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Mi ángel inesperado

40.0K · Completado
merysagi
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9.0
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Sinopsis

Dos rayitas que me avisan que mi vida cambiará. Dos rayitas que me dicen que tendré que luchar por esta personita que crece dentro de mí. Dos rayitas que me avisan que tendré dentro de nueve meses a un bebé por el que daría la vida sin conocerla o conocerlo. Dos rayitas que me dicen que pronto tendré conmigo a mi bebé, a mi hijo o hija, a mi ángel inesperado. Agarro la prueba y la escondo en una de las comparticiones de mi closet, me acuesto en mi cama, mirando al techo y pensando en cómo serán las cosas a partir de ahora, en cómo le diré a mis padres, y lo último pero no menos importante en cómo le diré a el papá de mi bebé. Pensando en muchas cosas y con lágrimas en los ojos, caigo dormida entre mis sueños.

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Capítulo uno

Tanteo la mesita de noche que se encuentra al lado de mi cama buscando mi teléfono, lo agarro y apago la molesta alarma que suena estruendosamente en las cuatro paredes, prendo la pantalla de este y veo la hora.

7:00am.

Me levanto perezosamente y me encamino a mi closet, entro en este y busco mi ropa para el Instituto. Me dirijo al baño para hacer mi aseo personal y bañarme.

Al salir del baño ya maquillada y vestida, agarro mi celular para ver la hora.

7:55am.

Abro mis ojos como platos.

¡Rayos! Tenía solo cinco minutos para llegar. Peine mi cabello rápidamente, agarre mi bolso con mi teléfono y las llaves de mi carro (regalo de mi papá) y bajo las escaleras para llegar a la cocina.

Se me olvidaba, me llamo Emma Miller, pero me dicen "Emm", tengo 16 años, casi 17, vivo con mi mamá y mi papá. No tengo hermanos, me encanta la música y leer, mido 1,68 y no soy ni gordita ni flaca, en el medio. Mi cabello es marrón, al igual que mis ojos.

Entro a la cocina y me encuentro a mi mamá preparando el desayuno y a papá sentado en un taburete leyendo el periódico.

—Hola mamá, hola papá. ¿Cómo amanecieron?— les pregunto mientras sacó de la nevera el jugo de naranja algo apurada por la hora.

—Bien hija, pero ¿por qué tan apurada?— dice mamá viéndome.

Me tomo mi jugo rápidamente y le respondo.

—Voy tarde mami, nos vemos en un rato. ¡Adiós!— les beso la mejilla a ambos y salgo casi corriendo, sin darles tiempo a mis padres de responder.

Me monto en mi auto, pongo música y arranco rumbo al Instituto. Cuando llego busco un espacio vacío en el estacionamiento, aparco y bajo buscando con la mirada a mis amigos.

Al no encontrarlos entro al instituto y me dispongo a caminar a la cafetería, al parecer el profesor de química no asistió a clases, ya que, todos mis compañeros están afuera.

Entro a la cafetería y me encuentro con mis amigos sentados en una mesa y me encamino hacia ellos.

Al llegar la primera en saludarme fue mi mejor amiga Brittany, mejor conocida como Britt, ésta prácticamente salto encima de mí.

—Oye amiga, yo sé que me extrañaste, pero deja para los demás— le digo bromeando. Se separa de mí y me da una de sus miradas de reproche.

—Ay amiga, ¡yo estoy bien! Todo perfecto en mis vacaciones— me dice con sarcasmo y yo me rio escandalosamente.

—Lo siento, lo siento. ¿Cómo te fue en casa de tu abuela?— le pregunto sentándome en la mesa con mis otros compañeros.

—Bien, toda mi familia te mandó saludos.— me dice sonriente.

—¡Les dices que igual cuando vayas otra vez!— le digo a mi amiga.

Me volteo automáticamente y empiezo a saludar a los demás que se sientan con nosotras.

Pasamos toda esa hora hablando sobre nuestras vacaciones, hasta que sonó el timbre de entrada otra vez. Me levanto de la mesa junto con Britt y nos dirigimos a la clase de física.

Entramos al aula y nos sentamos juntas, todos los puestos se llenan de a poco y el profesor comienza su clase. Cuando lleva 10 min explicando, tocan la puerta del salón.

Todos intrigados vemos hacia la puerta que se abre dejando ver a un chico mucho más alto que yo, pelo café claro y unos ojos azules que matan a cualquiera. Entra al salón y habla con el profesor, este se voltea hacia nosotros.

—Alumnos, este es su nuevo compañero, se llama Matt, preséntate.— le dice al chico nuevo.

—Bueno, me llamo Matt y vengo de Los Ángeles.— es todo lo que dice.

El profesor le indica que se siente en un pupitre que está desocupado al final. Después de la llegada del nuevo, todo continúa normal.

Algunas chicas, digamos la mayoría, locas por Matt, otros riéndose y algunos prestando atención a la clase. Todo un salón normal.

La mañana sigue pasando aburrida, entre clases y clases junto con Britt y los típicos rumores del chico nuevo.