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Escuche a Carlos, en silencio en mi cabeza se corto y ahí me di cuenta que si era el. Delante de mi estaba Matthew. El hombre que debía seducir , el hombre que debía brindarme todo lo que era suyo. Era nuestro primer encuentro, podría haber jurado que sentí una sensación completamente extraña, como si por un momento hubiera querido ser una simple joven con un vestido de miles de dolares y el un simple hombre interesado en mi, pidiendo una margarita, el punto era que el si estaba interesado en mi, siendo una simple mujer, pero el no sabía quien era yo y lo que iba a causar.
- Creo que es el tipo de trago que me gusta pedir cuando no se que pedir -
Lo observe, esta vez a sus ojos. El traía unos ojos avellaneda preciosos, incluso la imagen que había visto, en la reunion en donde lo presentaron como mi objetivo, el llevaba el rostro con una expresión completamente sería, quiza eso no había hecho que apreciara con completa totalidad la belleza de su persona. Al escucharme, el me dedico una sonrisa de costado, al parecer era un hombre completamente simpatico. Pude notarlo al ver como sus ojos se arrugaban al sonreír, como si hubiera dicho algo gracioso, creo que eso era un signo de que se encontraba a gusto conmigo.
-¿te encuentras sola aqui?-
-había quedado con un amigo pero me aviso a ultimo momento que no podría venir, se hizo un poco incomodo asi que simplemente le dije que todo estaba bien. Entre al casino y quise beber algo antes de ir a casa- el me observo, observo mi atuendo y nego.
- Realmente me da pena por el, quiero decir, es un jodido idiota por haberte dejado aqui con lo bella que te ves-
el sonrojo de mis mejillas fueron completamente naturales. Creo que nunca había experimentado estas pequeñas mariposas. Siempre me habían llamado la atención los tipos como el. Completamente serios, poderosos, con precision y una vida organizada.. luego estaba yo, que era un jodido completo desastre.
-creo que simplemente no estaba interesado en mi, eso hizo que tampoco este interesado en lo bella que me veo esta noche-
hice una mueca parecida a una sonrisa triste. Todo el tiempo me encontraba completamente consciente de saber que Carlos estaba escuchando todo.
- ¿entonces vienes seguido por aqui?-
- Me temo que debo hacerlo. Superviso que todo se encuentro en perfecto estado.-
-¿trabajas aqui?-
- Soy el dueño-
-¿realmente?, jodido dios, tienes un lugar precioso-
Ahí estaba de nuevo, la sonrisa arrugando sus ojos, demonios acaso el sabía que se veía completamente seductor y lo usaba como una tecnica o era natural que sonriera como un niño con caramelo nuevo.
- Matthew Wilster-
su mano estiro en busca de la mia, la tome, incluso su piel cuidada bajo la mia hizo que lo mirara completamente a los ojos. Sabía que el contacto visual era realmente importante cuando intentabas realizar algun estilo de "ley de atracción"
- Joce Salmunt. Es un gusto señor Wilster-
