Casada con mi paciente paralítico

Capítulo 1

Cole Tuler llega a la fiesta que su hermano le organiza para celebrar su 25 cumpleaños. Zack, su hermano menor, se acerca y lo abraza. Cole se siente agradecido; después de la muerte de sus padres, es la única familia que le queda.

Una hermosa mujer de cabello lacio se acerca, lo toma del cuello con suavidad y le da un beso lento y gentil mientras lo mira a los ojos.

—Los invitados te esperan —dice Marian, una de las mujeres más hermosas del país, quien tiene la fortuna de estar con el hombre del año.

Cole es el empresario y CEO de moda más exitoso y joven del país. Ha convertido la fortuna de sus padres en un imperio y está a punto de firmar uno de los tratos más importantes con la multinacional Fashion Group, la compañía fashionista más grande de Europa.

Toma la mano de su prometida con orgullo mientras la gente se le acerca. Muchos lo respetan y aprecian, algo que le ayuda a sobrellevar la soledad de no tener a sus padres.

Marian lo abraza mientras él sopla las velas del pastel. Ha logrado todo lo que desea, pero le falta lo más importante.

—Quiero pedirle a la mujer más importante de mi vida que se case conmigo.

Saca de su bolsillo un hermoso anillo de diamantes en forma de corazón, diseñado por él mismo, y se lo ofrece a Marian. Ella llora emocionada y acepta de inmediato ser la esposa de Cole Tuler, el triunfador.

De pronto, un hombre entra a la fiesta, ebrio y aplaudiendo de manera cínica.

—Es él. Pensé que no vendría —susurra Zack al oído de Cole.

Cole se acerca mientras la fiesta continúa.

—Estás ebrio, Kevin. Lo mejor es que te vayas. No es el momento adecuado.

Quiere evitar que su ex amigo haga el ridículo en las redes sociales.

—Claro, es mejor alejar todo lo que te incomoda. Todo lo que pisaste para llegar a donde estás —responde Kevin con rabia y celos.

Kevin y Cole eran mejores amigos en la universidad. Pero mientras Cole trabajó duro por el éxito, Kevin se perdió en lujos, viajes y alcohol. Lo que rompió definitivamente su amistad fue Marian: ella fue novia de Kevin antes de elegir a Cole.

Kevin se marcha, enojado.

Al terminar la fiesta, Cole lleva a Marian a su casa. Ella lo besa antes de despedirse.

—Lo mejor es que te quedes conmigo esta noche —coquetea, besándolo en el cuello, su punto débil.

—Mañana tengo que preparar todo para la firma. Lo dejaremos para después.

Como todo un caballero, la deja en la puerta de su casa, se sube a su convertible y conduce con la música de la radio acompañándolo.

En una carretera boscosa, un hombre en moto se acerca y saca un arma. Cole acelera mientras escucha los disparos. Una bala impacta en las llantas, haciéndolo perder el control. El auto se estrella...

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Sara Tyson es la enfermera encargada de la guardia nocturna. Sus compañeros y pacientes la aprecian; cuida a todos con el alma. Nota que a uno de los ancianos a su cargo no le han dado su medicamento.

—El seguro no ha enviado la autorización. Sin ella, el doctor Thompson prohibió administrárselo —le explica una colega.

Furiosa, va a la oficina del director del hospital.

—Apruebe los medicamentos. Mi paciente sufre, y no es humano dejarlo así.

El hombre se acerca con intenciones oscuras y la toma de la cintura.

—Puedo firmarlo si aceptas salir a tomar un café.

Sara lo empuja.

—Le he dicho muchas veces que no, Thompson. Usted me da asco.

Cuando intenta salir, él cierra la puerta de golpe, pero ella le da una patada y escapa.

Ha denunciado el acoso, pero solo le han sugerido usar uniforme más holgado para evitar “provocaciones”. Quiere renunciar, pero aún no tiene suficiente experiencia para otro hospital.

Sara es huérfana. Su madre la abandonó y su padre, consumido por el dolor, terminó con su vida. Creció en orfanatos. Su trabajo es su todo.

La noche parece tranquila hasta que llega una ambulancia.

—¡Traemos a un hombre malherido!

El doctor Henry Manson y Sara acuden de inmediato. Cole, aún consciente, toma la mano de la enfermera.

—No me deje morir —súplica.

—Estás en buenas manos —le asegura Sara, sintiendo una conexión inexplicable con él.

Marian y Zack llegan desesperados mientras la prensa se agolpa en la entrada.

Henry pide la ayuda de Sara en quirófano. Cole tiene graves heridas en la espalda. Aunque lo atendieron rápido, los daños podrían ser irreparables.

Tras horas de cirugía, Cole es enviado a cuidados intensivos. Sara se queda a su lado, recordando su súplica.

—Tienes que descansar. Llevas más de 17 horas de turno —le dice Henry, su amigo de siempre.

Marian llora desesperada en la sala de espera. Su madre, Irma, llega y se acerca.

—¿Estás en su testamento? Si muere, nos quedamos sin nada.

—¡Cállate! —exclama Marian, indignada.

Cole despierta. Intenta moverse, pero está débil.

—No siento las piernas —le dice a Sara, mirándola fijamente. Por un momento, cree que es un ángel y que ha muerto.

Sara llama a Henry de inmediato. El doctor realiza pruebas y no hay respuesta en las extremidades inferiores. Sale de la habitación, preocupado.

—¿Qué sucede? —pregunta Zack, tembloroso. La idea de quedarse solo lo aterra. Marian también se acerca, con el rostro bañado en lágrimas.

—Cole está estable y se recuperará, pero hay una complicación muy seria —dice Henry, con gravedad.

Todos lo miran, angustiados.

—Sufrió una lesión severa en la espina dorsal... No volverá a caminar.