Capítulo 7
—¿Por qué debería decírtelo? La convertirás en una de tus misiones otra vez. —Se agarra el brazo mientras empieza a alejarse de mí—. No hace falta que me sigas. Vuelve al aula. —Metí las manos en los bolsillos y me di la vuelta, volviendo al interior.
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En cuanto sonó el timbre para la siguiente clase, vi a Ryan entrar, recoger su mochila y salir. Al salir a los pasillos abarrotados, vi a Valentino, ya que hoy tuvimos que perder la segunda clase por practicar temprano.
—Hola . ¿Qué tal tu clase? —Me encogí de hombros—. Lo mismo de siempre. —Empezamos a bajar las escaleras cuando vi a JJ subir a mi lado y a Peter subir a mi lado. —¡La mejor clase de mi vida! —gritó JJ.
- Había una chica nueva en nuestra clase y déjame decirte, - silba, - Hay algo realmente especial en ella, - ¿Cómo es que no he visto a esta chica todavía?
—¡Esta chica es mía! Entendido. —Peter se echó a reír—. Técnicamente, todo depende de quién se enamore; no puedes decidir si acabarás gustándole. —JJ chasqueó la lengua—. Como quieras. Voy a conquistarla, ya verás. —Dijo .
Llegamos al campo de fútbol, entramos a los vestuarios, nos vestimos rápidamente y esperamos el sofá afuera, en el campo. —¡Ay ! ¡Peter, pásalo! —Valentino salió corriendo mientras todos veíamos a Peter lanzar el balón alto.
—Buen intento, Val. —Pero en lugar de caerle en las manos, cayó en las de alguien más. Ryder, Cash. —¿Disfrutaron el verano? —Lanzó la pelota bien arriba y la volvió a atrapar. —¿Qué quieres, Ryder? —JJ se secó la frente sudorosa con el dorso de la palma.
—Nada . —Hizo girar la pelota en su mano—. Solo quería felicitar a Salvadore por nuestra última carrera. —Todos me miraron. ¡Joder! ¡Me dan ganas de estrellarle la cara contra el suelo ahora mismo!
- ¿ De qué estás hablando? - Valentino se acercó a mí, pero dirigió su pregunta a Ryder, - Oh, ¿no lo sabéis? - Ryder se chupó los dientes, - La razón por la que tiene que competir de nuevo este fin de semana es que perdió. - Bajo la cabeza.
Podía sentir cada par de ojos atravesándome la cabeza ahora mismo. —Nos vemos el sábado. —Nos devolvió el balón y se unió a sus compañeros de lacrosse. —¿Es por eso, Guzmán ? ¿Cuándo pensabas decirnos esto? —Peter tiró el balón al suelo.
—¡Iba a decírselo durante el almuerzo! —gruñí— . ¿ Cómo perdiste? Nunca ...
— ¡ ¿No crees que lo sé?! — Me alejé de ellos.
—¡Espera ! ¡Vuelve! —Oía todos sus pasos detrás de mí.
Necesitaba estar sola ahora mismo. Era demasiado humillante enfrentarlos ahora mismo. —Salvadore , necesitamos que vuelvas al... —El sofá pasa junto a mí, lo interrumpo—. Necesito un descanso de cinco minutos. —Gruño . No se opone, pero me deja.
—Guzmán— Les cerré la puerta en las narices. Me senté en una banca. —¡Joder ! —murmuré para mí. Pensaba decirles este fin de semana cuándo iba a ganar la carrera.
—Guzmán . ¿Puedes abrir la puerta? —Me quedé en silencio. Oí que la puerta se abría con un crujido. —Guzmán . ¿De qué habla Ryder? —Los oigo caminar hacia mí.
Mantengo la cabeza entre las manos, agachada, observo sus pies parados frente a mí. —Deja de guardarte todo en el bolsillo. —Levanto la cabeza para encontrarme con sus miradas—. ¡ Ryder tiene razón! ¿Qué más quieres que diga? —Me levanté y me alejé de ellos.
—Perdí la maldita carrera la semana pasada, lo que ahora significa que tengo que hacer otra este fin de semana para recuperar el dinero de Kai. — Cerré de golpe uno de los casilleros de metal.
—¿Cuánto te falta ahora? —preguntó Valentino—. K. —Todos maldijeron en voz baja— . Vale. Cada carrera se trata de k, depende de cuántas vueltas des en menos de diez minutos. Si puedes hacer las diez, creo que estarás bien —me aseguró Peter—.
Asentí con la cabeza. —Deberías habérnoslo dicho, amigo. Te habríamos tranquilizado desde el principio. —Crucé los brazos y una pequeña sonrisa se dibujó en sus rostros—. ¿ Quiere el bebé Guzmán un abrazo? —JJ se acerca a mí con los brazos abiertos.
—Vete a la mierda. —Me reí entre dientes. Todos corrieron hacia mí y me abrazaron fuerte. —Te tenemos, Guzmán —murmuró Peter— . Bueno , suéltame ... ¡Ring! Sonó la campana, alertándonos de que era la hora del almuerzo.
—Bueno ... el entrenador nos va a patear el trasero mañana. —Todos asentimos con la cabeza en señal de acuerdo.
Uno a uno, todos empezaron a unirse a nosotros en el vestuario. Nos vestimos rápidamente y nos dirigimos a almorzar. —¡Oh ! Ahí está. —JJ se alejó corriendo de nosotros, caminando junto a una chica que me daba la espalda. —¿Quién es esa? —le pregunté a Val—. Es la chica nueva de la que JJ no paraba de despotricar. —Oh . Me suena un poco.
- Peter, ven conmigo a buscar algo de comer. - Valentino y Peter se alejaron de mí, para ir a hacer fila para conseguir algo de comer. - Parece que me sentaré a la mesa entonces. - Camino hacia nuestro asiento habitual.
Sentado, vi a JJ hablando con esa chica. Su rostro estaba oculto tras su enorme figura, pero en cuanto se hizo a un lado, ¡era ella! La misma chica que chocó conmigo.
Así que conocí a la nueva chica, y era ella.
JJ se dirige a nuestra mesa, - ¿ Dónde están Peter y Val? - Manteniendo mi mirada fija en la chica, señalo el puesto de la cafetería, - Ugh, se fueron sin mí. - Rápidamente se levantó para unirse a ellos.
—¡¿Qué demonios?! —Veo a Ryan saltar de su asiento, gritando tan fuerte que todos en la cafetería voltearon a verlos. La veo intentando callarlo, pero él seguía gritando a gritos.
¿Me pregunto de qué están hablando?
Cuando todos vuelven a la mesa, le pregunto a JJ: "¿ Quién es la nueva? ". Le doy un ligero codazo en el pecho. " Esa es mi amiga Anastasia Johnson. ¿Te acuerdas del partido del año pasado en que fuimos todos a Washington? Por lo visto, jugamos contra su hermano, Matthew Johnson. " Por eso me resultaba tan familiar.
—Ahora sé por qué me resultaba tan familiar —dijo Valentino—. Es guapa —murmuré— . ¡ Oye ! ¡ No! —JJ me señaló la cara con el dedo.
Ella es mía ahora.
Anastasia
Esta semana agotadora por fin había llegado a su fin. Al salir de la escuela, sentí que alguien me tiraba de la camisa: —¡Oye , Johnson! —¡Dios mío! ¡No puedo más! JJ Tucker es un tipo divertido, sin duda, y dulce también. ¡Pero es un fastidio!
Este chico ha estado a mi lado toda la semana, ya sea acompañándome a mi siguiente clase, a almorzar, al coche, viéndome por los pasillos. ¡En todas partes! Necesito decirle lo que siento de verdad, para que este seguimiento termine.
