Librería
Español
Capítulos
Ajuste

capitulo 2

La marcha de la novia con su padre tomada del brazo hacia el altar comenzó, al igual que el coro de la iglesia tocaba una melodiosa armonía para la ocasión, Laura y todos los ahí reunidos se giraron para ver a Claudia vestida de novia que caminaba con una sonrisa hacia donde su futuro marido le esperaba, cuando llegó junto a él se tomaron de las manos, el coro termino la melodía y el cura comenzó a oficiar la misa la cuál Laura presto atención a todo, sobre todo a los novios y a cada función que tenía cada padrino durante la ceremonia de la unión matrimonial, cada padrino paso conforme el cura los iba llamando para hacer entrega a los novios de cada objeto, mientras el sacerdote les explicaba que significaba, hasta que la boda llegó a su fin declarándolos marido y mujer, de nuevo el coro comenzó a cantar y la niña de las flores comenzó a regar pétalos por el pasillo poco antes de que los novios salieran, para después recibir la lluvia de arroz y frijoles sobre de ellos como se acostumbraba.

     Tras tomarse algunas fotos ante la iglesia, todos los congregados allí fueron partiendo rumbo a la recepción en dónde se llevaría acabo la boda y sin lugar a dudas esa era en la casa de la novia, en dónde su extenso patio sirvió para acomodar mesas y sillas para los invitados y en un rincón a los músicos que amenizarían la fiesta.

     En casa de Jorge y Lilia se había que dado un pariente de su entera confianza para recibir a los músicos, el banquete y a los del pastel, cuando Laura llegó vio su casa patas arriba, era un caos pero su hermana estaba feliz y solo se casaría una vez (con suerte) pensó Laura, no quería seguir más con ese vestido pero aún tenía que seguir con el hasta que hubiera fingido aún más su papel como dama y todavía faltaba la boda por lo civil, sin embargo cuando salió al jardín  escuchó mucho mejor la música, Laura estaba convencida de que lo que había escuchado era un disco, pero se equivocó en cuanto vio al sexteto que tocaban con mucha energía y descaro  en el jardín, atrayendo y haciendo que los invitados ya reunidos ahí los mirarán. Eran cuatro hombres y dos mujeres, una de ellas tocaba el teclado, la otra solo cantaba con aquel que tocaba la guitarra, otro tocaba la batería, uno el bajó y el último tocaba trompeta y saxofón, pero los ojos de Laura se posaron en aquella simpática mujer de cabellos castaño claro, su piel era clara, tenía estatura promedio, delgada y su rostro llamó totalmente la atención de Laura al igual que sus manos que viajaban de arriba a bajo por el teclado Yamaha de gran tamaño, se quedó totalmente hipnotizada hasta que la canción terminó y Laura sin más comenzó a aplaudir, provocando que todos hicieran lo mismo y fue entonces que Laura vio aquella sonrisa que la termino de cautivar, creyó que era la mujer más linda que había visto y no se movió de allí hasta que su padre le hablo para que fuera a atender a los invitados.

     Tras hacer lo que su padre le pidió, los novios llegaron y tras ellos los del registro civil para llevar a cabo la unión civil, la música se puso en pausa por unos minutos para luego volver a comenzar pero sin antes dar la bienvenida a todos los invitados y darle las felicitaciones a los recién esposos que sonrieron felices y fueron a tomar asiento, la fiesta transcurrió rápido entre la comida, el bailé de los novios, las fotos con algunos invitados y por supuesto la partida de pastel, para ese entonces Laura se encontraba en una parte alejada de la fiesta, lejos de la vista de aquellos caballeros que estuvieran ebrios y quisieran sacarla a bailar, pero estaba aún ahí porque la mujer que hacía arrancar las notas del teclado perfectamente la tenía hechizada, hasta que la dejo de ver luego de anunciar que harían una breve pausa, fue entonces que la grácil mujer salió de la visión de Laura quien comenzó a buscarla desesperadamente con la vista, hasta que una voz dulce, tímida y femenina le llamó la atención.

-¡Disculpé! – y Laura miró a su lado la mujer que buscaba desesperadamente – Perdón ¿me podría prestar un baño?

-Si claro – respondió Laura está vez sintiéndose intimidada por la presencia de la mujer tan cerca de ella – sígueme.

-Gracias – le respondió la mujer tecladista.

-Suenan muy bien – le dijo Laura mientras la dirigía a dónde le pidió ir.

-Muchas gracias – respondió sonrojándose – me alegra que le guste lo que ha escuchado hasta ahora.

-Si, me ha gustado mucho – y se detuvo – aquí está.

     Laura se alejó y le dio la privacidad necesaria a la grácil mujer para que hiciera sus necesidades en total tranquilidad, mientras Laura se ocupó de hacer otras cosas dentro de la casa, como por ejemplo limpiar y despedir a algunos invitados, guardar algo y así hasta que su músico salió.

-Gracias – le dijo.

-De nada ¿les han dado comida y bebidas?

-Si, por supuesto.

-¿Segura?  - le pregunto Laura de una manera tan amigable como nunca antes lo hubiera hecho con otra persona y su modo de preguntar hizo reír a Alexandra.

-Muy segura señorita.

-Mi nombre es Laura – dijo extendiendo su mano para estrechar la de la mujer que hasta ese momento le había fascinado.

-Él mío es Alexandra – dijo estrechando su mano con la de Laura – para servirle.

-Un gusto conocerla – sintió la delicada y suave mano de Alexandra más caliente de lo normal - ¡tu mano está caliente!

-Si – dijo Alexandra sonriendo – supongo que debe ser por estar más de cuatro horas presionando las teclas.

-Seguro que si.

-¿Desea alguna canción en especial? – la mirada que le dedicó Alexandra a Laura la dejo sin pensar, haciéndola poner nerviosa.

-La de “yo no sé mañana” ¿la tienen en su repertorio?

-Por supuesto que sí –  le guiño un ojo y se alejó de nuevo para reunirse con sus compañeros que estaban bebiendo agua para volver a comenzar su última tanda de canciones.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.