Capítulo 4
A poco rato llegó Jeremy. Uf ese cuerpo criminal y sexy que me volvía loca, esos labios carnosos y ardientes, me moría por besarla algún día.
—Hola Juliet, te extrañé tanto mi amiga —saludándome con un abrazo, mis ojos se undieron al sentir sus brazos y sus cuerpo pegado de mi, esas cosquillas en la panza que me decía que aún había amor.
—Hola Jeremy yo también te extrañé —le respondí de la misma manera.
—Eres mala amiga, no me invitas a tus viajes —me comentó mirándome.
—No, cuidé a una tía enferma pero en las vacaciones podemos planear un viaje Susan tú y yo — le recordé.
—Eso espero —concluyó.
—Las clases están por finalizar podemos partir desde ahí —le sugerí.
—Por supuesto —me dijo sonriente.
Dos semanas después...
Ya el semestre había finalizado, pasamos las asignaturas, Susan me había llamado para que fuéramos a su casa a hablar un poco sobre que íbamos hacer, donde nos íbamos a quedar y todo lo relacionado con el viaje. Cuando llego a su casa Jeremy no estaba aún y le comenté ciertos detalles de Alexis antes que Jeremy llegara.
—Alexis está enamorado de mí —le comenté.
—Vaya. ¿Y qué de ti? —me preguntó.
—Susan tú sabes muy bien a quien yo quiero, Alexis es un tipo muy atractivo, amable, buen amante, nos llevamos bien pero no hay química. ¿Entiendes? —le aclaré.
—Tú y Jeremy están mal. ¿No debieras de decírselo? Mira que Alexis tuvo el valor —me dijo tomándose un trago de whisky.
—Mi caso es diferente Jeremy sólo tiene ojos para Mery —le recordé—. Y tú lo sabes.
—Y tu sólo tienes ojos para Jeremy —me dijo.
Al cabo de unos segundos me preguntó:
—¿Por qué no te das una oportunidad con Alexis?
—Sabes que yo no haría eso, sin amor no iniciaría una relación —le aclaré.
Al poco rato sonó el timbre Susan se levantó a abrir la puerta era Jeremy.
—Saludos chicas —nos saludó Jeremy cordialmente.
Ambas le respondimos, luego se unió a nosotras en la sala.
—Díganme. ¿Cuál es el plan chicas? —preguntó Jeremy.
—Violarte —contestó Susan bromeando.
—¡Oh qué maravilla! —exclamó Jeremy.
—Sí pero no, yo tengo pensado algo alterno o sea, salir a visitar distintos lugares, podemos ir a museos, club nocturnos, centros culturales, plazas comerciales, escalar algo así como una aventura por toda Barcelona.
—Buena idea — yo dije.
—Excelente —dijo Jeremy.
—¿Nos vamos cuándo? —pregunté.
—Cuando ustedes quieran —contestó Susan.
—Vámonos en dos días —mencioné.
Todos estuvimos de acuerdo. Luego tomamos vino sin parar, cuando terminamos nos dividimos hacia nuestros respectivos hogares. Al día siguiente que era sábado decido salir un poco me dirigí hacia un pequeño bar cercano a un parque ahí tomé varias copas de vino luego recordé que no había terminado de preparar la maleta y me dirigí para mi apartamento.
Una vez ahí terminé de empacar luego tuve una pequeña conversación escrita por whatsapp con Alexis.
—Hola, mi amor.
— Hola Alexis. ¿Cómo estás?
—Tú sabes, te extraño.
—Aparte de eso. ¿Qué más?
—Te amo.
— Te quiero.
—¿Cuándo vas a aceptarme como tu novio?
—Lo estoy pensando aún.
—Mi amor te prometo amarte hasta que me muera.
—No te vas a arrepentir.
—Lo sé, jajaja.
—I love you so much, my darling.
—Take care baby.
—:-( I will miss you.
—Look my pic on your phone.
Al parecer Alexis nunca se rinde, así hemos estados estos días en el cabo de un rato apagué las luces y me retiré a dormir.
Al día siguiente...
Susan, Jeremy y yo abordamos un avión rumbo a Barcelona, reservamos estadía en un hotel de Barcelona, dejamos las maletas en las habitaciones y nos fuimos a una galería de arte moderno. Una vez ahí apreciamos las modernas pinturas colocadas en las paredes después nos fuimos en un taxi rumbo a un centro cultural.
Ahí vimos diferentes tipos de espectáculos, como música, actuación, presentaciones diversas etc. Después en los demás días fuimos a diferentes balnearios.
En las noches asistíamos a bares, restaurantes y centros nocturnos.
Cuando regresamos a Madrid sucedió algo inesperado, Susan se había desmallado cuando salimos del aeropuerto abordamos un taxi urgente y la llevamos al hospital. No tenía nada grave según los análisis era un embarazo de dos meses. Después de saber que ella estaba bien y que su madre estaba con ella me dirigí hacia mi apartamento.
Una semana después Jeremy me había dicho que iría a mi apartamento a pasarse una tarde allí conmigo. Pero cambiamos de idea fuimos a un parque. Caminamos un rato luego nos paramos delante de un lago.
—Hermoso paisaje, este lugar transmite paz comentó Jeremy serenamente.
—¿Has estado aquí antes? —le pregunté.
—Sí, acostumbro venir aquí —afirmó, ese lugar era para Jeremy como una especie de amuleto.
—Nunca había entrado aquí sólo lo había visto de lejos —le dije.
—Deberías de venir siempre aquí —me sugirió.
Me agradó el lugar, pensé en visitarlo de vez en cuando. Así sentiría como si el parque fuera el. Después me puse a pensar en las tonterías que yo estaba diciendo. Jeremy significaba el amor. De hecho estábamos atravesando algo parecido. De pronto mencionó a la tipa esa, la que me daba rabia y coraje, la que Jeremy anhelaba tanto.
—No pierdo las esperanzas de que Mery se fije en mí —me dijo, yo sentí tanta rabia cuando escuché eso que no quería hablar.
—Mientras tú anhelas y sueñas aquella anda disfrutando el nepe de su novio y tú de pendejo —le argumenté, de una forma franca, pero no le demostré mis sentimientos.
—Lo sé pero se me hace difícil conectar con mujeres — me explicó.
—Es que no pones de tu parte —alegué.
—No es así, tiempo al tiempo — me dijo.
No hablamos nada más hasta la hora de irnos.
—Vámonos antes que llegues noche —le dije, Jeremy se levantó del banco y partimos.
—Vámonos antes que llegue la noche —le dije, Jeremy se levantó del banco y partimos.
Caminando mis pensamientos iban volando tenía a Jeremy a mi lado y eso me hacía sentir bien aveces pensaba que mi amigo necesitaba un sicólogo urgente. « El amor, el amor » eran palabras que susurraba yo en mi mente. Lástima que sólo podía sentirlo. Me sentía ver como era feliz y disfrutaba, eso es el amor.
Luego tomamos un taxi primero se quedó Jeremy en su casa después yo a mi apartamento. Cuando llegué a mi habitación me tumbé sobre mi cama y suspiraba:
—Jeremy, jeremy...
Sentía amor por él, mi corazón no podría dejar de latir cuando lo veía, me olvidaba del tiempo. Alexis era un buen chico pero aún así con nuestros encuentros no podía enamorarme de él como él quería. El amor nace, no se forza, sólo se da y se alimenta de ilusiones y sueños.
Cercándose la noche Alexis me llamó quería pasar la noche conmigo.
—Bueno —contesté el teléfono.
—Buenas noches mi amor —me saludó.
—¿Puedo ir a tu apartamento hoy ? —me preguntó.
—Sí —le afirmé.
—Desde luego voy en seguida —pronunció.
—Bien te espero —me despedí.
Colgué el teléfono y me dirigí a la sala a esperarlo.
Colgué el teléfono y me dirigí a la sala a esperarlo. ¡Qué día! En el día con Jeremy y en la noche con Alexis. A minutos llegó Alexis con unos deliciosos brownies. Nos sentamos en el mismo mueble a comernos los brownies cuando terminamos me dirigí a la cocina a buscar un vino para tomar y dos copas. Después de tomar nos dirigimos a mi habitación una vez ahí nos quitamos la ropa, nos tumbamos en la cama, Alexis acarició mis senos con su lengua luego estimuló mi clítoris con su lengua después me penetró y disfrutamos del sexo. Esa noche Alexis se quedó conmigo como muchas veces que dormíamos juntos.
Alexis cómo siempre tan caballeroso preparó el desayuno de hecho le gustaba cocinar, preparaba platos variados.
—Te tengo una buena noticia Juliet —me dijo.
—¿Qué es? —pregunté.
— Conseguí un traslado de mi trabajo hacia una sucursal de aquí, estaré viviendo aquí a partir de la semana que viene —me explicó.
—Queee... —dije sin saber que decir.
—Para estar más cerca de ti —me comentó, no lo podía creer.
Espero que no te arrepientas —argumenté dudosa.
—No tengo porqué, cariño —aseguró.
A lo que Alexis ha llegado pensé, la realidad era que no lo amaba pero como todo hombre... Los hombres siempre tienen las ilusiones de que nosotros le daremos una oportunidad en el futuro.
—Bien vístete vamos al cine —le sugerí.
—¿Qué vamos a ver? —me preguntó.
—Vamos a ver una película de terror —comenté.
—Creo que en ese caso sería mejor en la noche —me sugirió, en las noches yo no me atrevía a ver películas de terror pero esa vez acepté.
—De acuerdo, no me agrada la idea porque tiendo a tener pesadillas —pronuncié.
—No temas, yo estaré contigo — me dijo acariciándome la espalda.
Ya en la noche fuimos al cine a ver la película que yo había elegido, compramos palomitas, chocolates y refrescos. Luego nos dirigimos a un restaurante cenamos pescado a la plancha, ensalsadas, un rico postre y de bebida champagne. Nos retornamos a mi apartamento como en eso de las 11 de la noche al día siguiente Alexis se retiró.
Ya pasado el medio día visité a Jeremy a su casa.
—Me dijiste que iríamos a nadar hoy —le recordé.
—Claro, no me he arrepentido — me dijo.
—Sí, lo siento me quedé dormida, pero tu ni siquiera me llamaste —le dije.
—Te llamé pero no entraba la llamada —me explicó.
—No, no me digas eso mi móvil tenía señal además tengo teléfono residencial —le recalqué.
—No sé que sucedió —aludió, no supe las razones por las que no me llamó, Jeremy era misterioso de vez en cuando.
—Y cambiando de tema. ¿Sabes quién es el padre del bebé de Susan? — le pregunté curiosa.
—Ni idea, no me ha dicho nada parece que a ti tampoco —me respondió.
—Así es, nada de nada, podría ser que no sepa quien es —le dije.
—Mujeres, mujeres, mujeres, ustedes son tan misteriosas y difíciles de entender —dijo Jeremy con un tono cansado.
—No somos difíciles de entender, ustedes son brutos que es diferente —argumenté.
—Ah no, así no, no somos brutos, ustedes son difíciles —se interpuso a lo que yo había dicho.
—¿Entiendes por qué Mery no te quiere? —le pregunté.
—¿Por qué me preguntas eso? — me preguntó.
—Sólo bromeaba, jajaja — le aclaré.
—Pesadita eres, a tu amigo le tiras esas bombas —me dijo incómodo.
—Para que reacciones tonto —le aclaré.
—No me entiendes porque no estás enamorada —aseguró.
—Yo si entiendo, el hecho de que tomes las cosas de una manera diferente es otra —le aclaré.
—Dime. ¿Eres feliz? —me preguntó.
—Claro que sí —le respondí.
—Felicidades amiga —me felicitó, lo que me pasó por la mente es que está loco.
—Siempre te estaré diciendo lo mismo —le dije.
Ahí tuvimos pequeñas discusiones tontas como siempre. Cuando ya no había energías me retiré hacia a mi apartamento. No valía la pena seguir tratando el mismo tema de Mery con Jeremy.
Al día siguiente me dirijo al centro comercial, quería hacer algunas comprar de ropa y calzados. Subiendo en la escalera eléctrica me topé con Mery iba de manos con su novio. Compré algo no mucho. Y de casualidad también me encontré a Susan.
—¡Susan! —exclamé, ella se aproximó a mí.
—Juliet hola, que bueno encontrarte por aquí —me saludó con muestras de alegría y cariño.
—Sí, que bueno encontrarte —le dije, nos digamos un beso en la mejilla y un abrazo.
—¿Qué ha sido de ti en estos días? —me preguntó.
—Disfrutando de la vida amiga. ¿Cómo va tu embarazo? —le pregunté, tocando su barriga.
—Mi embarazo va bien, ven vamos a donde podamos conversar mejor —respondió, nos ubicamos en un lugar donde había asientos.
—¿Cuándo volvemos a Lérida? —me preguntó.
—No sé y hablando de eso Alexis consiguió trasladarse aquí imagínate —le respondí.
—Me lo imagino tú y Alexis teniendo encuentros íntimos a diario —me dijo.
—Que mentalidad la tuya —le dije.
—¿Ah no? ¿Y entonces? — me preguntó.
—Sólo imagina —le respondí.
—¿Y Jeremy? — me preguntó.
—Él está bien —le respondí con un tono seco.
Luego de unos segundos me comentó sobre sus planes a futuro incluyendo los del bebé, comimos comida chatarra etc. Después nos dividimos hacia nuestros respectivos hogares.
