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5

- ¿ Viste cómo te miraba el señor de la entrada? ¡Él no te quitó los ojos de encima! - me dice mientras quita un trozo de pan que trajo antes

- ¡ En realidad la persona que miraba entre los dos eras tú! - le respondo sonriendo

- No, en cambio te miraba a ti. ¡Te puedo asegurar! - dice convencido de lo que dice

- ¿Y por qué estás tan seguro? - le pregunto acercándome a la mesa

- Sencillo, porque no puedo quitarte los ojos de encima. - replicó en voz baja que Dios... Siento algo que se mueve en el estómago que no puedo explicar.

Me sonrojo ante sus palabras, en veintinueve años -precisamente dentro de dos semanas cumplo veintinueve- nadie me ha dicho nunca algo así,

mientras comemos pasamos la velada conociéndonos mejor. Me dijo que cuando era más joven no quería ser abogado pero en su último año de secundaria eligió ir a la universidad para estudiar derecho.

Le digo que el papel del abogado siempre me ha fascinado.

Hablemos un poco de nuestras familias.

La velada pasó rápidamente entre risas y bromas, ya que se hizo lo suficientemente tarde para que Ian se levantara para ir a pagar y, para variar, discutimos sobre quién paga qué.

Al final, Ian paga todo y sale del club con una sonrisa de orgullo en su rostro.

Cuando nos subimos al auto y nos vamos me dice: - ¿ De verdad crees que te hubiera dejado pagar? Soy un caballero que opinas?! - Me eché a reír y él conmigo. Pero alto, no me río de lo que dijo sino de cómo dijo la frase.

De camino a mi casa, lo pasamos cantando todas las canciones que salen en la radio y bromeando.

Cuando estamos frente a mi casa, lamento mucho estar separada de él porque tuve una velada hermosa y despreocupada.

- Gracias por todo - le digo mientras me lleva hasta la puerta de la casa

- Gracias a ti por permitirme esta salida - dice acercándose a mí

- Disfruté como no lo había hecho en mucho tiempo. Así que gracias – digo mientras me acerco lentamente a él también.

Dejo de respirar por un segundo cuando sus brazos se envuelven alrededor de mi cintura y me acercan a su pecho tan cálido que me da protección.

Automáticamente, coloco mis manos en la parte posterior de su cuello y fijo mis ojos en los suyos.

El fondo a nuestro alrededor desaparece, solo estamos él y yo.

-Olivia , te voy a besar – me dice en un susurro mientras acerca lentamente su rostro al mío

- Entonces, ¿a qué esperas? - Siempre le pregunto en voz baja mientras hago que nuestras frentes se toquen.

Me mira a los ojos una vez más y finalmente coloca sus labios perfectos sobre los míos.

En ese preciso momento, todo se detiene, dentro de mi vientre siento un movimiento de zoológico, mi mente se vuelve loca, mis piernas ceden y por suerte está Ian que me sostiene con un brazo mientras con el otro comienza a acariciar mi mejilla izquierda.

Cuando tenemos que separarnos por oxígeno, siento que falta una pieza para completar el rompecabezas.

Mientras continúa acariciando mi mejilla, apoya mi espalda contra la pared.

Permanecemos durante lo que parecen ser interminables momentos mirándote a los ojos cuando Ian se separa de mí de mala gana.

- Buenas noches Olivia- dice mientras me da un beso en la sien y otro estampado en los labios. - Buenas noches Ian - le digo.

Cuando se subió a su auto, entré y me apoyé contra la puerta principal, todavía incrédulo por lo que acababa de suceder.

Me quedo apoyado contra la puerta de la casa aún incrédulo por lo que acaba de pasar. No puedo creer que me haya besado.

Lo extraño es que sentí algo dentro de mí, como si estuviera en el lugar correcto, con la persona correcta y era como si no hubiera una lente más allá de nosotros dos.

Solo él y yo. Juntos.

Sentirlo tan cerca de mí, tener su cuerpo en pleno contacto con el mío era indescriptible.

Con una sonrisa toco mis labios con mis manos, aún puedo sentir su sabor en mi boca.

Dejo mi bolso en el sofá y dejo mis tacones a los pies del sillón, voy a mi habitación a ponerme el pijama y desmaquillarme ya que el rímel me empieza a molestar.

Recupero el teléfono de abajo y me refugio en mi cama muy caliente para ver uno de los muchos episodios de "Anatomía de Grey".

Cuando termina el episodio, decido cerrar la computadora y dormir, pero veo que la pantalla del teléfono se ilumina, una señal de que acabo de recibir una notificación.

Entonces, de mala gana, me inclino hacia la mesita de noche para tomar el teléfono y veo que es un mensaje de Ian donde dice: '

Buenas noches, bebé'. No sé por qué, pero no puedo evitar sonreír por el apodo que me dio. .

Entonces, sonriendo, le respondo con un muy simple: 'Buenas noches'.

Sé que sonaré frío, ¡pero no sé cómo llamarlo! Así que por ahora me conformo con llamarlo por su nombre.

***

A la mañana siguiente me despierto tranquila ya que hoy me desperté un poco más temprano de lo habitual, por lo tanto, decido ir a desayunar tranquilamente con una taza de café y leche con galletas de chocolate.

Una vez que termino lavo todo y me voy a mi cuarto a hacer la cama y me pongo unos jeans negros sencillos y una camisa manga larga negra y encima me pongo un abrigo color caramelo por debajo de la rodilla y para Zapatos Me puse unos botines negros con un tacón no muy alto.

Me recojo el pelo en una cola de caballo alta. Cojo mi maletín de siempre metiendo en el ordenador que usé anoche y con las llaves en la mano salgo de casa para ir a trabajar.

- Hola abogado - me saluda un empleado apenas entro a mi oficina.

- ¿ Qué haces aquí, Havery? - Pregunto, colocando el maletín en mi escritorio y luego yendo a sentarme en el sofá a su lado.

- Estoy aquí para recordarte que mañana habrá sentencia por tu caso. - dice mientras se pasa las manos por los pantalones.

Con el tiempo lo he ido conociendo y cuando se frota las manos en los pantalones significa que está nervioso.

- Sabes, a veces pienso que el destino ayuda a las personas que han sido buenas y les da la espalda a las personas que hacen la vida un infierno para otras personas. - le digo recostado en el sofá.

- Creo que esta vez el destino o mejor dicho el karma se pone de tu lado y como dijiste, el destino está del lado bueno y tarde o temprano te recompensará por lo que hagas. Todo el mundo sabe que es culpable y que debe pudrirse en la cárcel. - dice mientras él también se recuesta en el sofá.

Asiento con la cabeza pensativa y todavía no puedo creer que mañana tal vez pueda cerrar un capítulo de mi vida.

- Bueno, vine a decirte esto. Te dejo trabajar. - dice mientras se levanta dándome una sonrisa - Si, por supuesto. Buen trabajo para ti también. - le digo mientras me quito la chaqueta y luego empiezo a mirar las carpetas de los últimos casos.

Doy vueltas y vueltas en las cálidas mantas de la cama, preocupada por el mañana.

Lo sé, estoy muy seguro de que ganaré el caso para mí y para todas las chicas que, como yo, han sufrido lo mismo de él. Y pensar que no era tan mezquino al principio, frío, era un hombre o mejor padre de niño y servicial, pero quién hubiera adivinado que en realidad era solo una tapadera.

Ese día, ese maldito día... me perseguirá por el resto de mi vida.

Fue allí, que lo vi por lo que realmente es.

Tuvo el coraje de quitarme lo más querido e importante que tiene una mujer, me violó en todos los sentidos, me hizo sentir inútil, aplastó mi ser en muy poco tiempo.

Lo que más me cabrea es que aún no lo han metido entre rejas.

Por suerte muchas otras niñas y mujeres actuaron como testigos contando su historia y dando pistas para encerrarlo a él y en su celda por el resto de su vida.

Por su culpa tuve que trabajar en mí misma yendo a un psicólogo, tuve que tomar medicamentos durante muchos meses, dejé de trabajar por su culpa, nunca más salí de la casa, tuve miedo, miedo de que lo que me pasó que día podría volver a suceder.

Al principio caí en depresión, no comía, Sasha me obligaba a hacerlo pero yo no quería saber, conforme pasaba el tiempo y escuchaba a mi mejor amiga rogándome con lágrimas en los ojos, todos los días que comiera. por mi situación, un día decidí reaccionar y el primer paso que di fue comer lo suficiente para hacer feliz a mi amiga, pero la luz en mis ojos seguía totalmente apagada.

Ahora, casi dos años después, estoy bien... excepto si tenemos en cuenta que: por la noche casi siempre tengo pesadillas o que todavía no puedo confiar en el género masculino como antes... Decido salir. de cama

ya que no hubiera podido dormir, seguro que mañana tendré unas ojeras terribles.

Voy a la cocina donde preparo una taza de té verde caliente, mi favorito, para intentar relajarme y dejar de pensar en el mañana.

Hoy es el gran día.

Estoy con Havery en la corte, quien me está informando sobre lo último del caso pero, sinceramente, lo único que me importa en este momento es escucharlo.

Me volví paranoico hace un cuarto de hora cuando puse un pie dentro del juzgado pero, esta vez, no estoy en el papel de un abogado, sino en el papel de una niña que ha sufrido violencia sexual al igual que otros siete. chicas.

Ellos también, como yo, han sido violados por ese monstruo que no tiene respeto por las mujeres, que las cree inferiores a los hombres y que solo ellas pueden gobernar. Sexista de mierda!

¡Honestamente, estoy orgullosa de ser mujer! En mi opinión, todas las mujeres deberíamos sentirnos orgullosas de ser mujeres... en fin, en 'logramos tener derecho a voto, sin contar que la ley de diciembre preveía la igualdad de trato entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. .

En definitiva, hemos recorrido un largo camino, nos hemos afirmado, ¡nos hemos sacado los cojones!

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