CAPÍTULO 4. PROPUESTA O CHANTAJE
Yara sentía su mundo nublarse, dejó de forcejear y fue cediendo a ese ardiente beso, que estremecía todo se ser.
Mikayl mordió suavemente sus labios, bajó a su cuello y subió por el hasta llegar al lóbulo de su oreja mordió y succionó suavemente, pasó su lengua sutilmente por su oreja y volvió a su boca. Sus lengua se encontraban y se enredaban.
—¡Oh! Yara, Yara eres hermosa mujer, tu Baca me sabe a dulce. —susurró sobre sus labios, y volvió a devorar su boca.
Bajó por su pecho, abrió su blusa y bajó su brasier dejando sus pechos libres, Mikayl pasó su lengua por uno de sus pequeños y rosados pezones haciendo que Yara se estremeciera toda.
Yara reaccionó y se levantó de un solo salto estuvo de pie, abrochó su blusa y salió de la habitación.
Mikayl comprendió y sonrió haciendo un gesto de negación al momento de verla salir casi corriendo.
—Mi pequeña Leona, eres única. —se dijo así mismo se arregló la camisa y salió tras de Yara.
Yara llegó a la parte del jardín donde no estaban los Cane corso, una de las razas de perros mas fieros del mundo.
Mikayl la observó a distancia quiso acercarse pero se detuvo.
"Que me pasa contigo mi Leona, tú, tu eres diferente, te veo interés de conocerme como el jefe no para seducirlo, di no tienes la intensión de lanzarte encima y golpearlo ¿Qué pasará si te dijera quien soy? No, no puedo decirte aún.
La miró por mucho más tiempo y la vio volver a la habitación.
Yara.
Yara salió casi corriendo de la habitación llegó al jardín con una sensación de querer más que un beso.
" Debo estar loca, como permití que llegara tan lejos, por dios. Pero me gustó, sus besos queman, me estremecen toda" —los pensamientos de Yara quemaban su cuerpo, solo de recordar ese roce de lengua en su pecho, volvía a sentir esa sensación de electricidad en todo su cuerpo.
Se abrazó así misma y así paso por mucho rato hasta que decidió volver a la habitación.
Mikayl fue a su oficina, se sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un sorbo, sirvió otro y volvió a beberlo de la misma forma.
—¡Víctor! Tráeme a una perra, de esas que saben cómo hacerlo muy bien.
Víctor entró al escuchar el llamado de Mikayl y salió enseguida para volver con Tricia, la favorita de Mikayl.
—Hola cariño, aquí estoy para ti siempre, no...
—Has tu trabajo, para eso estás aquí, no para que estés de cariñosa. —dijo tirándola al suelo mientras abría la cremallera del pantalón y liberando su enfurecido mástil, la tomó por el cabello.
—Abre la boca. —ordenó Tricia abrió la boca cerrando sus ojos y aguantando las arcadas que le provocaban las embestidas que Mikayl realizaba en su boca.
—Mírame, no te ordené cerrar los ojos sabes que me gusta que me mires cuando follo tu boca.
Tricia abrió los ojos y miró a Mikayl mientras de sus ojos salían lágrimas.
—¡Aaaah! Yara, Yara. Eres deliciosa mi Leona. —decía mientras se corría en la boca de Tricia.
Soltó el cabello de Tricia se fío la vuelta mientras ella se puso de pie y limpiaba la comisura de sus labios, intentó acercarse a Mikayl pero él no se lo permitió.
—Vuelve a tu lugar. Ya no te necesito.
Tricia lo miró y salió de la oficina cerró la puerta y se quedó mirando.
—Voy a conquistarte Mikayl Shevchenko, tu serás mío, no creas que me utilizar a tu antojo y ya
—Vamos Tricia, tienes que volver a tu habitación. —dijo Víctor agarrando su brazo.
—No me toques imbécil. —vociferó tirando la mano del hombre.
—No sueñes despierta mujer, ese corazón indomable ya encontró domador.
Tricia lo fulminó con la mirada.
—Eso lo veremos Víctor, lo veremos.
Dijo caminando a paso largo.
Yara volvió a su habitación, se fue al baño y se metió bajo la lluvia artificial, quería apagar el fuego en su interior, nunca antes alguien había sido tan atrevido y propasarse de ese modo con ella.
—Alexey, no se qué me sucede contigo, eres mucho mayor que yo esto no puede ser, pero me gustas, me gustas tanto. —su confusión era tanta que se dejó caer despacio y quedó sentada abrazada a sus rodillas.
—Tengo que salir de aquí, no me puedo quedar, Aylin debe estar muy preocupada y no se diga más mis padres, mis padres dios esto es una locura. Tengo que saber por qué estoy aquí.
Yara salió del baño envuelta en un albornoz, cepilló y secó su cabello, se acostó por un momento y terminó dormida.
Mikayl después de que Tricia saliera de la oficina fue a su habitación, se duchó y volvió a ponerse ropa informal, salió de ahí y fue nuevamente a la habitación de Yara, no podía sacar de su mente la imagen de ella cuando casi la desnudó.
Entró y la vio dormida con el albornoz entre abierto.
La miró detenidamente y si mirada se clavó en su pierna descubierta, cogió una manta y la cubrió.
—Será con tu voluntad, te quiero en mis brazos libre y entregada a mi por completo.
Salió de la habitación y fue al lado Este donde tenía prisionera a Aylin.
—Víctor, abre la puerta, quiero ver cómo sigue mi mercancía.
Víctor abrió la puerta y la vio. Mikayl había recibido información solo de una de ellas pero no se especificaba cuál era que que sería entregada como pago por su abuelo Dimitri Koslow.
— ¿Yara? ¿Qué carajos? Dijeron que eran dos peo no me dijeron que eran gemelas.
—Señor, ella es Aylin, la gemela de Yara, está muy delicada, desde que llegó no a comido nada, es por eso que el médico está aquí pendiente de ella noche y día.
Mikayl se acercó y la miró, era como mirar a su Leona.
Suelta La, y saquen la de aquí, cuando esté más recuperada me avisas llévala a una de las habitaciones en el lado norte de la mansión pero que Yara aún no la vea así.
Mikayl regresó a su habitación, y Aylin fue trasladada a donde dijo el.
Las horas pasaron y el amanecer llegó, Nikolay estaba esperando a su hermano Mikayl pues su padre había ordenado nuevas alianzas en las que era Mikayl quien tenis que cumplirlas como mayor y jefe de la familia.
—¿Qué pasa Nikolay? Por qué la prisa de verme.
—Es padre, escuché cerrar una alianza sin que estés presente comprometiéndose a ti.
—¿De que carajos hablas?
—Tienes que casarte con la hija de Mondragón.
—No voy a casarme con nadie, hay otras formas de hacer acuerdos comerciales pero yo no voy a casarme con esa mujer. Mi padre no puede exigir eso.
—¿Qué harás hermano?
—Cuando el se de cuenta ya no podrá hacer nada. —dijo Mikayl y salió de la oficina sin decir más nada
Fue la la habitación de Yara y entró sin permiso.
—¿Qué crees que haces? ¿Será costumbre tuya entrar siempre sin tocar?
—Arreglarte que vamos a salir.
—¿Me ayudarás a escapar?
—No, ¿Acaso no tienes otra cosa mejor que pensar que no sea en querer escaparte?
—Pues fíjate que no tengo nada más que pensar que no sea en obtener mi libertad ¿O acaso crees que ha pasado algo tan impresionante como para que se me olvidé la idea de salir de aquí? Pues fíjate que no.
Mikayl apretó los puños al igual que su mandíbula.
"Que se cree está niña caprichosa, di el no dejo de pensar en esos pechos de miel que saboreo por un instante, pasó la noche dejando estar pegado a ellos y ella dice que no pasó nada impresionante "
—Presumida.
—Arrogante.
Mikayl se acercó a ella acunó su rostro entre sus manos y dejó un beso en sus labios.
—Tu será mi esposa.
—¡Estás loco! Solo por qué me has robado unos cuantos besos ¿crees que me casaré contigo? Ubicarte viejito, eres muy grande para mí.
Mikayl la tomó en brazos y salió de la habitación, caminó con ella en brazos mientras ella pataleaba y gritaba.
—¡Suéltame! Suéltame imbécil.
Mikayl camino y llegó a la habitación donde estaba Aylin.
Yara quedó en shock al verla conectada a la vía intravenosa.
—¡Suéltame imbécil! ¡Lyn! Lyn ¿Estás bien? ¿Qué tienes hermanita? Háblame por favor. ¡Lyn!
—Tranquila mi Leona, ella está bajo vigilancia médica. Dolo está deshidratada.
Yara se giró y lo fulminó con la mirada, estaba furiosa al ver a su Aylin en ese estado.
—Llévame con el perro de tu jefe, no le tengo miedo, no tengo miedo enfrentarme a él y que me diga en la cara por qué estamos aquí.
Víctor alternaba su mirada entre Mikayl y Yara. Le sorprendió y comprendió que ella no sabía quién era él
—Alexey, por ayudarnos a salir de aquí, por favor mis padre son multimillonarios si tú le pides lo que sea te lo darán por ayudarnos a salir de aquí, mi hermana está muy mal.. —pidió Yara agarrando la camisa de Mikayl y miraba Aylin.
Mikayl la cogió de las mano y la llevó casi a arrastras.
—¡Suéltame idiota! Déjame estar con ella.
Mikayl se paró frente a ella agarrándola de los hombros.
—Cásate conmigo, así tendré libertad de sacar a Aylin de ahí, por ser mi cuñada.
—¿Qué clase de chantaje es ese Alexey?
—No es chantaje, es una propuesta, tú me ayudas casando te conmigo y te ayudo a liberar a tu hermana.
Yara miró fijamente a Mikayl y luego miro a la puerta de su habitación.
