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2

Todavía en ese momento su secretaria seguía al otro lado de la puerta y sacudió la cabeza, por un momento le había olvidado por completo e hizo una seña para que ella entrara finalmente la mujer abrió la puerta y avanzó hacia su escritorio, dejando sobre el mismo varios papeles, luego se quedó en pies antes de empezar a hablar.

—Señor ya se ha confirmado la reunión y todos han dicho que vendrán, también tengo el horario que me pidió sobre el señor Fernando —añadió, la chica había sido siempre una trabajadora muy competente y todo lo que le pedía ella lo hacía, todo eso en cuanto al ámbito laboral.

No podía quejarse de nada, porque la mujer en todo el tiempo que estaba allí había sido de gran ayuda y siempre hacía el trabajo que se le pedía, de manera que como ella no había encontrado una persona igual, ya que antes de Mariana, habían pasado por ese mismo puesto diferentes muchachas que no habían hecho su trabajo como siempre lo quería, era por eso que acababa estresado y despidiendo a toda la que se convertía en su secretaria, pero con Mariana había sido la excepción, ya que tenía por lo menos medio año trabajando ahí, y en todo ese tiempo no había tenido que quejarse de nada.

Realmente se sentía muy satisfecho por el trabajo que Mariana estaba haciendo en la compañía y era por eso que después de varios meses trabajando para él, le había decidido dar un aumento de sueldo, algo que por supuesto le vino muy bien a la mujer, quién trabajaba durísimo para ayudar a su familia, algo tenía Maximiliano que siempre se preocupaba por las personas, no importa la posición social o nada de eso, el hombre no era prejuicioso y le encantaba poder ayudar a las personas en lo que podía.

Todavía recordaba ese día cuando ayudó a aquella chica. Y no sabía la razón por la que siempre le venía esa escena a la cabeza. Tal vez porque fue algo extraño de que de pronto una muchacha tan joven estuviera una joyería y vendiendo un brazalete, por supuesto que pensaba en el accesorio y en la posibilidad de encontrar a esa muchacha que había ayudado ese día.

Maximiliano pensaba que ella ahora tal vez podría usar ese brazalete y era la única manera de saber que ella era esa persona a la que ayudó cuando era más joven, pero hasta el momento no había surgido esa ocasión o un reencuentro.

—Muchas gracias, Mariana siempre tan atenta con todo lo que se debe hacer, por favor llévale estas carpetas a Samanta, ella sabrá que hacer y también quiero que me traigas las copias nuevas antes de que sea demasiado tarde.

—Vale señor, si necesita alguna otra cosa por favor solo dígame.

—No, por el momento eso es todo, pero si necesitas alguna otra cosa, entonces te lo pediré —le expresó y ella asintió antes de retirarse del despacho de su jefe.

El día no se terminaba, parecía empezar de nuevo una y otra vez, por todo lo que debía hacer.

***

Después de pedirle a su guardaespalda que le investigara bastante sobre el tema de la inseminación artificial, había tenido respuesta de esa misma noche, cuando estaba allá en su piso solitario, como de costumbre, porque en su vida solamente tenía amoríos y aventuras nada más. Jamás involucraba el corazón de la mujer y eso lo dejaba en claro cada vez que yo iba a estar con una persona, era mejor aclarar todas las cosas que luego crear una confusión y así una persona no se iba a sentir mal, era demasiado sincero como para no hacerlo así que él no estaba interesado en enamorarse de nadie.

Quería mantenerse así, se sentía bien de esa manera.

Ben, había llegado también con la pizza que pidió, y se quedó con él, en el salón, además de su guardaespalda, ellos se llevaban muy bien, lo consideraba como un amigo, eso había sido así desde hace mucho.

—Esta es la información que pude buscar sobre lo que me pediste, la verdad son las mejores agencias o centros de inseminación artificial —le explicó mientras dejaba todo sobre la mesa de centro y Maximiliano le echó un vistazo por el momento nada más, luego se tomaría el tiempo adecuado para revisarlo apropiadamente y luego tomar una decisión.

—Bien, muchas gracias. A todo esto, es porque me estoy preguntando si realmente debería tener un heredero, sé que las personas se preguntan cuándo voy a sentar cabeza, como si casarme con una persona necesariamente es sentar cabeza, ya yo lo hice. Estoy bien, me establecí sobre lo que quiero hacer y mis objetivos son claros, no hay dudas en mi cabeza pero soy hijo único y también me preocupo por el futuro de la compañía. Así que estoy pensando en recurrir a una agencia para alquilar un vientre. Esa idea me la ha dado Félix, no sería la primera o la última persona que haga algo así, pero tengo que ser demasiado cuidadoso porque a diferencia del resto tengo la atención de todos encima, soy ese centro y cualquier paso en falso puede afectarme demasiado como empresario.

—Oh, es eso. Bueno, no sé si deba darle mi opinión, señor.

—Hazlo —se lo permitió, y volvió a darle un sorbo a su bebida, algo que hacía para sentirse menos estresado.

—Bueno, entiendo perfectamente su preocupación respecto al futuro de la compañía, ya que es algo sumamente importante y si realmente quiere hacerlo entonces elija a la candidata adecuada, sé que esas cosas también van de la mano con papeles legales y si alguno de los dos incumple, entonces tendrá su debida consecuencia. De todas maneras debería elegir a la persona apropiada para que tenga a su hijo. Ha pasado que muchas se apegan a su bebé, y todo se complica un poco más, de eso también investigué un poco... no siempre pasa pero hay muchas chicas que no saben separar el trabajo de lo emocional y eso podría representar un enorme problema.

—Sí, muy bueno lo que dices. Es algo bastante serio y por eso tengo que elegir a la persona correcta cómo lo estás diciendo, no escoger a la más bonita, la verdad quiero conocer a esa persona incluso si no me voy a involucrar con ella, pero quiero que la madre de mi hijo sea una persona correcta, en quién yo pueda confiar. Siendo así, todo eso me dejará más tranquilo y podré proceder. Por eso tengo que esperar un poco, analizar la situación y luego decidirme. No sabe las cuantiosas veces que mi padre ha sacado este asunto a colación, quiere que me case, que tenga hijos y que forme una familia... pero los planes tuyos no tienen que ser los míos también, yo tomo mis propias decisiones y si decido no comprometerme entonces eso debería de respetarlo, soy una persona adulta.

—Lo es, señor. Bueno allí tiene toda la información que necesita las mejores clínicas de inseminación artificial, todo eso de la mano con la confidencialidad, por supuesto, así que no tendrá que preocuparse por nada —le soltó y él asintió.

Eso era cierto, lo más importante era que eso no saliera a la luz. Ya luego se las arreglaría, pero eso era lo que estaba evitando.

—Eso quiero creer. Pero creo que para que todo eso sea posible también tengo que ser demasiado poderoso, a veces cuando menos uno lo piensa hay alguien que te está siguiendo con tal de encontrar alguna noticia y colocarla en el primer plano, sin importar si no está sucediendo exactamente algo de lo que se piensa, no importa, de todas formas para publicar una nota mentirosa, diciendo algo que realmente no pasó, están siempre pendientes, es lo que no quiero porque los escándalos siempre me ponen de mal humor y ya ha sido demasiado por este año —le expresó y él asintió.

Tenía toda la razón del mundo. En ese año habían pasado bastante cosas que afectaron a su jefe y por eso era que lo estaba diciendo. Así que entendía perfectamente que quisiera evitar a toda Costa que la gente continuara hablando más falacias de su persona.

Ya estaba harto de lo mismo.

Habían cosas que realmente la prensa había mencionado de su persona que no eran ciertas y en su momento sin saber lidiar con ello, lo llevó a embriagarse sin parar, nunca olvidaría la charla que tuvo con sus padres, ellos siempre habían estado expuestos a la prensa y ya sabían cómo asumir cualquier cosa que pasara, eso si bien lo ayudó, no quería decir que las cosas habían cambiado mucho, a decir verdad, seguía viéndose afectado por esos artículos maliciosos.

—En ese caso, me retiro. O necesita otra cosa, señor...

—No, no necesito nada más pero puedes quedarte y compartimos la pizza, de hecho la intención era que comieras junto a mí, Ben —admitió.

—De acuerdo, gracias señor.

—Descuida. Y gracias de nuevo por la información, es algo que revisaré después y luego tomaré una decisión, la verdad no estoy seguro de nada, pero me decidiré por algo.

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