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El amor de la Extraña

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Sinopsis

Helena es una niña solitaria, no es como una niña común y corriente, tanto en su forma de vestir como en su forma de actuar y hablar. Perdió a su madre cuando tenía años y esto la hace sentir sola cuando su padre se va a trabajar. Una de las únicas personas que la entiende y la hace sentir bien es su primo Luiz, por eso su padre decidió enviarla a casa de Luiz. Pero como nada es casualidad conoce a un chico que es el mejor amigo de Luiz, al principio como es con todos a ella no le gusta mucho la presencia de ese chico Entonces... ¿y entonces? ¿Vamos a descubrir las aventuras de Helena? ¿El romance de Helena? ¿Los nuevos amigos de Helena?

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Capítulo 1

-Despierta hija, ¿ya hiciste las maletas?- preguntó mi padre desde la puerta de mi habitación.

-ah...lo arreglé ayer papá.- dije frotándome los ojos.- ¿vas a trabajar hoy?.

- Sí, por eso tenemos que darnos prisa, el avión sale en una hora. - dijo mirando su reloj de pulsera.

- ok... ok, ahora discúlpame. - dije levantándome y dirigiéndome al baño.

Me limpié, me duché y me puse unos jeans que me llegaban a los tobillos y una sudadera gris de manga larga, me recogí el pelo en un moño y calcé zapatillas negras.

Fui a la habitación donde ya me estaba esperando mi padre, no sé, siento que tiene muchas ganas de deshacerse de mí, solo sabe hablar de trabajo, llega tarde del hospital (está médico) e incluso en su tiempo libre no me dice que le preste atención, solo piensa en el trabajo.

- ¿Vamos?.- preguntó guardando el móvil en su abrigo.

- Vamos.- Cogí mis maletas y mi padre me ayudó a meterlas en el maletero.

Nos dirigíamos hacia el aeropuerto, yo escuchaba música en mis auriculares y mi padre estaba concentrado en la carretera.

No disfrutaba mucho mudándome, pero por otro lado me gusta mucho mi primo, y vivir con él podría ser bueno para mí, a veces me siento sola... a veces no, siempre me siento sola, sin amor. ni cariño.

- Llegamos hija.- Los ojos de mi padre gritaban "yay, me quité ese peso", estaba tan emocionado de que me fuera que no sabía ni cómo disimularlo.

-ah…que genial.- fingí estar emocionada.- dejemos mis maletas ahí.- señalé un asiento vacío.

[...]

Tan pronto como llegó el avión a SP, abordé.

- Adiós Helena. - Mi padre me besó en la frente. - Te amo.

- Adiós papá, yo... también te amo. - Lo abracé fuerte y subí al avión.

Cuando el avión despegó, me di cuenta de que iba a vivir en casa de mi prima y que había salido de prisión.

Pasé todo el viaje mirando por la ventana, imaginando todas las veces que lloré sola en mi habitación, las veces que intenté interactuar con el vecino a través de la ventana de la sala y las veces que quería la atención de mi padre... y de él. .. Sólo sabía mantener el ojo en el cuaderno.

- entonces finalmente llegamos.- dijo una mujer a mi lado, haciéndome darme cuenta de que en realidad ya estábamos en São Paulo.

Desembarqué y luego miré mi celular buscando la ubicación de la casa de mi prima.

Pronto encontré el lugar y pedí un taxi que estaba cerca.

- Amigo, quiero ir a esta calle de aquí.- Le mostré el celular al taxista y siguió el camino.

El trayecto hasta casa de mi prima duró unos minutos, y estuve todo el tiempo mirando por la ventana las tiendas, los mercados, los niños jugando en la plaza, todo era muy nuevo para mí.

-ya llegamos.- me llamó la atención el conductor mientras sacaba mis maletas del baúl.

-aquí está. - Extendí la mano entregándole el dinero para el viaje. - gracias.

- De nada.- Se subió al coche y se fue.

-Ahuuuuuu.- Respiré hondo antes de entrar a la casa de mi prima, que resultó ser bastante grande.- Oye luiiiiz ya estoy aquí.- Lo sé... la peor manera de llegar a la casa de alguien.

- ah...ooooi Helena, te extraño mucho. - vino a abrazarme.

- vale, vale...déjame ir.- lo empujé débilmente y él sonrió.- sabes que ODIO los abrazos.

-eso es porque te acostumbraste a estar sola.- me miró.- pero ahora recibirás abrazos todo el tiempo.

- ah…eso era justo lo que necesitaba.- Resoplé y me senté en el sofá- entonces…¿de verdad vives sola?

- si, más o menos, tengo un amigo que pasa la mayor parte del tiempo aquí, es el vecino de al lado.- se sentó a mi lado.

- atah.- hice una leve mueca. - Entonces ¿dónde estará mi habitación?

- allá arriba, en la segunda puerta a la derecha.- dijo luiz y luego corrió con las bolsas a mi habitación.

Sí, era agotador correr escaleras arriba con dos maletas en la mano, sobre todo porque no corría a menudo.

Hice las maletas y luego corrí al baño, que estaba justo allí en la habitación, y me di una larga ducha caliente para relajarme.

Cuando terminé de ducharme, me puse una chaqueta amarilla y un pantalón corto de mezclilla, me cepillé el cabello y lo dejé suelto.

Decidí leer un libro en Wattpad, hacía tiempo que no lo hacía, era mi pasatiempo en casa. Empecé a leer el libro "El

Psicópata", una historia de terror que realmente me asustó.

Leí algunos capítulos hasta que sentí que me rugía el estómago, no comí casi nada, solo bocadillos en el viaje.

Bajé las escaleras, corrí a la cocina, abrí el refrigerador y había algunas cosas al azar que no me gustaban mucho, así que miré el gabinete de la pared, que en este caso era bastante alto, y decidí ver si había algo allí.

Agarré una silla y me subí, no es que sea baja, al contrario, el armario está ahí arriba.

Abrí las puertas del closet y adivina qué...estaba LLENO, lleno de cosas, paquetes, ollas, cajas que cayeron encima de mí, lo que me hizo caer al suelo.

- oh mi espalda.- grité, de hecho ni siquiera sé por qué grité.

Tenía los ojos cerrados por el dolor, un dolor que era insoportable, cuando sentí que alguien me tomaba del brazo y me levantaba.

- Oye Luiz, necesitaba llenar este brazo... - Abrí los ojos y me encontré con los de un chico, que estaba muy, muy bueno.- ¡¡TAPOHA!!.

- ¿Estás bien, gatito? - Mantuvo una sonrisa. - Ah... mucho gusto, Fábio.

- no, no estoy bien, y no me gusta que me llamen gatita, tengo nombre.- dije y él levantó las manos como rindiéndose. - oh...y para que aprendas, es Helena.

- uow...está bien entonces, valiente señora.- Me contuve de darle un puñetazo justo en la cara en ese momento.

-Ah, veo que ustedes dos ya se conocieron.- Luiz apareció en la puerta de la cocina y se apoyó en ella, cruzándose de brazos.

- desafortunadamente.- puse los ojos en blanco automáticamente. - Pero quitando ese tema...Luiz, ¿por qué poner tantas cosas en ese armario?

- Oh, no lo sé. - Se encogió de hombros. - Mañana, si quieres, lo podemos arreglar.

- Nosotros no... tú. - Le señalé la cara con el dedo. - Ahora voy a coger esto. - Recogí una bolsa de patatas fritas del suelo. - y voy a subir a la habitación.

- Helena.- Luiz me llamó la atención.

- ¿Qué pasó? - Lo miré.

- quédate aquí, nunca interactúas, siempre está encerrado, tienes que disfrutar estar fuera de esa prisión.- dijo con cara de perro cabreado.

- Dios mío, ¿es una asesina? ¿Qué hizo ella? ¿Por qué fue a prisión? - Fábio estaba un poco sorprendido.

- No idiota, estaba sola...- Puse mi mano en la boca de Luiz, interrumpiéndolo.

- No puedes andar contando mi historia, a gente que ni siquiera conozco.- Dije seriamente mirándolo.

- ok Helena, está bien.- Levantó las manos como rindiéndose. - pero... quédate aquí con nosotros... por favor.

-Ah, me quedo.- Resoplé y me senté en el sofá. - pero yo elijo la película.- dije con autoridad y ellos asintieron.

Elegí ver la película Adultos , una película que es muy divertida, a pesar de ser muy conocida, era la primera vez que la veía.

En medio de la película me sentí incómodo, me faltaba el aire, los chicos estaban muy cerca de mí, me molestaba.

- oye, ¿puedes alejarte un poco más? Me... falta... aliento.- dije deteniéndome un momento.

- ¿Mencioné que tu prima es muy buena onda? - dijo Fábio mirando a Luiz.