Capítulo 2
Con mis dedos aún explorando su húmeda cueva, chupo sus pezones endurecidos con la boca. Ella gime y me inclina la cabeza, empujándome para que acelere el ritmo. Hice lo que quería y mordisqueé sus pezones con la lengua.
—Kal ... Por favor —suena desesperada. Sé lo que quiere, pero quiero provocarla más.
- ¿ Qué? - pregunté.
- Te quiero... dentro de mí ahora, por favor. -
- Pero quiero explorarte más, - dije.
—¡Te deseo ya! Ya no aguanto más —dice , mientras mis dedos siguen dándole placer.
La ignoré y, en un movimiento rápido, nos dio la vuelta quedando ella encima de mí y puso sus manos en mi cinturón, lista para desabrocharlo y sujetar mi pene rígido, cuando mi teléfono, que estaba en la silla al lado de la mesa, sonó, interrumpiéndonos.
—Ignóralo —dice , visiblemente molesta porque la llamada tuvo que arruinar el momento. Reviso el teléfono y es Aquiles. No puedo ignorar una llamada de Aquiles sin una justificación práctica.
No es que le deba ningún respeto, sino porque podría tener buenas noticias sobre el trato que he estado tratando de conseguir con BSL, y también porque es mi secretario y mi mejor amigo.
Me incorporo y tomo el teléfono. Contesto, ignorando la mirada de disgusto de Allegra. ¿A quién le importa? No es que me haya dado lo que quería. Pensé que tenía algo que decirme, ya que es una modelo estrella allí, ¡pero no sabe nada!
- Hola, hablé por teléfono.
—Buenas noches, señor —me saludó Aquiles desde el teléfono. Su voz es más vivaz que de costumbre, lo que me hace preguntarme si traerá buenas noticias.
—¿Por qué llamaste? —pregunté , y lo oí murmurar cosas como «¡Ni siquiera me contestó el saludo, caramba!». Me di una palmada en la frente y suspiré. —Buenas noches, Aquiles —añadí como si se me ocurriera.
—Oh , ya me has oído —dice .
—¿Qué quieres decir? Estoy ocupada con algo y no me gusta que me interrumpas —digo frunciendo el ceño y mirando a Allegra, que me mira seductoramente.
—Oh , lo siento. Tengo buenas noticias. Tiene que ver con el contrato que has estado intentando conseguir con Beauty Savage Line (BSL), pero como estás en medio de algo y no te gusta que te interrumpan, supongo que tendrá que esperar. Adiós. —
Me incorporé bruscamente.
—¡No te atrevas a colgarme, gamberro! —grito y lo oigo reírse entre dientes—. ¿ De qué se trata la noticia ?
—Bueno , conocí a alguien que dijo que podía conseguirte ese contrato —dice , y mi cara se iluminó.
- ¿ Quién es él? - pregunto.
—Es pariente del director ejecutivo. Dijo que deberíamos reunirnos con él esta noche. —Me informa Aquiles, y aparto a Allegra de encima.
—¿Esta noche? ¿Dónde? —pregunto mientras me bajo de la mesa.
- ¿ Estás en casa? -preguntó .
—Esa no es la respuesta a mi maldita pregunta —resoplé .
Tranquila . Quiero saberlo para ir a verte y vamos juntos.
- Nos vemos afuera de mi empresa en diez minutos - digo, colgando.
- ¿ A dónde vas? - pregunta Allegra mientras me pongo rápidamente mi ropa interior.
— ¡ Vístete y sal! —le espeté.
Ella se muerde el labio y me mira. - ¿ Kal? -
- ¿ Hm? - murmuré, abotonándome la camisa.
- ¿ Cuándo vas a...? ¿Cuándo vas a hacernos oficiales y públicos? - pregunta ella.
- ¿ Quién? - digo mientras me pongo el traje y comienzo a ponerme los zapatos.
—Tú y yo. ¿Cuándo nos vas a hacer públicos? —repite .
Me pongo los zapatos y la miro fijamente a los ojos. —Lo siento, Allegra, pero no tenemos ninguna relación . Piensa que esto es solo placer, sin ataduras. Eres mi compañera de sexo. ¿Lo entiendes? Eres mi amante, y nunca puede haber nada entre nosotras.
Me fui antes de que ella pudiera decir algo más.
El punto de vista de KAL
Salí corriendo de la empresa y, como era de esperar, Aquiles me esperaba en el coche. Entré y me senté en la parte de atrás.
—¿Qué hacías dentro de la empresa? —pregunta , y puedo ver una sonrisa cómplice formándose en sus labios.
—Lo que haya ido a hacer no es asunto tuyo —digo , poniéndome el cinturón de seguridad—. Ahora , llévame con la persona por la que salí .
—Claro —dice y pone en marcha el motor .
—Pregunta rápida —digo , viéndolo asentir para demostrar que está prestando atención antes de empezar a conducir—. ¿ Dónde se supone que nos encontraremos con esa persona de la que hablaste ?
Miro el espejo retrovisor para asegurarme de que mi cabello no esté desordenado.
-Un club - responde.
- ¿ Por qué se celebrarían discusiones de negocios en un club? - pregunto.
-Ahí es donde pidió verlo -responde Aquiles .
Suspiro. - ¿ Cómo se llama este pariente y cómo se conocieron? -
Haces muchas preguntas. Espera a que lleguemos y luego podrás hacer todas las preguntas que puedas .
— ¿ Tengo un mal presentimiento sobre esto? —murmuro y lo oigo reírse disimuladamente.
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CLUB DE DESNUDISTAS...
-Ya llegamos- dice Aquiles mientras aparca el coche en el estacionamiento.
Suspiro y bajo del coche. La primera bienvenida que recibo es el sonido estridente de la música que resuena por todas partes. Este no es mi sitio, pero como es para el contrato, supongo que vale la pena intentarlo.
— ¿ Dónde está? —le pregunto a Aquiles inmediatamente después de bajar del coche.
—Oye , oye, cálmate, amigo. Entremos primero. Lo veremos allí. —Aquiles abrió el camino.
Lo sigo a la casa club, llena hasta los topes de zorras semidesnudas y hombres borrachos. Percibo un olor a alcohol y me tapo la nariz con asco. ¡Dios mío! ¡Qué demonios! ¿Quién en su derecho decidiría organizar una reunión de negocios en un club?
- Aquiles, ¿estás seguro de que tienes la dirección que te dio el hombre, verdad? - pregunto.
—Sí , ¿por qué lo preguntas? —pregunta Aquiles mientras nos abrimos paso entre la multitud.
—No lo sé, y es que este sitio... ya sabes. ¡Es un club de striptease, por Dios! —espeto .
—No te preocupes. Terminaremos y nos iremos antes de que te des cuenta. —Me tranquiliza, llevándome al interior del club.
-Estoy perdiendo la paciencia - digo.
—Diviértete , no hay nada más que perder —dice Aquiles, y me detengo en seco y luego tiro de él hacia atrás.
- ¿ De qué estás hablando? - pregunté, con enojo evidente en mi tono.
—No hay nadie —dice y siento que todas las bombillas de mi cabeza se encienden.
—¿Qué acabas de decir? —le gruño furiosa. ¿Cómo se atreve a mentirme cuando sabe lo importante que es para mí conseguir ese contrato?
—Mentí . No hay nadie aquí. Todo lo que dije fue inventado. Ningún familiar me visitó para hablar de ningún contrato. —Aquiles levanta las manos y me hierve la sangre.
