Librería
Español

Guerra de xoxo - SAGA:Te odio coronel (2)

70.0K · Completado
Marip8sa
47
Capítulos
186
Leídos
8.0
Calificaciones

Sinopsis

Siguiendo con el Coronel . ¿Es verdad que me ama? Y... de verdad lo amo ? Al cerrar podrá mis ojos la postrera. Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía.Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía .Y perder el respeto a ley severa. Su cuerpo dejará, no su cuidado,serán ceniza, mas tendrá sentido; Por una mirada, un mundo,por una sonrisa, un cielo,por un beso… ¡yo no sé qué te diera por un beso!

RománticoMulti-MillonarioDulceSEXOCEOChica BuenaAcciónFantasíaGuerraChico Bueno

1

Ya pasó el horario de oficina y todavía estamos atrapados aquí. Óscar salió a almorzar con el Sr. Lucca y justo cuando se fue con el ceño fruncido, regresó. Me levanto y estiro las piernas y mi torso se siente como una bolsa.

- Aprovechando tu posición, toma estas dos carpetas y déjalas en su escritorio, ¿por favor? Tengo que ir al baño.

-Belleza.

Los recojo y los llevo a la oscura oficina de Óscar, se ha ido a alguna parte y todavía no ha regresado de todos modos. Dejo las carpetas y termino caminando por la oficina mirando algunas cosas en los estantes de las paredes. Nada personal, fotos o detalles que tengan algo de ti. Oigo el sonido de la puerta y pienso en dirigirme hacia ella, pero la persona que veo en las sombras no es Óscar. Arrugo la frente y sin hacer ruido me acerco a la puerta del baño, que hasta ahora estaba abierta, a oscuras.

-¿Amelia?

susúrrame. Pero, ¿qué está haciendo ella? Se acerca a la mesa y acomoda los documentos a los lados, se quita el abrigo y se sienta justo en medio de todo el papeleo "¡Dios!" . Dejo la puerta solo un poco y observo lo que la loca va a hacer, pero la mierda cruje y me encojo lo más que puedo contra la pared detrás de ella. Puedo ver a través de la rendija que Amelia me mira con curiosidad y luego se gira hacia la ventana abierta.

Cierro los ojos agradecida mientras ella corre hacia la ventana y la cierra, volviendo a la mesa nuevamente. La puerta de la oficina se abre, las luces están encendidas y Óscar se asusta de la chica al igual que yo cuando veo la ropa que lleva puesta. Una lencería roja con lazos y un pompón en el culo. Luciendo como un conejito de Playboy "¡Mierda!" .

-¿Amelia?

-Óscar...

Ella gime su nombre "¡Ay repugnante!" ¡No sé qué es peor, si ella habla así o lo que lleva puesto! ¡Tal vez yo fisgoneando de nuevo sea peor!

-¿Qué haces aquí y vestida así?

-Quería sorprenderte por los viejos tiempos.

¿Por qué siento que voy a explotar? Me quedo allí en silencio y mirando, pensando que no quiero interrumpirlos a ambos. Pero en realidad estoy allí de pie con mi corazón esperando que él la despida.

-¡No existen los viejos tiempos!

-Oh, vamos Óscar, ¿o debería decir Sr. River?

-Amelia, por favor...

Se pasa la mano por la barbilla mientras la mira. Siento que mi cara comienza a calentarse. A ambas chicas se les pagó, pero esta se ofrece gratis y si se rinde, tendré que mirarla hasta que se acabe todo y me vaya.

-Esas veces que me acertaste... ¡ah cielos! Solo quiero que repitas eso conmigo... Aprieto los ojos con una respiración profunda mientras ella se acerca a él y le pasa las manos por el pecho tratando de quitarle el traje. "¡Detente Jon! ¡No hay nada!" “Podría ser para siempre, ya sabes.

-No.

-¡Oh, estás tan estresado! Disfrute por hoy entonces... ¡jefe, usted está a cargo!

Amelia pronuncia todo con gemidos que me irritan. Vuelve a la mesa y se inclina sobre ella y mete el culo hacia él que la mira de soslayo como analizando la situación. "¡Tómalo, Óscar, y sabré que nada era cierto!" Ruego a mi corazón que comprenda que no es el tipo adecuado. Siento que mi garganta se cierra cuando él camina hacia ella y se detiene en su espalda. "¡Joder! ¡No sé si puedo ver esto!" Óscar tira de su cabello hacia atrás obligándola a levantar la cabeza y gemir un poco fuerte. ¡Cierra hasta la mano en el puño! me muero de celos Pero lo peor es recordar tus palabras del otro día. Por sus miradas diferentes hacia mí y sus avances bestiales que hacían que mi corazón se acelerara y mis piernas temblaran.

-¡Salir!

Él habla suavemente en tu oído.

-Pero...

-Pago por tener esto, no quiero a nadie en mi pie como lo estás haciendo ahora.