Falsa Libertad II

Recuerdo aquellos días, en los que podía caminar libremente por la playa. Habían pasado unos diecinueve años que no pisaba la arena de Kaleptahad, suave, blanca. Me costaba recordar cómo eran los dedos de mis pies, la sensación de correr por en medio del bosque, los tiempos en los que era una simple niña.

"Ser de la realeza es una falsa libertad", dijo la reina de Kaleptahad en los tiempos en los que solo era una princesa; cuando era gobernado por la raza real y no por los Ingenéticos. Ahora ninguna criatura con apariencia o habilidades especiales podría mostrar su verdadera naturaleza. Antes de su muerte, la reina era la única que sabía lo que Kaleptahad era en realidad. Yo si lo sé, porque soy la hija del rey del mar. Yo soy una vampiresa marina, lo que más se conocería como una sirena negra: "Princesa de los mares". Nuestro reino submarino divide las Islas de Kaleptahad, es una posición estratégica y nuestro trabajo es evitar que las criaturas mágicas más violentas y horrorosas, aquellas que son criminales, crucen a territorio real, donde están las criaturas pacíficas. Las islas de Kaleptahad están ubicadas en la mitad de lo que el mundo conoce, como "el triángulo de las bermudas". Estamos escondidos del mundo de los humanos, cualquier humano que se atreva a entrar a nuestro territorio será casado por el leviatán o algún ser de aire. El leviatán también se encarga de rodear Kaleptahad, vigilando que ningún ser mágico escape del trianguló de las bermudas; solo la realeza terrestre tiene permiso para salir, la raza escogida, aquellas hadas de ojos violetas y apariencia rubicunda, incluyendo su servidumbre.

Ingenéticos rebeldes se apoderaron del trono de Kaleptahad después de matar a la reina Aisha y a su heredera e hija, Aleeah. Desde aquel entonces, las sirenas estábamos condenadas al mar, y los seres mágicos en territorio real debían guardar en secreto su verdadera forma. Los únicos que aún tenían a oportunidad de mostrar su naturalidad y usar sus poderes son los del territorio oscuro.

Desde la guerra de los Ingenéticos el territorio oscuro no cesó sus conflictos desde aquel día, hasta hoy. Desterraron muchas criaturas inocentes, entre ellos hadas, sílfides y vampiros. Hasta el presente, tienen una lucha tenaz con las criaturas malvadas, intentando salvar su vida, día a día. Los Ingenéticos son aquellos seres que, aunque tienen padres de alguna raza especial, no han lograron heredar sus genes, son más como los seres humanos.

El padre de la reina Aisha, el rey Azoan, tuvo dos hijas, Iturea y Aisha. De ellas dos solo Aisha nació como un hada real, lo que dejó a Iturea como una Ingenética y sus hijas, Nathalie y Hebe nacieron de la misma forma. Aleeah era hija de un vampiro y un hada real; ella heredó ambos genes, en cambio, su hermano mayor, Mason, solo heredó los de su padre Iram, un vampiro protector. Aquellos seres Ingenéticos debían desarrollar la capacidad de distinguir que no estaban rodeados de simples personas. Ningún ser mágico debía revelar su verdadera apariencia ante un humano hijo de padres mágicos.

Cuando Nathalie empezó a reinar, los ancianos ordenaron guardar el secreto al resto del pueblo mágico. Ella era un peligro, era capaz de exterminarnos a todos, así como lo intentó hacer con los vampiros; no debía saber la verdadera naturaleza del lado oscuro donde ahora se refugiaban. Ahora yo estaba huyendo. Fue lo primero que se me pasó por la mente al escuchar a mi padre decir: "Mi hija, la princesa; se casará con el gobernante del lado oscuro".

Su único objetivo era formar una alianza con los rebeldes con la intención de controlar el lado oscuro y terminar así con aquella guerra entre exiliados y territoriales. No quería hacerlo, un matrimonio arreglado no sería la solución. Debía encontrar una manera de arreglarlo. Impedir esa boda necesitaría mucho más que una solución. Sabía que ni lo profundo del mar o el lado oscuro la encontraría.

No me importaba si tenía que pelear con el leviatán.

¡Llegaría al territorio real de Kaleptahad como fuera!

Lo intentaría, aunque fuera lo último que hiciera en mi vida.