Capítulo 12: Lo creas o no
Yadira estaba disgustada por la boca mezquina de Perla, y respondió,-¡Qué tonterías dices!-
-Si estoy diciendo tonterías o no, tú lo sabes perfectamente.-Perla dio un bufido con desprecio,-¿O,te atreves a decir que no te gusta Severo?-
Yadira bajó la cabeza y se quedó callada. No se atrevió a responderle, porque era verdad que la persona que siempre le gustó era Severo.
En ese momento, Perla gritó de repente sorprendida, -¡¿Severo?!-
Yadira levantó la cabeza sobresaltada, y vio que Severo había regresado en algún momento. Entonces lo miró nerviosa, preguntándose cuánto había escuchado. De improviso, Severo volvió la cabeza para no mirarla, por lo que Yadira supo que él lo había oído todo.
Satisfecha con la reacción de Severo, Perla sonrió y lo consoló, -Severo, no lo pienses mucho. Yadira ya está casada, así que no te preocupes por lo que dijo.-
Esta era la reacción normal de alguien al enterarse del amor de una mujer fea y estúpida como Yadira, y uno se pregunta por qué ese ¨Fidelio¨ se enredaría con ella. Quizás sea por la búsqueda ocasional de algo exótico para despertar su pasión.
-Yadira, ¿estás casada?- pregunto Severo, girando la cabeza para mirarla directamente.
-Sí, antes ella misma me confesó que aunque se casara con alguien, quizás no tendría la suerte de casarse con un hombre bueno, así que lo mejor sería estar con alguien de la familia Dominguez. Le aconsejé que aunque una familia de primera como la de ellos era muy rica, un marido así...-Perla negó con la cabeza, fingiendo estar triste y sufrida.
Pero, Yadira percibió perfectamente lo que sus palabras querían decir, que ella quiso casarse con la familia Dominguez porque estaba ávida de riqueza y dinero.
Severo frunció el ceño hacia Yadira, y sus ojos estaban llenos de decepción, por lo que dijo, -De todos modos, gracias por casarte por el bien de Perla.-
Perla también parecía agradecida, diciendo, -Sí, si no te hubieras casado con la familia Dominguez por mí, Severo y yo no podríamos estar juntos.-
Yadira se mordió el labio inferior con fiereza y con una voz frágil se defendió, -No es como ella lo dice.-
Aunque era imposible que ella y Severo estuvieran juntos, Yadira no quería que él la viera como una persona ávida de riqueza.
Severo frunció el ceño y dijo, -Yadira, no necesitas darme explicaciones, porque puedo entenderte. Aunque Delfino no... tiene buena salud, de seguro la familia Dominguez te tratará bien.-
El corazón de Yadira se hundió en la más profunda tristeza, pero, en ese mismo momento, su teléfono vibró de repente.
Lo sacó y vió un mensaje de texto lleno de una serie de nombres de platos, sin ningún otro contenido extra.
Aunque no sabía de quién era, encontró la excusa perfecta para irse.
-Tengo cosas que hacer, así que tengo que irme.- Se levantó y miró a Severo con indiferencia, -Me gustabas antes, no lo negaré, pero no lo seguiré haciendo. En cuanto a cómo me casé con Delfino Dominguez, Perla lo sabe mejor que todos, incluída yo misma.-
A ella le gustaba Severo, porque era el único hombre al que no le desagradaba y parecía que se preocupaba por ella. Ahora, parecía que todo fue una falsa simpatía hacia ella.
La familia Jimenez y la familia Perez eran amigas desde generaciones. Yadira y Severo se conocían desde hacía muchos años, ¿cómo era posible que él no la conociera en absoluto?Aunque era lógico, puesto que incluso, Salia, su propia madre, no la creía. Entonces, porque Severo, siendo un forastero, podría creerle.
Cuando Yadira terminó de hablar, salió de la habitación del restaurante sin remordimientos.
Al cerrar la puerta, escuchó a Severo decir a Perla, -Solía pensar que Yadira era una chica sencilla y amable, pero nunca pensé que sería ese tipo de persona...-
Y Perla seguía con ese tono de falsa tristeza, -Yo tampoco lo esperaba ...-
Yadira apretó sus manos y frunció sus labios con fuerza, de inmediato salió del restaurante sin mirar atrás.
El teléfono que llevaba en el bolsillo volvió a sonar, ella pulsó el botón para responder la llamada, sin ni siquiera mirar de quien era.
La familiar grave voz hizo impacto con sus tímpanos, -Los platos en el mensaje, tráemelos.-
