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PROHIBIDO | Lesbian ©

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Sinopsis

Jamás fueron especialmente buenas en el amor y descubrir nuevos secretos sobre ellas mismas las hará aventurarse en las profundidades de lo prohibido.

románticasamor duroPrincesa

#1 Sky Heaven

PROHIBIDO

Nota de autor:

A lo largo del catálogo de novelas para adolescentes abunda el cliché y los romances increíbles, y como escritora, creo que hace falta ese toque lésbico y de descubrimiento personal... Al final de muchas horas de trabajo he escrito la historia de estas dos chicas que en mi concepto, abarca la gran mayoría de cosas que una persona llega a conocer de sí misma con algo tan simple pero a la vez tan absolutamente complejo como es enamorarse de alguien más.

Dedicatoria:

Para todo aquél que lo lea y disfrute, con el único objetivo de que al final más personas conozcan más cosas sobre si mismas...

1. Sky Heaven

Durante mi vida siempre creí saber exactamente cómo funcionaba mi cuerpo, algo de química en el cerebro, músculos, órganos y un par de huesos que lo sostienen todo, pero esto es tan básico como decir que el mar es solo agua y sal.

Aun así, sobreviví mis primeros 16 años sabiendo nada más que esto sobre mí, durante todo ese tiempo despertaba cada mañana pensando "Probablemente en esta vida nunca habrá nada más fascinante que lo que veo ahora mismo" y pude haber tenido razón, pero luego... sucedió esto...

. . .

- Detente Daniel...- separo repentinamente mi boca de la suya, interrumpiendo un beso bastante intenso.- Por favor, ya...

Doy un empujón a los hombros del chico para separar nuestros cuerpos, él pone cara de no entender e intenta salir del intenso estado en el que nos encontramos.

- ¿Qué pasa? ¿Te duele algo? - me pregunta con una preocupación muy forzada.

Doy tres pasos hacia atrás alejándome lo suficiente para recuperar la respiración y recordar ¿Qué diablos estoy haciendo?

Hace unas horas mi hermano dijo que iba a hacer una tranquila fiesta en casa, pero él suele ser un poco sarcástico y aquí me encuentro, horas después a medio enrollarme con Daniel Wayne, mi mejor amigo.

- ¿Enserio Rose estas bien? - pregunta ahora con verdadera preocupación.

Daniel Wayne es ese tipo de chicos guapos y amables que aunque sean el estereotipo perfecto de "Hombre Ideal" por alguna razón no son atractivos... al menos para mí no lo es.

- Podríamos no tener sexo, esta vez.- hablo casi en un susurro.

Él me observa raro y titubea para responder.

- ¿Hice algo mal o te molesté?

Daniel y yo somos amigos desde antes de saber caminar y nos hemos enrollado tantas veces como tiempo de amistad, él es como un comodín, por así decirlo, cualquier fiesta sin falta a la que yo vaya él me acompaña y si al final del día no hay alguien aceptable a quien tirarse pues ahí está él, al menos es bueno en la cama.

Ahora mismo estamos en mi habitación que se encuentra en el segundo piso de mi casa mientras escuchamos de fondo la música de la fiesta de mi hermano, son las 2 a.m. y conociendo a Adam (mi hermano) sé que aún faltan varias horas para que acabe.

Como en cualquier ocasión anterior, hace un rato me cansé de la fiesta y no encontré un chico aceptable para enrollarme, entonces subí a mi habitación con Daniel.

- No, no hiciste nada mal... Es solo que... No quiero hacerlo.- respondo a su pregunta, Daniel abre los ojos como impresionado pero luego trata de ponerse serio.

- Ehh... Bien.- se aleja de mi un poco y se coloca la camisa que minutos antes yo le había quitado.- ¿Quieres hablar de esto?

Niego con la cabeza.

- ¿Puedes darme un abrazo? - propongo ya que él está muy confundido.

Él se acuesta en la cama y deja los brazos abiertos para que yo me acomode ahí con mi cabeza en su pecho, desde pequeños siempre nos hacemos en esta posición porque es una buena forma de conversar.

- ¿Vas a decirme que te pasó?

- ¿Alguna vez has escuchado eso de "El apagón sexual"? - le pregunto.

- Si, y creo que es una mentira de mierda.- responde secamente.

- ¿Por qué?

- La gente no tiene apagones sexuales repentinos, simplemente les dejó de gustar tener relaciones con una persona o ya encontraron a alguien más que lo haga mejor.- Explica el chico, y yo me quedo pensando unos segundos.

- ¿Crees que conocí a alguien más?

- No lo sé, dime si lo hiciste.

- Esta mañana quería hacerlo contigo como nunca.- siempre soy muy directa con él.- Pero de la nada parece como si me hubiesen apagado con un interruptor.

- Deberíamos dejar de hablar de esto.- toma mi mano entre la suya.- Somos mejores amigos, y si de la nada te atrae algún otro hombre o ya no deseas hacer uso de mis increíbles dotes sexuales ultra deseados no me enojaré, tú te lo pierdes.

- Egocéntrico.

Los dos reímos, estuvimos hablando un rato hasta que nos dormimos, normalmente nunca recuerdo mis sueños pero esa noche había un pequeño detalle que me daba vueltas en la cabeza...

En realidad la razón de este apagón sexual repentino no empieza exactamente ahí... Creo que se remonta a ayer por la mañana...

. . .

Me estaba duchando para ir a la escuela como todos los días mientras escuchaba música, mis duchas suelen durar el largo de dos canciones pero hoy me había levantado con tanta pereza que aún en la tercera no me había quitado el shampoo.

- Rose sal del puto baño.- mi hermano da golpes a la puerta.

- No molestes.- me empiezo a apurar - madruga más.

- ¿Por qué tardas tanto? a tu cara no hay mucho que hacerle.- sigue insistiendo Adam.- Ya naciste fea.

- ¿Y a la tuya sí?

Abro la puerta del baño y lo miro de arriba a abajo con desprecio.

- Con todo esto.- se señala a si mismo.- Conseguí tener una cita con Halsey White.

- Oh vaya hermanito, cada día me sorprendes más, ahora no es una zorra nueva cada mes sino cada semana.- le saco el dedo de en medio y voy a mi cuarto.

Aunque siempre me da muy igual la vida amorosa (o la vida en general) de mi hermano, hoy en realidad si me sorprendió un poco, Halsey White es básicamente un sueño para muchos hombres, y no es para nada una zorra, todo lo contrario, es una mujer totalmente imposible, he escuchado tantas historias de ella rechazando chicos que hasta aplaudiría a Adam.

Me visto con ropa muy casual, hace unos años opté usar ropa simplemente cómoda y me va bien, ya voy un poco tarde así que desayuno rápidamente y voy al garaje para sacar mi preciada moto.

No es excesivamente linda, ni mucho menos lujosa, pero esta moto es uno de mis únicos tesoros, mis padres me la regalaron hace un año por mi cumpleaños 16, es una W800 negra la cual cuido como mi vida.

Mientras conduzco al instituto comienzo a meditar sobre las calles todas con un encantador estilo victoriano que me rodean, vivo en una (por así decirle) ciudad pequeña o pueblo grande, como sea, es lo suficientemente grande como para tardar 40 minutos en recorrerla de extremo a extremo, pero lo bastante pequeña como para conocer a la mayoría de habitantes, nací y crecí en esta pequeña ciudad varias millas al noroeste de Chicago y no hay nada más rutinario para mí que apreciar las calles mientras conduzco.

WeiBull tiene tres escuelas preparatorias, todas son privadas, mi hermano y yo asistimos a la más reconocida de todas, ambos vamos en último año. Los dos (aunque no nos llevamos especialmente bien) somos conocidos como los hermanos Huffman, Rose y Adam Huffman, ni siquiera somos de buena familia ni nada, solo que él hace buenas fiestas y yo he sido muy de estar metida en cosas de las que la gente habla, travesuras (Si es que se les puede llamar así).

Llegué a la escuela como todos los días, saludé a mis amigos, y entré a clase de Química, aburrida, luego fue Matemáticas, aceptable, luego fue estadística, me toca esa clase con Daniel entonces no aburre y luego el almuerzo.

- Ósea tu hermano es guapo, pero no es nada diferente a todos los chicos que Halsey ha rechazado.- comenta Daniel mientras nos sentamos en la mesa para comer.

- Por favor no hablemos más de eso.- le suplico.- Si Halsey quiere meterse con mi hermano es su puto problema, realmente me da muy igual.

- Tenerla de cuñada te subiría muchísimo más la popularidad, puff.- hace un gesto de inmensidad.

- No quiero más popularidad, por favor Daniel, ya tenemos muchos amigos y almorzamos con las personas "interesantes" - hago comillas con los dedos, mirando hacia los lados para percatarme que nadie más que Daniel escuche.- No quiero ni necesito que todo el mundo hable de mí y le importe más de la cuenta lo que hago.

Daniel pone los ojos en blanco.

Muerdo una manzana para hacer el gesto de "No hablaré más porque estoy comiendo" y por un segundo me sentí como una persona muy amargada, pero hoy realmente no estoy de humor.

Durante el almuerzo (y en general durante el día) Daniel y yo nos hacemos con nuestros demás amigos, que son por así decirlo "populares", somos como 8 o a veces más, Taylor, Hunter, Víctor, Makenzie, Camila, Lawrence, Paul... Un elenco bastante largo de personas que solo tienen en común el deseo (bien cumplido) de llamar la atención, Taylor juega fútbol y es un mujeriego (irresistible para muchas mujeres), Hunter tiene dinero y toca varios instrumentos musicales, Makenzie es linda y ha tenido más novios que años de vida, Victor es extranjero y muy sexy, Camila es la capitana de animadoras, Lawrence canta bien y es novia de Taylor, Paul es un aficionado a las carreras de autos... Y así todos comparten disfuncionalmente una característica que los hace resaltar, Daniel es muy normal pero se viste excepcionalmente bien, siempre he admirado su forma de combinar ropa, eso aunque es superficial de alguna manera lo hace especial, y luego estoy yo, sólo conduzco una moto pero eso no te hace popular, lo que me da el puesto en la mesa que almuerzo son mis historias, una capacidad a la que aún no le encuentro explicación para meterme en problemas y que todo el mundo al final se entere (vaya talento).

- ¿Tienes la regla? - me pregunta Daniel por lo bajo. Niego con la cabeza.- ¿Por qué pareces ultra aburrida?

- No lo sé, hoy no es mi día.

Entonces de la nada todo el comedor se queda en silencio, y las anchas puertas de este se abren, se escuchan varios pasos tan absurdamente imponentes que hasta se puede sentir la calidad de los zapatos que tocan el suelo.

Tal vez nosotros seamos populares, nos den la mejor comida, la mejor mesa, el mejor estacionamiento, entre otros privilegios y nos inviten a todas las fiestas o actividades interesantes, pero estos seres humanos que acaban de entrar son los putos amos y señores de la escuela o de la ciudad en general... Son tres, y si eres de más te vale saber sus nombres.

El primero y más importante, Ashton Jacobs, hijo de un empresario dueño de esta escuela, presidente estudiantil, desde penúltimo año fue becado para una universidad de leyes, obviamente es muy atractivo y un putazo de cosas que ahora ni recuerdo, en pocas palabras; insuperable, junto a él su novia, Skyler Grey, básicamente la chica perfecta, en todo sentido de la palabra, es educada y viste bien, ha sido novia de Ashton por casi cinco años y su relación es también perfecta, absolutamente hermosa, incluso fue modelo en una ocasión, hija perfecta de familia perfecta, francamente una eminencia, y la tercera pero no menos Importante, Halsey White, es actriz o lo era, eso no importa tanto, el caso es que protagonizó tres películas importantes filmadas aquí en WeiBull (que es además un ciudad bastante atractiva para eso).

La mayor parte de los demás estudiantes que Daniel suele llamar "los N/N" (no populares, sin nombre) odian fervientemente a estos tres individuos, tal vez por envidia o cualquier otra razón por la que se hagan odiar pero mi grupo de amigos les tenemos respeto, se hacen pasar por personas de nuestro circulo sentándose y hablando con nosotros, pero cualquiera sabe que van por encima de todo lo privilegiado.

Se sentaron junto a nosotros y hablamos con ellos igual que todos los días, la verdad es que aun siendo increíbles su presencia es habitual y para mí siempre exagerada la entrada que hacen, pero existe ese tradicional mito que dice que si juzgas a la realeza terminas comiendo con los N/N y la verdad no me gusta la idea.

Aunque tal vez hasta ahora el instituto suene como una puta burocracia en realidad es un buen lugar para estar, incluso me gusta la escuela, el único problema de mí día a día y últimamente lo estoy notando más es que todo es absolutamente habitual, siempre.

Día a día se repite lo mismo, las mismas clases, las mismas peleas con mi hermano, las mismas entradas glamurosas de los tres amos y señores de la escuela, los mismos outfits perfectos de Daniel, las mismas fiestas incluso, todo es igual, rutinario.

- ¿Tienen algún plan para mañana en la noche? - aparece mi hermano de la nada, y se sienta en la mesa, lo pregunta en general pero sus ojos solo pueden mirar hacía una dirección, Halsey.

- ¿Tienes algo en mente Huffman?- pregunta Ashton con su acento de niño pijo que siempre me ha molestado un poco.

- Tengo muchas cosas en mente.- Adam sonríe con picardía.- Pero acabo de pensar en hacer una fiesta mañana en mi casa.

- Entonces ya está.- está vez grita Taylor y no solo para nuestra mesa sino para toda la cafetería.- ¡FIESTA EN CASA DE LOS HUFFMAN! - eso fue rápido.

Se escucha un grito general de todo el colegio, lo cual me pone de los nervios.

- Que mierda te pasa, mamá va a llegar en estos días.-le digo en un fuerte susurro a Adam.

- No seas aguafiestas hermanita, si los N/N ensucian mucho yo limpio, además es por una buena causa.- dice Adam mientras dirige su mirada a Halsey. Idiota.

El resto del día pasó normal, excepto por la clase de Emprendimiento.

- Rose Huffman.- grita un gordo profesor cuyo nombre no recuerdo.- Podrías pasar al frente del salón a hacer tu demostración.

Este mes en clase de emprendimiento tenemos el trabajo de hacer una demostración enseñando alguna habilidad útil, algunos enseñaron a hacer una brújula casera, a armar el cubo de rubik, otros a cocinar con tres ingredientes, a coser un botón... Hoy es mi turno.

- Muy bien, hoy les voy a enseñar a forzar la cerradura de una puerta.- de la nada toda la clase me presta increíble atención.- Para esto solo necesitamos dos pinzas de metal y una puerta...

- Alto señorita Huffman.- me interrumpe el profesor.- ¿Esto de que nos es útil para la vida?

Me da un poco de risa su pregunta, saber forzar una cerradura es demasiado útil. Bueno al menos a mí me ha sido útil, pienso por un segundo en darle una respuesta personal pero eso no lo iba a convencer jamás entonces opto por decir algo medio normal.

- Si algún día pierdes las llaves de tu casa es muy útil.

- No me haga reír, en este salón todos son un montón de bandoleros, incluyéndola, siéntese y prepare algo realmente útil.- dice enojado el profesor.

- ¿Puedo hacerle una pregunta? - hablo antes de ir a sentarme.

- Si es útil, sí.

- Llegado el caso que...- empiezo a formular una hipótesis mientras camino un poco.- Este salón fuera cerrado desde afuera, con varios seguros...- dirijo mi vista a la cerradura de la puerta.- Y ninguno de nosotros tuviese la llave para abrirla ¿No sería realmente útil?

El profesor cuyo nombre sigo sin recordar medita por unos segundos, sus ojos se posan en mí y luego en la puerta del salón.

- Hija de...- si antes traía cara de enojo ahora es el doble, se levanta dando un puño a la mesa y empieza a mover la cerradura de la puerta con fuerza pero le es imposible abrirla.- ¡Abre la puerta ahora mismo o...!

- ¿O qué? Va a salir, o llamar al director, le recuerdo que estamos encerrados y usted no tiene celular si no me falla la memoria.- El profesor hace cara de querer maldecir en todos los idiomas pero se controla.- Mejor tome asiento, mientras le enseño a la clase el trabajo que había preparado.

Ofendido, con los puños bien cerrados sienta su gordo trasero en la silla.

- Cuando abras la puerta vas directo a dirección Huffman.- yo asiento con una media sonrisa y empiezo a exponer mi trabajo, que de lejos fue al que la clase le puso más atención.

La charla en dirección también fue rutinaria, al director ya le da muy igual todo lo que hago, incluso me preguntó cómo había puesto seguros a la puerta sin la llave... luego de eso sonó el último timbre para salir de la escuela, fui a casa en mi moto y soporté el resto del día a Adam con una sonrisa en la cara por haber tenido a Halsey de compañera en química.

Mi hermano y yo nos hemos criado prácticamente solos, a papá y mamá solo los vemos una o dos veces por semana a veces menos y así ha sido desde que tengo memoria, aunque no nos llevamos muy bien yo realmente amo a Adam y sé que en el fondo él a mí también.

Además de todo esto mis padres jamás se llevaron bien entre ellos, pero como siempre están fuera de casa ni siquiera les importó divorciarse o tener casas por separado, ellos han sido más o menos una billetera andante y solo nos toman en cuenta para llevarnos a sus reuniones o lugares donde puedan mostrarle a otras personas que tienen "una familia".

- No entiendo porque te preocupas de que mamá venga en 3 días, desde que sale con su jefe solo hace visitas de dos minutos y se vuelve a largar.- dice Adam sentándose junto a mí en la sala para ver una película.

- Tienes razón, no quería sonar como aguafiestas hoy en cafetería, es solo que no estoy de humor.- coloco una película romántica, la cual Adam cambia al instante.- Oye quiero ver romance.

- ¿Tienes la regla o algo así? - pregunta con la boca llena de palomitas.- No tengo ganas de romance, no sé cómo te pueden gustar esas películas, todas son iguales.

- ¿Por qué todos creen que cuando una chica se enoja tiene la regla?- vuelvo a poner la película romántica.- No todas las películas románticas son iguales, la trama es diferente y se enamoran en distintas situaciones, es más, si después de ver esta película no te dan ganas de tener un romance igual te dejaré el baño este mes aunque no madrugues.

- Hecho.

... Pero al final no vimos la película porque mamá llegó, lo cual era un acontecimiento muy raro, aunque se fue por la mañana que era de esperarse, el resto del día solo fue la misma rutina y esperar hasta la noche para la fiesta de mi hermano...

... Si me hubiesen dicho antes que esa noche iba a cambiar por completo mi existencia, probablemente no lo hubiera creído porque todo parecía ir demasiado normal...

Eran las 11 y ya había bastante gente en casa, me había puesto ropa un poco mejor, jeans rasgados anchos, una camisa blanca y varios collares, los accesorios siempre me han gustado, collares, pulseras, pendientes de todas las formas y tamaños, no pierdo oportunidad para ponérmelos.

La fiesta iba bastante bien, mi hermano luciéndose con sus mezclas (la verdad Adam es bastante talentoso como Dj) algunos chicos ya borrachos que animaban el ambiente y Daniel estaba en la cocina hablando con unas chicas que le han tenido ganas siempre (más ahora que trae un outfit precioso) y yo he bailado un poco pero sin muchas ganas, hay una sensación rara e incómoda que he sentido desde ayer, como si algo fuera a pasar o me hiciera falta algo, siento tanta ansiedad, pero no sé qué es, es la sensación más extraña que he tenido, me molesta, incluso me gustaría tener la regla para que al menos pudiera encontrarle una explicación, como si todos mis órganos quisieran abrazar a mi estómago, como si mis piernas trataran de correr pero algo se los impide ¡Es espantoso!

- Rose - dice alguien muy cerca de mi oído, casi doy un brinco. Es Adam.

- Te ves aburrida, porque no vas a la puerta y esperas a que llegue Halsey, le tengo una sorpresa.

- No quiero ser la trompetera de la realeza.- espeto enojada.

- Vamos Rose, te dejaré poner películas románticas cuando quieras durante todo este mes.- aunque me sigue molestando tener que esperar a la elite de perfectos me gusta el soborno de Adam.

Salgo de casa y me siento en un pequeño columpio en el patio delantero, a decir verdad, salir de ahí adentro me hace sentir mejor, no porque odie las fiestas ni nada pero algo como la brisa fría y las hermosas calles de WeiBull pondrían de buen humor a cualquiera, pero mi tranquilidad no dura mucho, un Mercedes Benz SLC de color rojo y negro que le quitaría el aliento a cualquiera se estaciona en frente de mi casa, del asiento del conductor sale Ashton Black impecable como siempre, da la vuelta y abre la puerta del copiloto como todo un caballero y de esta sale una chica, pero no una cualquiera.

Es Skyler Grey, a ella nunca la noté porque siempre parece el bonito adorno de Ashton pero hoy... Trae un vestido rojo a juego con sus tacones y algunas perlas, el solo hecho de ver como sus pies dan un paso fuera del auto me hace imaginar una situación donde si en lugar de humanos las personas fuéramos caballos ella sería un unicornio, pero no solo su presencia me saca el aire de los pulmones sino que sus ojos de un color que no puedo averiguar se mueven hasta observarme, segundos o años, ni aunque quisiera podría recordar ese apagón cerebral que me provocó su mirada, fue como ver al sol directamente y por algún motivo que no recuerdo sentí que ella también me miraba de la misma manera aunque yo no fuera como el sol, sino algo así como la luna.

Entonces de otra puerta del Mercedes sale Halsey y me recuerda que debo avisarle a mi hermano que la realeza llegó.