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#2 El resto del mundo

Rose's POV

Es la 1 a.m. y la fiesta ha tomado un giro interesante, mi hermano no se ha despegado de Halsey desde que llegó y como se supone que es el Dj y ya no hay nadie que coloque música entonces la gente dejó de bailar y empezaron a hacer juegos, como retos y cosas por el estilo, algunos juegan 'quita-ropa', otros están en algo así como Bear Pong, yo por otro lado solo observo y me río de todos, en especial de Taylor con su grupo de jugadores de fútbol americano que parecen un montón animadores ebrios.

— ¿Quieres Jugar Rose? — Me pregunta Daniel que está sin camisa y sudando.

Todos los que están alrededor de la mesa de Pin Pong me observan eufóricos.

— Vamos Rose... ¡Rose! ¡Rose! ¡Rose! — hacen coro y no me queda más remedio que hacer lo que me piden.

— Bien, ¿Cómo se juega? — doy un salto de mi silla y me acomodo frente a la mesa.

— ¡Esoooo! wuuuuu — Celebran en coro.

— Muy bien, es simple, debes lanzar la pelota y hacer que en menos de dos rebotes caiga en el vaso. — Me explica Daniel — Si no lo logras...— hace un redoble de tambores en la mesa.

— ¡Retooo! — nuevamente todos hacen coro, incluso mi hermano deja de mirar fijamente a Halsey para verme jugar.

Entonces Daniel me da una pelota de Ping Pong y todos a mí alrededor observan expectantes, respiro un poco y la lanzo suavemente... La pelota da dos rebotes y el segundo después de la red

¡Entra al vaso! Todos ponen cara de sorpresa, hasta yo, vaya ¡A la primera!

— ¿Y qué pasa si ganaba? — Pregunto a Daniel con tono cómico.

Todos los presentes en la sala se quedan callados esperando la respuesta de Daniel, parece que nadie ha ganado este juego.

— Puedes ponerle un reto a quien tú quieras en esta sala. — Dice alguien, y todos le dan la razón, entonces asiento con la cabeza y me dispongo a elegir mi reto.

Por un segundo se me pasó por la mente hacerle un reto muy estúpido a mi hermano para que Halsey lo viera hacer el ridículo pero no tiene caso ser tan cruel, entonces busco la mirada de Daniel y le doy una sonrisa malévola, el chico me pide compasión con los ojos...

— Mi reto es para Daniel. — Todos en la sala ríen... Pero... justo en el momento que iba a narrar mi reto veo un reflejo, rojo y un poco maquiavélico de una sombra subiendo las escaleras de mi casa, lo cual me pone alerta, nadie tiene porqué subir al segundo piso, la fiesta es únicamente en esta planta, cualquier otro día lo hubiese dejado pasar pero hoy algo me dice que siga a esa sombra.

— Lánzate a la piscina, con ropa. — digo rápidamente, escucho silbidos y gritos de todos mientras arrastran a Daniel al jardín de atrás y aprovecho para dirigirme a la segunda planta.

Mientras llego a las escaleras escucho como todos cerca de la piscina gritan "¡Al agua! ¡Al agua!", pero mi atención ya no está en ellos.

Subo rápidamente las escaleras y antes de llegar a la última grada me detengo sorprendida, esa sombra roja no es nada menos que Skyler Grey, está de espaldas a mí y puedo ver que intenta abrir una de las puertas, parece discreta como si no quisiera que alguien notara su presencia ahí.

— Oye...— titubeo, ella se gira sur rostro con sorpresa. — ¿Qué haces...?

Se da la vuelta muy rápido con sorpresa, abre y cierra la boca un par de veces antes de hablar.

— Yo solo... lo siento, buscaba el baño — Usa tono de seguridad en sí misma. — No quería subir sin permiso.

Yo no soy alguien que divague demasiado pero, ese tono, jamás había escuchado a alguien con tanta seguridad repentina y eso me hizo darme cuenta que jamás he cruzado ni una sola palabra con Skyler Grey, me había enterado de todo sobre ella y mi círculo social me la había metido por los ojos como parte de una especie de burguesía en WeiBull, pero jamás había escuchado su voz, siempre era Ashton quien hablaba por los dos como la perfecta pareja que conforman pero no puedo creer que nunca la noté realmente.

— Ahí. — hablo rápidamente y señalo una puerta, la del baño.

Ella titubea un poco y entra sin decir nada, es raro como su apariencia puede denotar timidez pero las palabras que salen de su boca son todo lo contrario.

Me quedo unos segundos contemplando la puerta del baño, como hipnotizada por la madera de roble negro que la constituye, estar frente a este objeto me inspira un sentimiento, como cuando estás haciendo alguna tarea y tus ojos se desvían al vacío y comienzas a pensar en cosas raras, fórmulas dudas existenciales y divagas sobre ellas, mirar directamente a la puerta del baño me provoca esto, una auténtica desconexión de la realidad.

— Parece que tienes muchos amigos. — Su voz que por alguna razón me acaba de recordar a los clásicos caramelos de miel nuevamente habla y yo vuelvo repentinamente a la realidad.

Escucho como aun en el primer piso los chicos gritan "Oye Rose", "¿Dónde estás?", "Vamos a jugar Rose", "¡Daniel quiere la venganza!".

— Hay mucha gente ebria allí abajo. — comento.

— Es una buena fiesta.

Esto es tan raro, ¿Por qué aun no me he ido de aquí? ¿Por qué ella me habla? Ósea que necesidad tiene de entablar una conversación conmigo mientras está dentro del baño, y yo a la vez estoy como idiota mirando la puerta de este.

— Mi hermano sabe cómo hacer sus cosas. — mis respuestas son muy secas, pero hablarle me hace sentir incómoda.

— Ya veo. — Hay un largo e incómodo silencio y aun no entiendo porque mis piernas no se mueven de ahí. — Tu eres Rose cierto, la chica de la moto.

Encarno una ceja, jamás nadie me había llamado "La chica de la moto", esta fue una descripción tan básica y simple que hasta me siento como un ser sin importancia.

— Sí, la misma... Y tú eres Skyler, la novia de Ashton. — no pude evitar responderle con la misma descripción básica y simple.

Otro silencio, pero ahora menos incómodo.

— Si, esa soy yo. — Me apoyo sobre la pared junto a la puerta. — Hoy te vi en clase de emprendimiento, eso de la cerradura fue genial.

— Oh, mmm gracias.

Ahora sé que al menos sabe de mi existencia lo cual me provoca un sentimiento de incomodidad repentina, no entiendo el fin de esta conversación.

— ¿Cómo aprendiste a hacer eso?

Pienso la respuesta por unos segundos, aprendí a forzar cerraduras a la fuerza, papá es dueño de unos viñedos y cuando era pequeña nos llevaba a su trabajo y a Adam le parecía muy gracioso encerrarme en las bodegas hasta hacerme llorar, pero un día el idiota de mi hermano perdió las llaves, y papá, como habitualmente, no estaba cerca de nosotros, entonces tuve que pasar varias horas toqueteando la cerradura de la bodega con piezas de metal que encontraba por ahí hasta que logré salir, Adam estaba pálido al ver que me había liberado y jamás me volvió a hacer bromas.

— No lo recuerdo. — Miento, solo para evitar una larga explicación, hay pocas cosas que detesto pero entre esas está hablar de más sobre mi vida. — Tampoco es la gran cosa.

Hay un silencio y empiezo a caminar lentamente de vuelta a las escaleras para irme después de esta esporádica conversación.

— Rose — Pronuncia mi nombre justo antes de que me marchara a toda velocidad. — ¿Podrías ayudarme?

Titubeo, aún tengo la posibilidad de salir corriendo pero tengo curiosidad ¿En que podría ayudarla, a ella?

La cerradura de la puerta del baño se abre y yo entro lentamente.

Mis ojos nuevamente se quedan estáticos viendo por segunda vez a la chica, ese vestido rojo y todo lo que lleva encima en general le queda odiosamente increíble... Detengo mi descarada mirada para prestar atención a su cabello, que está enredado en un pequeño broche en la espalda de su vestido, rápidamente me acerco y lo empiezo a desenredar sin siquiera esperar a que ella me lo pida.

— Tal vez por esto no soy muy fan de los vestidos. — susurro para mí misma, entonces sin querer doy un tirón fuerte que sin querer rasguña un poco el cuello de la chica.

Ella reacciona de inmediato lanzando una mano atrás de su nuca, pero eso sólo provoca un repentino y largo rose de nuestras manos, siento entonces como si hubiese tocado una alarma de incendios o un cable eléctrico porque como si fuera una descarga de energía el tacto se trasporta directo a mis mejillas y puedo jurar que ella también se estremece un poco, nos separamos inmediatamente, doy un paso en falso hacía atrás y ella uno hacía adelante, en ese mismo acto nuestros pies casi sincronizados se resbalan por el húmedo suelo.

Pero no basta sólo con eso, las dos sufrimos un inevitable tropiezo, yo caigo primero, me doy de culo contra el piso y que jodido dolor, pero Skyler que pudo esquivar en el aire un golpe contra el retrete termina a horcadas sobre mis piernas, con las manos a cada lado de mi cabeza, nos miramos con preocupación y respirando agitadamente, sus manos se relajan y caen en mis hombros, me ruborizo con muchísima intensidad y ni siquiera entiendo la razón.

Pero ahí estaba, en la posición que menos me podría haber imaginado, mirando los ojos de Skyler Grey, aun así de cerca no puedo averiguar el color.

Intento calmar mi respiración y levantarme pero me duele seriamente el culo, entonces después de varios segundos en los que ninguna de las dos se moviera o dijera nada y yo me rindiera ante el hecho de que mi corazón no dejaría de golpear con tanta fuerza, decido hablar.

— ¿Te puedo hacer una pregunta? — Estas palabras salen de mi boca repentinamente, las mejillas de ella se encienden como una linterna roja. — ¿Halsey va enserio con Adam? mi hermano.

Ella encarna las cejas y baja su mirada.

— Probablemente lo deje muy pronto. — dice sin muchas ganas pero de forma sincera.

Por alguna razón me parece grosera su repuesta, entonces para poder seguir sosteniendo la conversación y que las cosas no sean más incómodas alargo mi mano hasta su cuello e intento seguir desheredando su cabello del broche, pero esto hace todo aún más incómodo porque aquel cercano contacto me pone nerviosa y torpe.

— Pues Adam si es de compromisos, deberías decirle eso a tu amiga. — espeto más cortante de lo que me gustaría.

Ella levanta la cabeza dejando su cuello completamente a mi merced, ahora no solo me tiemblan las manos... Mis labios también estaban llenándose de movimientos nerviosos ante tal vista, me pregunto en mi cabeza ¿Que mierda me sucede? ¿Porque tengo el pulso en la garganta?

La chica me dedica una media sonrisa pero con un toque de sarcasmo.

— No es por nada, pero hacerse demasiadas ilusiones con una chica como Halsey es inútil.

Su comentario y la forma en la que habla de Halsey me hacen enojar demasiado repentinamente.

Termino de arreglar el broche enredado y retiro rápidamente mis manos de ella, ya no deseo tenerla ni un segundo más cerca.

— ¿Una chica como ella? Acaso es la gran cosa, la rompecorazones del pueblo. — No recibo respuesta de mi comentario, en cambio veo como la chica de vestido rojo se levanta de un salto y acomoda su vestido. — Como yo la veo es solo una chica más del montón.

Me levanto también y veo como ella sale rápidamente sin decir ni gracias, ahora ciento un fervientes odio creciendo dentro de mí.

— Insultarla frente a mí no va evitar que tu hermano sea otro más en la lista de Halsey. — me giro a verla con fastidio, mientras yo viva nadie se va a burlar así de mi hermano.

— Que asco me acabas de dar.

Pronuncio esa frase con firmeza, salgo del baño, paso al lado de ella sin decir nada más y bajo las escaleras casi echando humo, ¿Que se cree? Yo solo hice una pregunta normal y ella comenzó a hablar como si su amiga fuera un ser al cual idolatrar, incluso insultó a Adam en mis narices, ya entiendo porque nunca antes le hablé a Skyler Grey, es más fácil mantener distancia con los estúpidos niños pijos y no odiarlos por cualquier cosa que sale de sus bocas.

— ¿Dónde estabas? — Doy un pequeño salto de sorpresa, era Daniel.

— Ehh yo... Estas mojado. — Rápidamente evito la pregunta.

— ¿Y adivina quién tiene la culpa? — Dudo un segundo y luego recuerdo el reto que le puse hace unos minutos, vaya ya lo había olvidado. — Me vengaré.

La fiesta sigue su curso, son las 2:30 a.m. y ya se siente apagando el ambiente, los ebrios están durmiendo y los que terminamos sobrios solo estamos hablando entre nosotros, afortunadamente no me he vuelto a encontrar con la chica de vestido rojo, idiota soy que tuve que subir a la segunda planta cuando nadie me había llamado, pero mi suerte no es tan buena y repentinamente veo que aparecen dos parejas por la entrada de la sala.

Halsey, mi hermano, Ashton y Skyler Grey, ambas parejas tomadas de la mano y hablando entre ellos, aquel contacto raro y odioso que tuve con la chica de vestido rojo hace unas horas convirtió en detestables a estas personas pero por alguna razón no puedo evitar ver directamente a Ashton, es guapo y toda su aura inspira autosuficiencia, doy un recorrido por sus brazos, tiene una mano dentro del bolsillo izquierdo y la otra sobre la de Skyler, también su pecho está cerca de la cabeza de la chica y en general está muy cerca de ella pero la verdad es que no se siente cercanía, tal vez jamás los había detallado realmente porque son de esas parejas perfectas intocables que usas como punto de referencia para hablar de amor verdadero pero ahora que los observo fijamente descubro algo que incluso me inquieta.

Así como hay personas que se ven cercanas sin estarlo realmente, están aquellas que aun estando juntas no se ven cerca.

— ¿Te enrollaste con alguien hoy? — pregunta repentinamente Daniel a mi lado.

— No ¿Y tú?

— ¿Enserio no? — pregunta sorprendido.

— No, incluso sigo sobria.

— Te imaginé a estas horas teniendo una noche salvaje.

— Digo lo mismo. — doy un trago de cerveza de un vaso rojo que he llevado toda la noche. — ¿Que nos está pasando?

— ¿Sabes lo que esto significa cierto?

— Que tú y yo nos terminaremos enrollando. — contesto en un suspiro.

Aún sigo observando a las dos parejas, Halsey hablando toda coqueta con mi hermano y al lado Skyler mirando algo al parecer muy entretenido en su celular junto con Ashton, jamás he sido de las que odian las parejas felices pero todos en la sala los observan fijamente como si fueran los seres más entretenidos del mundo y eso me hace detestarlos, ligeramente, pero detestarlos.

— Así que ahora Adam va a ser de la elite, genial. — dice Daniel en voz baja.

— Puedes callarte... Sostén mi cerveza — el chico me observa sin entender, pero hace lo que le pido. — Vamos a mi habitación.

Me levanto y obviamente Daniel me sigue sin dudar, antes de salir de la sala al pasar junto a las dos parejas felices le doy un leve empujón a Daniel quien derrama toda la cerveza del vaso rojo sobre Halsey.

— ¡Te cuidado idiota! — grita Adam en un intento de héroe, Halsey no dice nada, ni siquiera hace algún gesto de enojo, solo se seca un poco.

Inmediatamente todas las miradas de los presentes de posan no en mí, sino en Daniel que parece abrumado y arrepentido al mismo tiempo, todos excepto un par de ojos de color indescifrable, Skyler me da una segunda mirada directa en la noche, yo encarno una ceja y me burlo internamente, lo que acabo de hacer no fue por Halsey, fue por ella Skyler Grey, en modo de venganza pero sin que nadie más que ella lo notara.

— Lo-lo siento, yo no sé por...— Daniel empieza a disculparse pero yo rápidamente lo tiro del brazo y subo con él sin dejarlo hablar. — Tu hermano me va a odiar, no sé ni cómo lo derramé...

Le planto un beso en los labios para que deje de hablar y entre besos lo guio hasta mi habitación.

. . .

Al final no nos enrollamos.

Me desperté de golpe a las 11 a.m., estaba en los brazos de Daniel, sentí algo de culpa por haberlo rechazado anoche aunque claramente yo tomé la iniciativa para tener sexo.

Voy a la planta baja y encuentro sorpresivamente toda la casa limpia y a mi hermano durmiendo como una foca en el sofá.

— Adam. — le muevo la cara y él se queja entre sueños. — ¿Tu limpiaste todo?

Él abre los ojos un poco, y con la mano señala la puerta de la entrada.

— Tuve que hacerlo, papá llegó hace como una hora. — responde y vuelve a quedarse dormido.

Formo una "o" con mi boca, mierda.

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