Librería
Español

Libérame

61.0K · Completado
yubelka1234
56
Capítulos
166
Leídos
7.0
Calificaciones

Sinopsis

Cuando tu verdadero amor te traiciona es casi imposible poder perdonar, aunque por dentro te mueras de amor por el.

AventuraSeductorRománticoDrama

1 - 1

Todos en ese preciso momento se llevaron sus manos a la boca de manera sorpresiva y al instante me sonrojé por lo que había pasado tanto así que en cuanto reaccioné me separé inmediatamente del cuerpo de Harry.

—Muchas gracias por su participación, señorita Fox—me dijo—ahora regrese a su pupitre por favor— bajé la cabeza apenada y me senté, pero al menos creo que había logrado mi cometido y es que necesitaba desconcertar a Harry, aunque la verdad lo que había dicho era cierto, tenía planes de casarme con Noah.

La clase continuaba, los demás compañeros de clase pasaron uno a uno presentándose de forma personal, sus planes, pasatiempos entre otras cosas, mientras tanto podía observar que Harry y yo frecuentemente chocábamos nuestras miradas, me resultaba un poco incómodo después de lo que había pasado, lo único que deseaba era escuchar el timbre de la siguiente clase, y así fue, afortunadamente se escuchó.

—Muy bien, jóvenes, gracias a todos los que participaron hoy, los que quedaron pendiente lo realizarán mañana y que tengan un buen día—todos salieron de clase tomando sus mochilas, Harry estaba organizando algunos documentos en su maletín, pero obviamente yo también tendría que salir del aula.

—¿Dónde irás a comer?— Alberto iba a mi lado, nos habíamos vuelto muy buenos amigos todo este tiempo, creo que él si era un amigo de verdad no como aquellas víboras de Piper y Trisha, que por cierto gracias al cielo no me las he topado.

—No sé, aún no tengo idea, pero creo que iré al mismo de siempre, en ese cafetín hay buena comida y respecto a los precios son bastante accesibles—pero sentía un olor bastante intenso viniendo desde atrás que me hizo girar mi cuello a lo inmediato, ese olor lo reconocía a kilómetros—no puede ser—susurré.

—¿A qué te refieres?— Alberto levantó sus manos en forma de paz, pero parece que él también había sentido el mismo olor que giró su cuello hacia atrás—¡oh! Ahora lo entiendo, ¿quieres que te ayude con esto?

—No te preocupes, Alberto, quizás sólo viene en la misma dirección, pero cuando giremos hacia la izquierda quizás él camine derecho— y así fue, giramos a la izquierda en busca del cafetín pero Harry venía aún detrás.

—Te lo dije—Alberto miraba de reojo hacia atrás—nos viene síguiendo, Isa, deberíamos de frenar para ver qué pasa, ¿no crees? Quizás pase de lado.

—Está bien—asentí frenando de golpe.

—Necesito hablar contigo—finalmente el señor Lee se había expuesto más de lo que lo había hecho todo este tiempo.

—Oye, amigo—Alberto se colocó frente a él impidiendo verme—Si quieres puedo ayudarte con esto— me tomó de la mano, definitivamente Alberto era un gran tipo, quizás Martha debería de aprender a valorarlo.

—No es necesario que te metas a problemas— le dije dando unos pasos hacia el frente— lo que sea que tenga que decir el señor Lee lo dirá frente a los dos, ¿no es así, querido profesor?—lo fulminé con mi mirada, ya los días en que él era el que tomaba el control se habían ido, ahora era mi etapa en donde yo ponía las reglas y se debían de hacer las cosas tal y como yo quisiera.

—Vamos, Isabella, no creerás que hablaré frente a este chico, ¿ o si?—frunció el ceño tomándome de la mano.

—¡Sueltala!—Alberto espetó—ella no es ningún juguete tuyo— estaba apunto de ocurrir un pleito y realmente no quería que la situación en la universidad con Alberto se viera complicada, era un buen muchacho y no se merecía meterse en estos líos menos por mi.

—Espéranos acá, Alberto, el señor Lee y yo hablaremos, pero no creo que duremos—empuñé mis labios y caminé junto a él—¿ qué se supone que haces, Harry? Primeramente te vuelves Profesor y en segundo lugar montas todo ese circo en la clase, ¿que se supone que vas a lograr con todo eso?

—¡Verte! eso es lo que pretendo todo este tiempo, Isabella—me sorprendió la forma directa en que hablaba Harry, esta vez no andaba con tantos rodeos, pero eso no le serviría de nada, no después de lo que me hizo.

—Bueno, pero ahora me ves diario, por favor te pediré un gran favor—me detuve en seco viéndolo a los ojos, aunque en el interior sentía cosas cuando miraba esas pupilas dilatadas— desde ahora en adelante quiero que siempre me trates como a cualquier estudiante que tengas a cargo, el hecho de que haya pasado algo entre nosotros en un pasado no quiere decir que tengas el derecho de querer hablar conmigo cuando tú quieras, Las cosas no funcionan así y espero me respetes, porque de lo contrario yo misma me quejaré con el rector de esta universidad, no creo que querrás tener la fama de acosar a una chica, ¿o si?

—No lo harías—sonrió— ambos sabemos lo que sentimos el uno al otro, Isabella, no intentes engañarte a ti misma estando con alguien a quien no amas, una vez tuvimos una plática y te fui muy claro, te dije que desde que llegaste a mi vida no habría otra mujer en mi corazón y de la misma forma te dije que, pase lo que pase, tú siempre serás mía—sentí muchas sensaciones en mi estómago, tanto así que empecé a sudar un poco helado, era injusto porque por más que yo me opusiera a la atracción que tenía hacia Harry, al final los deseos me vencían, creo que si esta conversación la hubiésemos tenido en un lugar a solas y en la oscuridad no sé qué cosas hubiera pasado—pero ahora cuéntame, ¿en realidad piensas casarte con ese tipo?— esta vez me tomó con autoridad, afortunadamente donde estábamos no habían personas, había un pequeño jardín oculto entre dos aulas y sólo habían dos bancas.

—¡Por supuesto que lo haré! ¿o acaso hay algo que me lo impida?—bufé— él es mi novio y yo soy su novia o mejor dicho, su mujer...—musité, no sé pero me encantaba ver el rostro de Harry enfurecido, quizás sólo estaba dándole una cucharada de su propia medicina.

—¡Te lo prohíbo!— dio un golpe en la banca— tú, no te casaras con ese imbécil y con nadie más que no sea yo, Isabella Fox—miré como moría fuerte de rabia.

—Por favor, Harry,— sonreí de manera burlesca— tú no me vas impedir nada, nosotros no somos absolutamente nada, tú tienes a tu mujercita y a un hijo en camino, deberías de preocuparte más por esas cosas que por intentar conquistar a alguien que la perdiste definitivamente—me levanté de la banca— creo que esta plática ha llegado a su final, Alberto me está esperando y creo que sería de muy mala educación dejarlo ahí por mucho tiempo, espero que ya no haya más temas entre nosotros, creo que te he aclarado lo más preciso tus inquietudes así que si me disculpas, queridito, chao—giré sobre mis talones enganchando mi bolso al hombro y salí como una mujer muy segura de sí misma, ya era el momento de ponerlo en su lugar y no demostrarle que soy frágil cada vez que estoy tan cerca de él, no debo de mostrarle ni un poco de debilidad, lo conozco muy bien y creo que ese sería la mecha que prendería esa gran bomba.

—¿Todo bien con ese sujeto?— Alberto parecía un poco preocupado.

—Si, no te preocupes, creo que a nuestro querido profesor le han quedado muy clara ciertas cosas y no creo que nos vuelva a molestar—enganché mi brazo derecho en su hombro y caminamos directo a la cafetería, respiré aliviada porque en el fondo me había desahogado un poco, aunque tenía muchas cosas más por decirle en la cara a Harry, pero creo que con lo de hoy había sido más que suficiente.

NOAH