Capitulo 10

Me encontré en una casa, de pie en la esquina de la pared. No podía moverme, era como si alguien me estuviera sujetando o como si todos mis músculos estuvieran congelados, intenté gritar pidiendo ayuda pero no pasó nada... Yo tampoco podía hablar.

Miré a mi alrededor, conozco muy bien esta casa. Es donde he pasado la mayor parte de mi vida.

—¡Nunca me los quitarás!—

Mi padre entró a la casa dando un portazo detrás de él, mi madre salió de algún lado mirándolo con una expresión aterrorizada.

—Patrick, por favor dime que no volviste a tomar drogas...

—¡No dejaré que me quites a mis niñas, puta!—

Intenté apartar la cara o cerrar los ojos para no tener que ver la escena en la que mi padre golpea a la pobre mujer... Mi madre. Mi mirada se dirige directamente a la niña que se esconde detrás de la puerta observando todo.

—No, no, no... Sal de ahí... Por favor... Sal de ahí...—

Sentí lágrimas correr por mi rostro y trato de moverme de nuevo, no pasa nada. Todo se vuelve oscuro y poco después de que la mujer estaba en el suelo ensangrentada tratando de respirar, mi padre se alejó tambaleándose, dejó caer el cuchillo de su mano y miró el cuerpo ahora inconsciente preguntándose por qué había hecho eso.

— ¿Papá?

—¡MONSTRUO, ALÉJATE DE ELLA! NO TE ATREVES ACERCARTE A ELLA—

— ¿Demi? Hija... No deberías estar aquí.

Se acercó a la pequeña, la agarró del brazo y la arrojó cerca del cuerpo sin vida de su madre. Se agachó para recoger de nuevo el cuchillo y caminó a grandes zancadas hacia la chica que, hasta ese momento, no sabía muy bien qué estaba pasando.

— Demi! Demi! ¡Demi, despierta!

Me senté en la cama rápidamente, todavía tenía rastros de la pesadilla en mi mente. Siento brazos alrededor de mi cuerpo abrazándome, aún no respondía. Apoyé la cabeza en el hombro de Daniel y lloré, lloré por todo y especialmente por haber soñado tanto tiempo con el peor día de mi vida.

—Cálmate, solo fue una pesadilla... Nadie te hará daño...— susurra tratando de calmarme.

Daniel se acuesta de nuevo esta vez conmigo en sus brazos. Sigue diciendo algunas cosas para consolarme, varias veces apenas tiene sentido para mí. Antes de que me diera cuenta estaba de vuelta dormido.

daniel tim punto de vista

Me desperté en medio de la noche con el brazo de Demi alrededor de mi cuello lo cual comenzaba a molestarme, luego de murmurarle algo para que se alejara un poco me gire hacia el otro lado dándole la espalda a la morena.

Apenas había llegado mi sueño cuando escuché una voz que decía algo que no podía distinguir, si fuera un fantasma estaría completamente jodido, me muero de miedo de estas cosas. Terminé tranquilizándome cuando me di cuenta que era Demi — Lo cual era obvio — Me senté en la cama y miré a la mujer a mi lado que se movía en la cama y su expresión parecía aterrorizada, Demi definitivamente estaba teniendo un sueño muy malo. Iba a volver a dormirme pero la morena empezó a hablar de nuevo y esta vez un poco más fuerte.

—Oh no, no… no hagas eso… por favor…

La observo con curiosidad, pero pronto me invade la preocupación cuando la veo llorar.

— ¿Demi? — Hablo en voz baja.

Me acerco un poco más tratando de despertarla, sin éxito.

—Por favor no... ¿Qué estás haciendo... Suéltame!— Liberarme.

Llamé su nombre varias veces seguidas esta vez meciéndola levemente, Demi se sienta en la cama rápidamente y su llanto se intensifica. No respondo un poco, realmente no sé cómo reaccionar cuando una mujer llora a mi lado, así que terminé haciendo lo más obvio, abrazándola y diciéndole cosas para tratar de calmarla.

Terminó funcionando muy bien porque Demi se durmió en mis brazos y justo después yo también me dormí.

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