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Capítulo 4 – El hombre de mis sueños

Avy estaba sentada en el jardín de su casa familiar cuando un hombre desconocido se acerca y le da una sonrisa maliciosa

- ¿Piensas estar aquí sentada toda la vida?

Molesta porque un hombre que no conocía le estuviese juzgando le responde:

- ¿Tú qué sabes de la vida?

- Más que tú sin duda — le responde este ahora con una sonrisa que la hace sentir una extraña sensación de calor.

- ¿Por qué crees que sabes más que yo?

- Porque yo no me quedo encerrado todo el día viendo cómo pasa la vida entre mis dedos

- ¿Y yo sí? Tú no sabes nada sobre mí

- Te equivocas, sé todo, y tú apenas vives señorita Jones

- ¿Me conoces? — preguntó intrigada

- Sí, más que tú misma al parecer, sé que quieres vivir la vida más que cualquier otra cosa, más que tener una carrera exitosa, el dinero o el poder ¿Tienes miedo de morir señorita Jones?

La forma en que decía señorita Jones le daba escalofríos, su voz, era tan familiar, quién era, y por qué no podía recordar su nombre

- ¿Quién eres? — preguntó, otra sonrisa seductora antes de responder

- ¿Quién quieres que sea para ti?

Y de pronto una nube oscura le rodeaba y ya no había nada solo oscuridad y vacío.

Saltando del susto Avy despertó y estaba en su cama, no estaba en el jardín, no había un hombre sensual, no había oscuridad, estaba sola y la luz del sol se filtraba por la ventana, dando así a entender que ya había amanecido y que empezaba otro día encerrada en la oficina, de pronto recordó lo que le dijo ese hombre en sueños…

- ¿Piensas estar aquí sentada toda la vida?

De alguna manera sabía que él no se refería al jardín, sino que estaba hablando de su vida en general, que parecía estar en pausa desde que entró a la universidad, qué sueño tan raro se dijo, ese hombre le recordaba al desconocido que había encontrado en la casa de sus padres, la voz era muy familiar, por segunda vez se molestó por no saber quién era, y por tercera vez sintió pena de no haberle visto la cara

- ¿Quién eres? — Le había preguntado en sueños

Su respuesta fue bastante intrigante

- ¿Quién quieres que sea para ti?

Estaba loca o su subconsciente le estaba mostrando las cosas que ella había optado por ignorar, por razones obvias 5 años atrás, ¿pero ahora?, porque vivía esa rutina tan poco emocionante, era joven, bella y tenía una situación económica estable, ¿qué estaba esperando? ¿Qué le atropellase un tren?, dejó esos pensamientos para reflexionar más tarde cuando recordó que tenía que ver a Lucas en el hospital antes de ir al trabajo

Se apresuró a vestirse y miró al espejo por primera vez en años, en su reflejo vio lo que todos veían, una mujer seria y aburrida

- No me extraña que vaya a morir sola — se dijo tomando las llaves del coche y se apresuró a salir

Ya en el hospital finalmente Lucas estaba consciente y le podía echar un sermón, a pesar de que no se veían muy a menudo, él era un buen amigo, solo podía contar con él y con Cassy, pero a ella no le gustaban las cosas aburridas, ella disfrutaba de la vida al máximo, siempre estaba con algún proyecto nuevo aquí y allí, Avy a veces pensaba que era adoptada, pero luego miraba a los ojos de su padre y se veía así misma en 30 años, oh por Dios no quería ser como él en 30 años, ella no quería retirarse y estar encerrada todo el día. Al llegar en la puerta de la habitación aún sumergida en sus pensamientos vio a May recostada a un lado de la cama de Lucas durmiendo, él estaba despierto y la miraba con una calidez que no podía ser otra cosa que amor.

Pensó tristemente si la accidentada fuese ella no habría nadie durmiendo a su lado para aguardar su recuperación, sentía envidia de la vida de Lucas, él tenía todo lo que ella siempre quiso para sí misma,

- Pero nunca tuviste el valor de intentarlo — le reclamó su mente

Si seguía encerrada en una oficina todo el día no lograría nada de eso, pensó, no conocería al hombre de su vida, ni vería hermosos lugares, no tendría historias fantásticas que contarles a sus nietos, ella ni siquiera excedía el límite de velocidad, era siempre tan cuidadosa en todo, si decía 60 km/h iba a 40 km/h, siempre por lo seguro, y había llegado a esa seguridad, pero ¿era feliz?, estaba satisfecha, pero ¿eso era todo lo que ella esperaba de la vida?, de joven era libre, quería conocer el mundo, arriesgarse y amar, pero cuando cayó en la triste realidad de que se tienen que pagar cuentas para sobrevivir en este mundo, decidió ignorar ese lado aventurero suyo, yendo por la vida de forma precavida sin arriesgar nunca nada.

- Quién no arriesga no gana — dijo en voz alta

- Es cierto — dijo Lucas que se había dado cuenta de su presencia instantes antes

- ¿Cómo estás?

- ¿Es necesaria esa pregunta? — dice con una media sonrisa

- Lo siento, supongo que no, pero estarás feliz de saber que tienes todas tus partes

- Qué alivio a May le encantará la noticia

- Jajaja, fue lo primero que preguntó a los médicos cuando saliste de urgencias.

Lucas puso una cara de pocos amigos, pero al rato cambió su expresión y volvió a mirar a su novia, y dijo:

- Creo que he esperado demasiado para pedirle que se case conmigo ¿crees que dirá que si?

- Claro que sí, si la hubieras visto ayer, estaba desesperada — pensó que iba a perderte

- Lo sé, sus ojos aún están hinchados de llorar

- Tienes mucha suerte, amigo.

- Eso también lo sé, y vio la expresión triste de su amiga

- Algún día te llegará el turno y yo estaré tan feliz que tal vez te deje conducir de camino a la iglesia.

- Jajaja vale la pena casarse solo para ver tu expresión cuando esté conduciendo a 20 Km/h

- Si es para entregarte a un hombre que te merezca valdrá la pena el sacrificio

- Dejemos el drama Lucas, debes descansar, ya me ocuparé yo de mis asuntos

- Lo digo en serio Avy, ayer pensé que iba a morir, y solo podía pensar en el hecho de que abandonaría a May, fue aterrador, pero también fue grandioso, la sensación de amar y ser amado, vale la pena vivir por ello Avy

- Bien ya nos pusimos sentimentales, recuerda que el doctor dijo que debes descansar — pero las palabras de Lucas la habían afectado, en su interior una voz gritó “Lo sé Lucas no eres el único que quiere vivir”

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