Capítulo 2

Necesidades primarias

Patrick

¿Porque escuché a Ian?, - Glory, ¿hay muchas chicas esperando? -, - Si Pat, ¿quieres que les diga que se vayan? -, moví la cabeza negando, tenía un presentimiento, hoy iba a pasar algo importante, pero no sabía qué, de pronto me llegó un olor delicioso, manzana y canela, era muy leve pero despertó a mi lobo interior, pase una hora recibiendo a chica tras chica, todas hermosas, pero ninguna olía tan delicioso, la penúltima chica que recibí, bueno, no sabía hacer nada y solo me coqueteaba descaradamente, la corte de inmediato y la despedí, salió llorando, entonces entró ella.

La ví cuando se levantó del sofá ubicado frente al escritorio de Glory, era perfecta, medía quizás 1.65m de estatura, curvilínea, unos pechos que cabrían bien en mis manos, abdomen ligeramente redondeado, un buen trasero, figura de reloj, cabello castaño largo, piel morena, labios gruesos, nariz pequeña y hasta que giró pude ver sus hermosos ojos café, entró en mi oficina, me agache, sentía hervirme la sangre, una necesidad de poseerla se apoderó de mi, si la miraba, podría saltarle encima, -Buenos días sr Zafra -, oír su voz me puso más ancioso.

Lo único que pude pensar para no tomarla sobre mi escritorio fue : - Srita Ruiz, ¿sabe usar una computadora? -, mientras ella respondía trate de calmarme, ya había leído su solicitud, y era la mejor capacitada, pero jamás pensé que me pondría loco, le dije que era perfecta y la contrate, debía hacerla salir, la cite para el siguiente día y le pedí que no usará perfume, me miró ofendida, así que solo atiné a decir que era alérgico, ella salió muy contenta, no deje de mirarle el trasero mientras se iba, una vez se fue, me transforme a mi forma de lobo y la seguí, afortunadamente vivía a un par de cuadras, no entiendo cómo nunca la olí.

La repuesta llegó cuando me acerque a su casa, vivía con otras 2 mujeres mayores, y al parecer una de ellas estaba obsesionada con la limpieza, el olor del desinfectante dañaba mi nariz, la ví adentrarse más en la pequeña casa, la rodie y ví su habitación, había una cama matrimonial, la simple idea de pensar que tenía una pareja me estaba poniendo mal, pero me acerque más y percibí que olía a una de las mujeres, me tranquilice, entonces mi mujer empezó a desabrochar su blusa y se la bajo un poco sobre los hombros, pero estornude, se cubrió y fue a cerrar las cortinas, una rendija quedó en la esquina de la ventana y me quedé ahí, como un pervertido.

Se quitó la blusa y después el sujetador, empecé a babear como un lobezno que mira un jugoso filete, se puso una blusa de tirantes y después iba a quitarse el pantalón, decidí que era el momento de irme, corrí como alma que lleva el diablo hasta llegar al edificio donde vivo, adopte nuevamente mi forma humana, tome el ascensor que me llevo hasta el penthouse que comparto con mis hermanos, al entrar los ví jugando Scrabbble en la sala, fui directo a la cocina y me serví un vaso de whisky, Ian se acercó preocupado, - ¿Que sucede Pat, hubo otro ataque? -, lo mire y negué tomando de un jalón mi wisky, - ¿Entonces? -, - La encontré -, fue todo lo que atiné a decir mientras bebía mi segundo wisky, -¿A quien? -, pregunto, uniéndose a la conversación, mi hermana Lía, - Mi compañera -, Ian empezó a saltar como un chiquillo, - Y ahora, ¿que te pasa? -, - Pues eso significa que no seré tu sucesor -, - Pat, ¿entonces no vas a casarte con Stella? -, mire confundido a mi hermana menor, - Es que ella está diciendo que se acostó contigo y que la reclamaste para ser tu compañera -, sabía que muchas de las hembras de la manada querían el puesto vacante de mi compañera, pero Stella Maris, sería a la última hembra que consideraría, - No Lía, ninguna hembra estará en mi cama más que mi verdadera compañera -, con esta respuesta se tranquilizó, - ¿Cuando la conoceremos? -, pregunto Ian, - Aún no le digo que es mi compañera, trabajará para mí en el gimnasio, mañana empieza -, - Vaya, al menos seguiste mi consejo.... espera, ¿es alguna de las chicas que te envié? -, lo mire molesto, sabía que la pasarela de modelos había sido obra suya, - No -, lo ví expulsar el aliento que no sabía que estaba reteniendo, - Vamos, debemos dormir -, les dije, los ví escombrar la sala, Ian se despidió desde el pasillo, Lía fue hasta la cocina, beso mi mejilla y se fue a su habitación.

Me quedé un rato más en la cocina pensando en mis hermanos, Ian era 8 años menor que yo, un alma libre sin duda, y Lía con 20 años, es mi consentida, tal vez tener una compañera sería bueno para mí, que con 38 años, me dediqué por completo a la manada cuando mis padres murieron, debía ir despacio con mi Zoé, no sé cómo tomara el hecho de ser la compañera predestinada de un lobo virgen.