
Sinopsis
AUTORA: DAMELYS COROMOTO CASTRO DE ACOSTA SINOPSIS ¿QUÉ ACONTECERÁ? La presente historia, se desarrolla geográficamente en un pueblito llamado “El Nidal”, a 30 minutos de la ciudad de “Rosaleda”, y trata sobre una despampanante mujer, -Dorian Carvajal, protagonista-, de 23 años de edad, que ha visto truncados sus sueños de vivir felizmente casada, ejerciendo su profesión de periodista: “MI GRAN ILUSIÓN”, a partir de la fecha en que se casó con el que ella creía que era el amor de su vida; pero lo que no conoce de su esposo Nahim Smith, -de 30 años de edad, empresario socio de Lino Azuaje de una agencia de modelaje que les sirve de tapadera de sus verdaderos negocios clandestinos-, es su verdadera vida de soltero: sexualmente erótico, pervertido, insaciable, lo que podría llamarse un maniático sexual; cuenta con un “harem” de mujeres modelos de su agencia, bellas que se desviven por estar con él, especialmente su asistente y amante Sofía Andrade, y Mariana Muñoz, pareja de Lino, con quién protagoniza los actos más satisfactorios para los dos; y continuará “su vida loca”, aún después de casado. Pero tampoco se imagina lo que le tiene preparado para justo después de su boda, y se trata de ejecutar una de sus “fantasías sexuales” con su esposa. Y Juan Luis Arismendi, -protagonista-, exitoso abogado de 27 años de edad, socio mayoritario de un bufete: “Arismendi Jg== Asociado”; galán, apuesto, soñador, romántico, pero de carácter fuerte, que espera por la mujer de sus sueños; fiel a su propósito se guarda para el día de su boda con la mujer amada. Ama a Dorian y sueña con hacerla su esposa. Apasionante historia llena de intrigas, sexo, traición y amor.
Capitulo N° 1 Derroche de Felicidad
Son las seis de la mañana y Dorian está siendo presa de una hermosa pesadilla, en la que su futuro esposo la hace suya. —¡Aaaaaahhhhh! Te amo, te amo, mi amor, soy tuya, tuya, por fin, no sabes cuánto anhelaba este momento. ¡Tómame, tómame una vez más!
—Tus deseos son órdenes para mí, mi amor, mi princesa. Yo también esperaba con ansias este gran momento; deseaba hacerte mía, pero siempre te respeté y te guardé para nuestra noche de bodas. ¡Gracias por haberte guardado para mí, mi virginal princesa!
Cuando se dan un momento para reponerse, Dorian abre los ojos y lo que ve la sorprende grandemente, no puede dar crédito a lo que está frente a sus ojos sonriéndole lleno de amor; y despierta dando un salto como si fuese un resorte. Estaba temblando, sudorosa y se sentía húmeda; estaba sumamente alterada y excitada.
— ¡Dios mío! ¿Pero qué es esto? ¡No puede ser! ¿Por qué con él? Hoy me caso con Nahim. ¿Por qué sueño que hago el amor, con Juan Luis? ¡Y con qué pasión! Tranquila Dorian, tranquila; solo fue un sueño, una pesadilla.
Dorian se sienta al borde de la cama. Luce una linda camiseta estampada con figuras de pajaritos de todos los colores, y su cabello revuelto de los movimientos que realizaba mientras soñaba. Trata de reponerse y de no darle importancia al asunto, y piensa que no debe contarle a nadie sobre ese “desagradable” sueño.
Al cabo de unos instantes, se levanta cantando feliz y voluntariosa, abriendo las ventanas y despejándolas de las cortinas para darle entrada a la suave y fresca brisa, y en espera de los rayitos de sol mañaneros, que le indican que ya amaneció y que debe apresurarse porque en cuatro horas, en solo cuatro horas, se estará convirtiendo en la señora Smith, esposa de su amado Nahim.
Amanece un nuevo día, esplendoroso, ese día tan esperado y anhelado por Dorian. Es el 2° día del mes de marzo de 2015, a Dorian nunca se le olvidará esa fecha tan especial, la de su matrimonio y la de su paso de niña a mujer.
Dorian es amante del campo, de hecho, ella vive en una hacienda: “Los Carvajal”, —ubicada en las afueras de la ciudad de Rosaleda—, con sus padres y su hermano menor. Le encanta escuchar el canto de los pajaritos a través de su ventana, pero este día no puede detenerse a contemplarlos. ¡Craso error! Esta mañana los pajaritos cantan con un dejo de tristeza y melancolía, deseosos de que Dorian se percate de lo equivocada que está casándose con semejante personaje… ¡Ella no sería feliz!
Pero Dorian derrocha felicidad y seguridad este día; ella no dudó ni por un segundo, tomar la decisión de abandonar la comodidad de su hogar con su familia, rodeada de amor y de pajaritos que le cantan y la escuchan a ella cantar, para seguir los pasos de su amado Nahim, que en tan solo cuatro horas será su esposo, su pareja para “toda la vida”.
A su mente afloran los recuerdos —mientras canta una canción escrita por ella misma— de la noche anterior, salió a pasear y a celebrar, con su amado y flamante novio Nahim, porque le insistió a pesar de que ella le decía que la despedida de soltera era con mujeres, pero que a ella particularmente no le gusta ese tipo de celebraciones.
—Pero mi amor, es nuestra última noche de solteros, y tú lo tienes que celebrar conmigo y con nadie más; mira yo te prometo que te traigo de vuelta en máximo dos horas; nos tomamos dos copitas con Sofía, tu amiga y tu dama de honor en la tasca de sus padres. Anda dime que sí, no acepto un NO por respuesta.
—¡Está bien! Tanto insististe que lograste convencerme. Así aprovecho para hablar un par de cositas con Sofía.
—¡Okey! ¡Okey!, ¡vamos!
Dorian toma su bolsa y se dirige a la cocina a despedirse de sus padres con un beso y antes de salir de casa, Nahim le repite por enésima vez, cuanto la “ama”, mientras la abraza y le da un beso apasionado en los labios carnosos y rojos carmesí. Ella es hermosa, con una figura esbelta, piel clara, ojos azules y un largo y ondulado cabello castaño claro.
Se casa enamorada, muy enamorada del hombre más guapo y adorable que haya conocido, con el que está segura de formar una linda familia con dos hijos, hembra y varón, y serán muy felices, mientras ejerce su profesión de periodista. Está recién graduada y la invade la emoción, al pensar en el nuevo empleo que la espera un mes después de casarse.
Mientras Dorian continúa en su dormitorio, cantando y pensando en los lindos planes que tiene para su nueva vida como casada, toma todo lo que necesita para lucir preciosa y lo coloca sobre la cama, por otro lado en la cocina, sus padres Alicia y Gustavo, preparando el desayuno; este comenta:
—¡Qué lindo canta nuestra hija! Expresa emocionado a Alicia.
—Sí, viejo, canta como los pajaritos, lástima que hasta el día de hoy la habremos escuchado; nos hará mucha falta. —Responde su madre un tanto triste, porque aunque todos están felices porque se casa la niña de sus ojos, con el hombre “ideal”, están achicopalados porque ya no vivirá con ellos, porque así como las aves, ella levantará su vuelo hacia otra tierra, no lejos de la hacienda, pero ellos piensan que sí lo es porque ya no la tendrán a su lado.
El padre de Dorian, al escuchar a Alicia reacciona preguntando:
—¿Por qué dices que hasta hoy la escucharemos? Es cierto que ya no será en todos los amaneceres, pero ella vendrá a visitarnos seguido y lo más probable que nosotros la visitemos en la ciudad. ¡No te pongas triste mujer!
Ambos padres aman a su hija y desean lo mejor para Dorian, y lo mejor es lo que ella haya decidido. Ya con el desayuno listo y servido a la mesa, la mamá de Dorian procede a llamarla para que se siente a desayunar con ellos. Se dirige a la habitación, toca la puerta antes de entrar, pide permiso, le da un beso y un fuerte abrazo, mientras le dice llena de emoción, y con lágrimas en los ojos:
—¡Buen día, hija querida! te amo mucho y estoy feliz porque tú estás feliz. —Observa su vestido y sus zapatillas— Están muy hermosos, te vas a ver súper guapa. Pero por lo pronto, ven a desayunar con nosotros mientras compartimos como siempre. ¡Anda, ven! te esperamos.
—Okey, está bien madre, espera que voy contigo. —Responde Dorian, y se va abrazada a su madre—. De repente, se detiene y mirando a Alicia, exclama: —¡Ay madre! ¿Cómo olvidaré mis paseos por los alrededores de la hacienda? Extrañare muchas cosas: a mi caballo “Carvajalito”, precioso con el que salgo de paseo cada vez que puedo, o cada vez que podía, porque ya será una vez al mes. ¡Ojalá! Pero también extrañare mis caminatas diarias.
Llegando a este punto, recuerda que la mayoría de las veces que salía a caminar y a ejercitarse, se encontraba con un joven bien parecido, que vestía deportivamente; es decir, que también tenía su misma ruta para trotar y hacer ejercicios. Se lo comenta a Alicia, y le agrega que a ella le daba la impresión de que ese joven la observaba, la espiaba. Y suspirando, mientras viene a su mente la escena protagonizada con Juan Luis en el sueño. Por eso susurra:
—¡Tal vez, es que le gusto como mujer!
—¡Hija, por Dios! ¿Y tú no temías por tu seguridad? ¡Que tal y era un delincuente, un depredador sexual!
—¡Ay, mamá! Qué ocurrente eres. No, no, nada de eso. Es más, —repite sonriendo con picardía: —Yo creo que le gustaba, que se estaba como enamorando de mí, mamá. Pero yo, ¡nada que ver! Siempre lo vi y lo traté como uno más; como un compañero de caminatas. Y hablo en pasado, porque dudo que vuelva a verlo, ya deje mi rutina diaria por estas zonas.
—Eso quiere decir que lo trataste, que conversaste con él… y ¿qué más? —Se lo pregunta mientras la mira, expectante, escudriñando en sus ojos, para saber la verdad.
—Y más nada, mamá. Se llama Juan Luis, me encanta ese nombre, creo que me dijo que es abogado, “exitoso en el trabajo y perdedor en el amor”. Cruzábamos algunas palabras mientras nos ejercitábamos en la placita; nos saludábamos y hacíamos comentarios sobre lo importante que es mantener un cuerpo saludable… ¡y hermoso como el mío! Jajajaja.
Al llegar al comedor, saluda con un abrazo y un beso a su padre y a Camilo, su hermano menor. Procede a sentarse mientras observa el desayuno y expresa emocionada:
—¡Pero que rico desayuno, ustedes se esmeraron en darme gusto, como siempre! Los amo mucho y los tengo en mi corazón, gracias por tanto amor y entrega hacia mi hermano y hacia a mí; de verdad que son un tesoro. Pero solo comeré un poco, porque luego no me queda el vestido, jajaja. ¡Hoy me convierto en la hija más feliz de esta tierra, ya soy inmensamente feliz!
Dorian dirige la mirada hacia su hermano, y lo interroga: —Y tú, hermanito querido, estás muy callado, ¿no me dices nada? Jajaja.
El hermano levanta la mirada del plato y la observa muy seriamente, con cara de enojado, a los ojos: —Dime Dorian, ¿acaso me has dejado decir media palabra?
Ella sorprendida con los ojos bien abiertos, dejando ver esa linda mirada azul; entonces el hermano suelta una carcajada.
—Jajajaja, solo te diré que deseo que seas muy pero muy feliz, al lado de Nahím, ese varón se ve buena gente eh; así que te veo en un futuro no muy lejano, llena de lindos bebecitos, como tú, sacándote las canas verdes. Jajajajaja.
Dorian lo mira con cara de enojada, y le responde: —Gracias hermanito, pensé que no me dirías nada, y me has dicho un montón en pocas palabras. Te amo. Pero estoy enojada eh! Me diste un buen susto, de verdad creí que estabas molesto conmigo y no terminaba de entender por qué.
—Discúlpame hermanita, solo quise jugarte una broma un tanto pesada. Pero pasemos a otro tema. —Agrega mientras se limpia los labios con la servilleta, y se levanta de la mesa— Permiso para levantarme. Voy a buscar a Irene en casa de sus padres, mis futuros suegros, hermanita y papitos; ¡pronto me casaré yo también y espero sus bendiciones!
Sus padres y hermana se ven las caras estupefactos, pero Dorian rompe el silencio con un comentario: —No sabíamos que ustedes dos eran novios, se lo tenían guardadito, ahora la que está celosa soy yo, no quiero remplazo, no esperes que mis papis la traten como si fuera yo; no, no, no, y ¡NO!
Ahora es su hermano quien la mira con cara de asombro, y ella suelta la risa: —Jajajaja, ¡te lo creíste, te lo creíste! Soy buena actriz, ¿verdad?
¡Todos ríen fuertemente! Jajajajajajajaja. Lo que no se imaginan, que esas risas quedaran en el recuerdo de cuando eran felices. Mientras esto ocurre en la hacienda de los padres de Dorian; en un apartamento de soltero, en la ciudad Rosaleda, no muy lejos del campo, despierta Nahim, muy amorochado con su asistente y amante, Sofía, la “amiga” y dama de honor de Dorian.
Nahim recuerda que la noche anterior, después de dejar a Dorian en su casa, regresó por Sofía y fueron a su apartamento de soltero, “su nidito de amor”, —donde las lleva a todas, menos a una, a Dorian— a celebrar su última noche de soltería; se tomaron unos cuantos tragos, juguetearon a los enamorados, con besos, caricias candentes en los pezones, entrepiernas, vagina y se fueron a apagar el fuego en la cama, empleando sus acostumbrados juguetes sexuales.
Nahim revive lo sucedido y piensa que de verdad fue una noche bien fogosa; estuvieron haciendo el amor una y otra y otra vez, hasta ¡casi al amanecer! Nahim es insaciable, no se apega a una sola mujer. Luego de recordar esa noche llena de pasión, se levanta presuroso llamando a Sofía para que vaya a arreglarse para que represente el papel de “mansa palomita”, como dama de honor en su boda con Dorian. De repente:
—¡Dorian! ¡Dorian! ¡Dorian! —Y corre a buscar el teléfono para llamarla.
—¿Qué pasa, mi amor? —Pregunta Sofía, con cara de asombro y de cínica.
—Que no la he llamado para darle los buenos días, como siempre… ¡Hola mi amor! ¿Cómo amaneciste? Espero que hayas soñado toda la noche conmigo, porque yo no dormí pensando en nuestra noche de bodas, los dos juntos por primera vez, consumando nuestro amor. —Mientras habla por teléfono, juguetea con Sofía, dándole besos y caricias. Responde Dorian:
—¡Hola, mi amor! ¡Estoy bien gracias a Dios! Ya te extrañaba. ¿Qué sucedió, se te pegaron las sábanas? Recuerda que hoy es nuestra boda, no me dejes plantada, ¡eh! Jajaja.
—Pero mi amor, ¿cómo se te ocurre pensar semejante barbaridad? Mira, ya estoy listo para ir a nuestro encuentro, mi princesa bella, eres lo más hermoso que ha pasado por mi vida; te amo, te amo, te amo. Nos vemos al rato en la iglesia, mi amor, ponte preciosa para mí.
Voltea a ver a Sofía y le pregunta que qué hace allí aun. Ella corre hacia la puerta, la abre para salir, pero regresa a darle un beso a Nahim; en ese preciso momento, pasa alguien frente a la puerta abierta y observa lo que algún día significará la catástrofe para los involucrados, incluyendo a Dorian, por supuesto.
En la hacienda, Dorian y familia están en el corre, corre de los últimos detalles en su vestimenta y arreglo en general, para irse a la iglesia. Pero una hora antes y luego de hablar por teléfono con su novio Nahim, tomó una reconfortante ducha con agua caliente y sales perfumadas. El nerviosismo retrasa más aun la salida hacia la iglesia, le falta el tocado que adornará su linda cabellera con un peinado digno de una princesa que va rumbo al altar.
