pensamientos recordando las pocas veces que lo tenía de frente.

—olvídate de eso, Astrid—sacudió mi cabeza, no caerás en las redes de ningún hombre mientras me tengas de amiga.

—oye, tranquila—sonreí—solo quiero ser un poco bromista y te lo tomas muy apecho, pero... ¿Qué tal si lo invitamos a la fiesta que tú organizarás? Creo que sería una buena oportunidad de conocerlo mejor.

—¿hablas de la fiesta en el bosque?—fruncio el ceño negando con su cabeza mientras seguía conduciendo.

—si, a esa misma—asentí.

—¿tú crees que quiera ir? Ese chico se ve un poco amargado, yo digo que mejor no.

—bueno, solo preguntándoselo sabremos ¿vale?

JAMES

Entre por la puerta principal de la universidad, ahí estaba Harry con su bolso enganchado al hombro, tan tranquilo como siempre.

—James, vienes a buena hora—se acercó—pensé que no vendrías.

—¿a buena hora de que?—quise saber.

—oye hoy es el partido de básquetbol, ¿acaso lo olvidabas? Es muy importante para nosotros.

—no, ¿cómo crees? De hecho guarde el uniforme antes de venirme—abri la mochila para cerciorarme que lo traía, aparte mis libros y los cuadernos y al fondo estaba.

—bien, porque te necesitamos para este juego, la ultima vez no jugaste y en la tabla de posiciones vamos demasiado bajo—seguiamos caminando.

Llegamos a la sala donde estaban nuestras cosas, me quite la camisa, habían otros chicos del equipo. Nos dirigimos hacia la cancha, pero antes habíamos pasado por un pasillo en donde se estaban cambiando las porristas, entre ellas estaba Astrid, estaba poniéndose su camisa, accidental la puerta estaba medio abierta y la pude ver en sostén. Era realmente hermosa.

—¡Ajá! Con qué te encontré viendo a Astrid—Harry estaba detrás susurrándome al oído.

—estás loco, tan solo pasaba por acá y me encontré con eso, no soy pervertido para tu información—mordí mis labios, me había encantado lo que había visto, fue como un deseo intenso hacia ella que no sabía por qué había ocurrido.

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