Capítulo 1
El punto de vista de Isabel
Despertarme de madrugada no es lo mío.
¿Quién quiere despertarse a las de la mañana?
De verdad tío... ¿Por qué no podemos despertarnos por la noche e irnos a dormir por la mañana?
¡Suena súper bien!
Hola soy yo Isabel Collins, 25 años, CEO de I&C industries.
Soy el tipo de chica a la que le encanta trabajar de noche y dormir todo el día.
Por supuesto que pertenezco a la categoría —culo perezoso—, según mi madre.
—Isabel... despierta ahora mismo—, la voz de mi madre
llegó a mi habitación.
¿Cómo puede ser tan ruidosa? Si levanto la voz mi padre me cortaría.. sin embargo no se divorció de mi madre.
—Voy mamá—, grité para irritar a mi madre y a mi padre.
Después de ducharme y ponerme el traje de oficina, cepillarme el pelo y pintarme los labios de color nude con un poco de crema hidratante en la cara, tenía un aspecto totalmente pulcro y profesional.
Sí tengo kit de maquillaje... y chicos aún está fresco y nuevo.
Me has pillado... culo perezoso.
Bajando vi a mi padre y a mi madre riendo y esperándome en la mesa para unirme a ellos.
En mi familia somos papá, mamá, yo y mi hermana mayor Mia.
Mia está felizmente casada con su marido Rio desde hace tres años. Es tres años mayor que yo. Cuando yo tenía , ella se casó.
Un año mas tarde Mia y Rio fueron bendecidos con la hermosa niña Ria (Mia Rio = Ria). Estan muy enamorados.
Ria es tan dulce y super lindo con sus mejillas regordetas. Si la ves te dan ganas de morderle la mejilla y comértela.
Me alegré mucho por mi hermana. Son la pareja perfecta.
—Ven aquí mi princesita,—, me llamó mi padre con una sonrisa.
Una sonrisa se reflejó en mi cara al verlo.
Caminando hacia él me abrazó y me besó en la frente.
—Buenos días papá.
—Buenos días mamá—, sonreí y besé sus mejillas.
—Buenos días cariño—, sonrió mi madre y empezamos a comer.
—¿Has firmado el acuerdo princesa?, Mi padre preguntó sobre el acuerdo que firmamos el día pasado.
—Sí..—, antes de que pudiera terminar mi madre empezó.
—Nada de negocios mientras se come Mr.Collin—, su voz cabreada hizo callar a mi padre.
—Sí, señora Collin—, sonrió mi padre con satisfacción.
En un segundo mi madre se derritió y sus mejillas se pusieron rojas.
Dios... están tan enamorados.
—Papá no quiero ningún hermano o hermana menor—, bromeé mientras mi madre me daba una fuerte bofetada.
—¿Por qué ha sido eso? —la miré con dolor.
—Eso es por tomarnos el pelo a tu padre y a mí—, la fulminó con la mirada.
Mientras yo sacaba la lengua y empezaba a comer.
—Mia llegará esta noche, papá. Ella esperaba quedarse un mes aquí—, le informé a papá.
—Me lo ha dicho mamá. Haz los preparativos—, respondió.
—Pensaba hacer que se quedara en nuestra nueva casa de vacaciones—, le dije mientras mi madre soltaba una risita de felicidad.
—Echo de menos a mi bebé—, hizo un mohín mamá.
—¿Entonces tu pequeño yo?—, le contesté con un mohín.
—No me perderé ningún problema—, ahora le toca a ella sacar la lengua.
—Mamá...—, me quejé.
—Basta Bell. Asegúrate de que conseguimos ese proyecto de Alemania—, la voz de mi padre me puso serio.
—Sí, señor—, respondí juguetonamente mientras él negaba con la cabeza y se marchaba a su estudio.
—Mamá... ya me voy—, abrazándola salí de la casa mientras Mr.Sun me saludaba con la mirada.
—Buenos días a usted también, señor Sun—, murmuré. Me puse las gafas de sol, cogí el coche y me dirigí a la oficina.
Al llegar a la oficina, mi ayudante Stella me recibió con un café y su característica sonrisa.
—Buenos días Stella—, guiñándole un ojo tomé asiento y me puse a trabajar.
Sonó mi teléfono.
—La persona a la que estás llamando se está partiendo el culo trabajando. Si ha marcado para soltar alguna tontería suya por favor haga el favor. Ten la amabilidad de borrar su contacto—, le dije aburridamente.
—Isabel Collins te quiero en el club a las . Luego te mando un mensaje con la dirección. Y si por casualidad me dejas tirada...TE MALDIGO POR UN MATRIMONIO ARREGLADO CON UN VIEJO PEDO—, terminó la llamada mientras gritaba la última parte dejándome sordo.
—¿Dónde he encontrado un amigo tan problemático?—, murmuré para mis adentros y trabajé.
A las de la tarde, estaba delante del club al que Layla me había invitado.
Amigo sus maldiciones funcionarán la mayoría de las veces. Especialmente para mí.
—Hey Bell—, me dio una palmada en el culo y me echó el brazo por encima de los hombros.
Te presento a mi mejor amiga Layla Smith. Si a los amigos se les llama locos es por ella.
Ella es la definición de la locura. Escupir el chicle masticado en la bebida del profesor, hacer que el Director se caiga al suelo con la extensión de su pierna, pintar el coche caro de nuestro enemigo de un color horrible, robar las llaves de seguridad y encerrarlas en el baño y la lista continúa chicos.
Sin olvidar las mejores peleas de tirones de pelo con otras chicas.
Claro que yo era el más activo que ella. Aún así ella está más loca.
—¿Por qué estoy aquí?
—Por supuesto, beber hasta morir—, soltó una risita.
—Chica....Me matarán a palos si llego borracha a casa. Esta vez de verdad—, dije la verdad.
Sin olvidar a mi hermana, que también participará.
Tres contra uno. ¡¡Dispara!! Estaré realmente muerto.
—Una última vez...—, mostró sus ojos de cachorro.
—Sabes que no será la última vez. Bueno vamos—, suspiré firmando por mi muerte.
Me emborracharé fácilmente en mi segunda ronda.
Le envié un mensaje a Ryan por si nos sacaba de apuros.
—¿Qué ha pasado? —le pregunté.
—Rompí con él—, sonrió tristemente.
Apreté el puño.
Tomando su primer tiro la verdadera perra salió.
—Ese maldito gilipollas me culpó de engañarle cuando él me engañó con su ex—novia. ¿Cómo se atreve? Bastardo. ¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve?
Ella empezó.
Lleva meses saliendo con un tal Stephen. Lo conoció en el mismo bar
—¿Cómo se atreve a Bell?—, la fulminó con la mirada y engulló el segundo trago.
—¿Cómo se atreve? —, Ahora me toca a mí suspirar de fastidio. ¿Cuántas veces repitió ¿Cómo se atreve?
Tomé mi copa y me la bebí de un trago.
—¿Cómo se atreve a dejar a mi mejor amiga?—, grité al aire.
—Ven.. llévame a su casa. Lo mataré por ti—, la llamé.
—Ya voy nena—, tomando dos copas más ambos cogimos taxi y llegamos a casa de su novio.
El resto es historia
