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2

- Entonces – comienzas abriendo la maleta y jalándote el cabello hacia atrás suspirando – Yo traje esto – digo sacando un títere con forma de delfín – Lo tengo porque es el peluche favorito de mi hermanastra, cuando le dije que podía para entrar al ultimo paso del casting me lo dio y me dijo que me durmiera con el y lo apretara, asi yo pensare en ella - empiezo a guardarlo

- ¿Cuántos tiene ella? - pregunta, para iniciar una conversación

--

- Entonces traje una cinta morada, que me dieron en el hospital cuando fui allí, junto con el cuaderno que era para dibujar pero en el que en realidad o garabateaba o ponía las calorías de lo que comía - digo, mientras escucho lágrimas comienza a subir a la garganta. suspiro pasándome la mano por los ojos y cruzando las piernas

- Tenía años cuando comencé a padecerla. Empecé a sufrirlo en el baile, porque tenía unos kilos de más y uno de mis compañeros estaba muy delgado debido a un metabolismo muy rápido. Un día delante de todos regañó a un amigo mío y a uno nuevo le dijo 'aquí está la regla de meterme dos dedos en la garganta y vomitar - siento morir las palabras en mi garganta y paso una mano por mi mejilla

- Luego en ese año también hubo la muerte de mi madre, lo que empeoró aún más las cosas. Han pasado años desde que comí una comida completa, María. Yo tenía años y me convertí en un esqueleto. Ahora las cosas están un poco mejor, pero el riesgo de retroceder es alto . 

- Pero eres muy buena y eres tan hermosa, creo que no soy el único en decírtelo – trata de convencerme. Lágrimas saladas comienzan a caer de mis ojos y trato de secarlas cuando la puerta se abre, revelando a Mattia, quien en cuanto me ve corre hacia mí y me mira preocupado.

- María, trato de pensarlo, pero cada vez que acumulo una pizca de seguridad en mí, los demás la destruyen de inmediato. se necesita mucho para construir, pero muy poco para destruir - continúo, dejando caer más lágrimas

- Si te confío a Mattia, ¿me prometes hacer todo? Incluir bocadillos después de clase para que no tengas salsas de azúcar. 

Lo olfateo y lo miro mientras él no entiende - Sufro de DCA y quiero empezar de nuevo. ¿Me ayudarás? Por lo menos al principio- digo y mueve su mano a mi mejilla para luego abrazarme

- Te dije hace dos días que siempre estaré ahí, por supuesto que te ayudaré Vivi - Lo abrazo fuerte como para agradecerle y luego cuando nos separamos me pongo mis lentes y tomo mis iqos, entonces Me levanto y saco mi sudadera gris de mi maleta

- Gracias por la charla María - digo levantándome y cerrando el cajón, deslizando la correa dentro.

- Hola hermosa - dice, y luego se despega de la línea de comunicación.

Mattia me abraza una vez más y me deja un beso en el pelo mientras entramos allí.

- Ya que tengo que cocinar hoy, hay algo que comerías con gusto, lo haré solo para ti - dice, asegurándose de que no haya nadie

- Incluso un trozo de carne trivial o un sándwich está bien, no tienes que molestarte - digo sentándome en un banco afuera

- Quiero ayudarte a que lo sepas, pero no tienes por qué resistirte ahora mismo - dice en voz baja

- Entonces, ¿qué quieres comer? - Pregunta

- Pasta con jamón cocido - digo, luego le doy una calada a mi cigarrillo.

Él asiente y luego se levanta dejándome solo para pensar.

Es una pena que el silencio dure poco, dado que la puerta se vuelve a abrir y aparece NDG sonriendo y riendo despreocupado, acompañado de Samu.

- ¿Estás bien? - pregunta el cantante y cuando contesta afirmativamente vuelve, mientras yo me quedo mirándome con la bailarina de Emanuel

- No puedo creerlo - dice, dejando de repente la bolsa en el suelo, y observándome, cruzando los brazos con convicción

- No estás bien y lloraste -

Ella me mira y por un segundo no sé qué decir, así que hago lo que estaba haciendo

, soy libre de hacerlo , simplemente digo, arremangándome.

- ¿Eres de los que se guarda todo dentro entonces? - Pregunta retórica

- ¿Eres de los que liga chicas en la discoteca? - le pregunto levantando una ceja y viéndolo sonreír feliz

- Atrapado - levanta las manos en broma y yo sonrío involuntariamente - Lástima que te remolqué hasta aquí a la escuela - dice, acercándose a sentarse a mi lado

- No me recogiste Samu, anoche me hiciste un piropo y yo dije lo mismo - digo aclarando todo

- Maddalena eligió a Emanuel - le digo y él asume una expresión suspendida - Yo también pensé que en realidad estaba eligiendo a Raimondo - Continúo

- ¿Tienes clase con Samu después? - pregunta y yo asiento

- Más que una lección intentamos juntos y luego nos damos consejos - continúo entonces, derritiendo su rostro confundido

Antes de que podamos decir nada, lo llaman adentro y yo me quedo afuera, en el otro también viene alguien conmigo.

María nos habló ayer sobre las reglas que todos debemos respetar para permanecer dentro de la escuela.

Pasado mañana es el primer capítulo y en un cuarto de hora tendremos el ensayo general todos juntos, así que está bien seguir repasando.

Estoy ensayando y ensayando la coreografía, cuando de repente se abrió la puerta del salón.

No era Raimondo, no era un profesional, no era un miembro de la producción, sino que es Samu que, obviamente, sin camisa, también caminaba en los estudios sin camisa.

- ¿Pero nunca te cubres? - pregunto sin aliento mientras camino hacia el control remoto para detener la base

- ¿Por qué debería? Tengo que lucir mi físico - dice y yo sonrío con arrogancia, porque me sé muy bien la cita para decir

- Si fueras la mitad de divertido de lo que crees que eres, serías el doble de divertido de lo que eres. -

continúo, deteniéndome un momento a mirarlo.

Está cansado, ya ves.

Al hacer lecciones durante casi horas al día, los músculos se contraen cada vez más y, a menudo, ambos nos encontramos poniéndonos hielo o tomando analgésicos, solo para aliviar el dolor.

- Cazador de sombras, ciudad de huesos - insinuando una sonrisa torcida - Es mi película favorita, no tienes forma de engañarme - dice con calma

- Hay otros trescientos campos semánticos en los que podría follarte - continúo, tomando un sorbo de la botella que me entregó

- Seguro que me pegaste de la vergüenza. - afirma, y lo miro entrecerrando los ojos como rendijas

- Gne gne, ¿te crees simpática? - digo, levantándome de nuevo para ir al centro de la habitación y romperme el cuello

- ¿Qué estás bailando? - me pregunta

- Licencia de conducir - digo, yendo a buscar la sudadera para ponérmela, ya que tenemos que ir a la sala de grabación, solo para los ensayos generales.

Solo he estado una vez en este estudio, pero ya me ha dado grandes emociones.

Entrar en la escuela fue lo mejor que me pudo haber pasado para ser honesto

- Genial - dice y luego suspira - ¿ Vemos una serie más tarde? - dice acompañándome en el camino hacia la sala de grabación, finalmente poniéndose una remera

- Podría decirte que lo hago porque estás sin camisa, pero estaría mintiendo. Me encojo de hombros y él me mira .

- ¿Sabes que eres realmente una perra? - Pregunta de inmediato, deteniéndose por un momento.

- Nos movimos porque María no nos estará esperando y nuestro retraso - Sigo caminando delante de él, pero me detiene por la muñeca haciéndome girar bruscamente hacia él.

Estoy a unos milímetros de su cara y no puedo dejar de notar que tiene algunas pecas, labios ligeramente agrietados y ojos marrones, al igual que su cabello.

Sabes que te gusta

la puta conciencia

Me regaño a mí mismo, pero no puedo arrancarme. Hay algo que no me hace despegarme de él.

Es como si él fuera el imán y yo soy el trozo de metal que trata de no ser atrapado pero no puede.

- Pido disculpas si interrumpo, pero tenemos un ensayo general y tú, en medio del pasillo, no estás ayudando en nada - Samuel se aclara la garganta y luego habla, recibiendo una fuerte bofetada de Maddalena

- Cuando uno es estúpido simplemente no puedes evitarlo. Lo siento chicos - dice, apartando del brazo a nuestro compañero de piso, tan simpático como entrometido

- D-tenemos que irnos - apenas susurro, desprendiéndome de su agarre y continuando caminando con la cabeza gacha

- Cuento contigo para esta noche , hermosa – dice adelantándome y yendo a sentarse a su escritorio, donde llego unos segundos tarde, pero a tiempo para los ensayos

- Lo sé, lo sé, que tienes que decirme algunas cosas. ¿Eh Vi? - Pregunta el propio bailarín rubio, quien unos instantes antes no dudó ni un momento antes de interrumpirnos.

Todo el tiempo del ensayo hasta que llegó mi turno pensé en él.

De hecho, tal vez incluso lo pensé mientras bailaba y no me di cuenta.

no se que me pasa...

te gusta idiota

callate eres tu quien me pone idiota son

tus sentimientos admítelo y te irá mejor

a la mierda yo no hacer el ridículo después de una semana

- Muy bien, gracias Daniela - dicen los miembros de la producción y yo, después de agradecerles, me siento en mi mostrador, tratando de concentrarme en Gianmarco, quien detrás de mí baila mostrando a todos su coreografía.

Cuando terminamos nos vamos a casa y como me toca a mí usar el teléfono, aprovecho para escuchar algo de música e incluso llamar a mamá.

No tengo muy buena relación con ella, pero mamá es mamá.

Ella siempre estará feliz de saber de ti.

Le digo algunas cosas y sonrío, para luego ir a dejar el celular de nuevo en la cocina, en la caja especial donde todos los dejamos cuando no nos toca.

- En tu casa se paga una camiseta ¿no? - pregunto, cuando veo a Samu deambulando por la casa sin camisa por enésima vez

- Admite que no quieres que sea así porque soy sumamente irresistible y te distraigo - dice señalando y ohhhs suben de los presentes en la sala

- A mí no, sino a Ludovica que está quemando el pan tal vez sí - digo señalándola, mientras ha escuchado nuestra enésima riña de toda una semana

- Lástima, no es a ella a quien quiero impresionar - me guiña un ojo y luego se va a beber, dejándome allí de pie en el centro de la habitación

- Cállate. No abras la boca en este asunto o serás arrasado esta noche Samuel, lo sabes – digo sin mirarlo

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