Capítulo 5
—Entonces no puedo ayudarte. —Puse los ojos en blanco y volví a la puerta. Ella golpeó mi escritorio con la mano, sin inmutarse en lo más mínimo. Me di la vuelta. —¡Dije ! ¡Una silla por estudiante! —susurró y gritó, y su saliva me voló en la cara.
- Está bien. - Me limpio la cara. - Ese asiento está guardado para otro estudiante. - Señalo hacia la puerta hacia Ryan. - Bueno, tendrá que encontrar otro asiento. - Deja caer mi bolso al suelo, a punto de sentarse cuando veo a Ryan salir corriendo de la nada, sentando su trasero en la silla.
- Muchas gracias Emma por el asiento. - Le dedica una sonrisa sarcástica. - ¡Uf! - Se marcha furiosa como una niña pequeña. - Gracias por el asiento, Haze. - Deja caer su bolso al suelo y mira hacia delante. - Eh... ¿no me lo vas a decir ?
—¿Te diré qué? —Señalo hacia la puerta—. ¿ Quién era ese chico tan guapo? —Se ríe— . Era Kyle Tristan. Está en otra de las clases que tengo con él. —¿Por qué me da tan poca información? Siempre me cuenta sus relaciones.
—¿Por qué eres tan reservado? ¿Qué dijo? —Suspira— . No era nada importante porque quizá ni siquiera lo haga. —Se da la vuelta para mirar al frente—. No puedes tener tanto miedo todo el tiempo, Ryan. No todos son como ese tipo en casa .
—Me preguntó si quería salir con él. Le dije que lo pensaría, pero que un chico como él jamás podría ser gay. —Rió secamente— . Nunca se sabe a menos que lo intentes, Ry. —Ryan estaba muy abierto a salir con alguien.
Tuvimos un baile escolar en casa durante nuestro primer año y ninguno de los dos tenía pareja. Para entonces, Ryan ya había salido del armario con todos sus amigos y familiares, así que prácticamente toda la escuela tenía la idea de que era algo así como... gay.
Debieron haber pasado algunos días antes del baile cuando uno de los chicos de segundo año invitó a Ryan a salir. Los dos estábamos emocionados pero sorprendidos de que lo invitara a salir, además, un estudiante mayor.
El día del baile, Ryan iba a acompañarlo y Matthew me llevaría a mí, pero cuando descubrimos que todo el plan era solo una trampa, Ryan quedó destrozado.
Han pasado dos años desde todo el asunto y él sigue saliendo, pero o es sólo una cita y nunca les devuelve la llamada o es una aventura de una noche.
—Me dijo que le gustaban los chicos y las chicas. El año pasado se declaró gay en su equipo —asentí— . Nunca se sabe si es la persona indicada si no lo intentas. —Vi cómo se le dibujaba una sonrisa en el rostro—. ¡ Uf! Bien. Iré a ver qué pasa. —Aplaudí— . ¡ Qué feliz estoy !
—Pero si esto sale mal y no funciona, te juro por Dios, Anastasia Johnson, que nunca volverás a ver la luz del día. —Lo despaché con un gesto de la mano—. ¿ Y si funciona y terminan juntos hasta que seamos mayores, nos casemos y vivamos felices para siempre? —Crucé los brazos.
- Entonces seré tuyo por siempre. - Hizo una reverencia mientras permanecía sentado. - Sabes... cuando alguien hace una reverencia normalmente tiene que estar de pie. - Me miró, gimió y se puso de pie. - Si esta cita tiene alguna posibilidad de funcionar... - Se puso de pie, se arrodilló. - Seré tuyo por siempre y para siempre. - Toma mi mano en la suya y besa mi palma.
—¡Muy bien, Ryan! —Todos a nuestro alrededor aplaudieron mientras Ryan se recostaba en su silla—. Agarrando a la chica nueva. ¡Bien hecho! —Alguien que estaba sentado a su lado le hizo un gesto de aprobación con el pulgar—. Cállate , JJ. Es mi mejor amiga, sabes que soy ...
—Sí , sí, sabemos que eres gay. —Ryan se recostó en su silla y cruzó los brazos sobre el pecho—. No me he presentado formalmente. —El mismo tipo se acercó sigilosamente detrás de mi silla, agachándose a mi lado—. Oh . Hola. —Me saludó—. Soy JJ. —Me extendió la mano—. Soy Anastasia . —Le estreché la mano .
—Encantado de conocerte. —Me besó la palma de la mano, haciéndome sonrojar. —¡Señor Tucker! ¡Vuelva a su asiento y deje a la Sra. Johnson en paz! —le gritó la maestra—. Nos vemos en el almuerzo, Anastasia . —Me guiñó un ojo y volvió a sentarse.
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—Asegúrate de investigar algunas de sus obras de arte cuando llegues a casa, para nuestra próxima clase. Adiós a todos. —Ryan y yo salimos de clase, preparándonos para almorzar, cuando siento que alguien me pasa el brazo por encima del hombro. —Ahora que puedo tener una conversación como Dios manda, Anastasia ... ¿ Cómo te llamas?
Lo miré, arqueé una ceja, - Lo acabas de decir. - Se rió entre dientes, - Me refiero a tu nombre completo. - Enrolló un mechón de mi cabello rizado alrededor de su dedo, - Anastasia Johnson. - Dije, - ¿ No tienes segundo nombre? - Sacudí mi mano, indicando que no lo tenía.
- Bueno... Anastasia Johnson, ¿te gustaría sentarte conmigo y mis amigos en el almuerzo? - Se paró frente a mí, haciéndome detener justo afuera de la cafetería, - Lo siento, pero Ryan y yo ya habíamos planeado sentarnos juntos. - Nos movimos a un lado y entramos, - ¿Qué tal si nos sentamos contigo? - Me di la vuelta.
—Quizás la próxima vez, JJ. —Ryan y yo seguimos entrando—. ¡ Dios mío! ¿Te das cuenta de a quién acabas de rechazar? —me gritó Ryan en un susurro—. ¡ No! —Ryan empezó a traerle comida—. ¡ Era JJ Tucker! Uno de los chicos más guapos de aquí y uno de los mejores jugadores de fútbol americano. —Ryan pagó su comida y fuimos a buscar una mesa.
Casi nunca liga con chicas. ¡ Y tú eras una de las pocas! ¡La que lo rechazó por primera vez! —Me reí—. Si es tan popular, seguro que muchas chicas de la escuela, y probablemente también de fuera, quieren estar con él. —Dejé caer mi mochila al suelo y me senté en una de las mesas.
¡ Johnson! ¡Johnson! —Me doy la vuelta cuando oigo a alguien gritar—. ¡ Dios mío! ¡Debes de gustarle mucho si te está saludando! —dice Ryan a mi lado. Le devuelvo el saludo a JJ y le pongo los ojos en blanco—. Es un poco raro. —Oigo a Ryan jadear a mi lado—. ¡ Cómo te atreves a decir eso! ¿Has visto esos abdominales? —Ryan se mordió el labio inferior—. ¡ Están deliciosos ! Me río mucho de su comentario.
