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REQUIEM PARA UN ACERTIJO: CAPITULO FINAL

Llegar a esas conclusiones me tomo cierto tiempo y largos momentos de meditación, Apenas creía dilucidar o interpretar algo lo anotaba en una libreta y al final de tantas hipótesis descubrir que el autor del dibujo lo único que pretendía era ocultar un crimen. Incapaz de compartir su secreto con alguien lo manifestaba en un dibujo finamente estructurado y lo arrojaba al vacío con la frescura de un niño que rompe el jarrón y culpa al gato de su travesura. Así lograba perdonar a su conciencia expiándola de toda culpa. Y como se creía tan listo dudaba que alguien podía descubrirlo.

No solo era un ser negativo y nefasto, sino que se burlaba del resto del mundo sarcásticamente. Una vez leí que no hay peor cobardía que saber lo que es justo y no hacerlo, así que opté por buscar al individuo y encararle algo que nadie le hubiera dicho. Pensé también en la enorme cantidad de asesinos sueltos que deambulan libres por la calle, con una hermosa sonrisa después de haber descargado sus conciencias del peso enorme que significa arrastrar un grave pecado por la vida.

Me tomo algunos días llegar a él, primero ubique algunos amigos que pintaban, me pusieron en contacto con otros que a su vez conocían a nuevos artistas que empezaban a sobresalir en ese exclusivo y refinado mercado del Arte. Una mañana llegue a su taller en compañía de uno de sus amigos. Era un hombre joven de apariencia agradable, no muy alto, los cabellos alborotados y las manos con olor a trementina.

Cuando lo ubicamos estaba trabajando en un lienzo de buen formato y supe que era extranjero y vivía solo. Le dije que había comprado un dibujo suyo y que me interesaba comprar algún otro.

Lo lamento –me dijo- acabo de llevar el último que hice a la galería.

Me mostro algunas pinturas, entre ellas una que bien podría ser la continuación del que yo tenía en casa, con una simbología y un tratamiento ligeramente diferente. Mi acompañante se despidió no sin antes prometerle que volvería con más calma en los próximos días. Note que se sentía un poco extrañado ante mi presencia, era la primera vez que nos veíamos y obvio no me conocía, pero se portó gentil y no dejo de mostrarse atento. El cuadro que capto mi interés representaba a una mujer con un velo transparente flotando en el aire, a la entrada de una gruta.

A la altura de su vientre un bebe desnudo casi blanco gravitaba sin que lo sostuviera, ella lo miraba con infinita tristeza como si ya no le perteneciera. A un costado de la gruta en una parte iluminada unos ángeles niños retozaban radiantes, sus cuerpos rosados y llenos de vida. Al fondo en un paisaje casi desierto se veía a un hombre caminando hasta una barca donde la muerte hacía de barquero y esperaba para transportarlo al otro lado.

En ese instante desfilaron por mi cerebro, todas las probabilidades, los antiguos manuscritos que leí sobre la purificación del alma, la súbita muerte de aquellos que se atrevieron a revelar los estados previos al desprendimiento de la vida, el cuadro en sí era un acertijo y por último el eslabón que unía todos los enigmas.

¿Y cómo piensas titularlo? -Pregunte- Tu segunda muerte…

Mis palabras le cayeron como un balde agua al joven artista. Su rostro palideció repentinamente, me miraba entre asombrado e incrédulo, pero no por mucho tiempo, de repente su aspecto cambió y sobreponiéndose a la sorpresa esbozó una suave sonrisa y con un gesto de ironía me dijo: ¿Cree haberme descubierto a través de un dibujo?

Lo mire de soslayo y dándome la vuelta conteste: Los tipos listos, creen que todos los demás son estúpidos…

No dijo nada y continúe, tu mente no concibe que haya alguien tan brillante como tú para descubrir lo que intentas manifestar a grandes voces, pero claro, enmascarado en una bella cosmología basada en imágenes y símbolos que pocos podrían interpretar.

No sabré nunca a lo que se refiere sino me dice exactamente a dónde quiere llegar… Pero antes déjeme explicarle algo, puedo utilizar mi imaginación de mil maneras distintas cuando estoy frente a la hoja en blanco o una tela virgen, hay más de juego que una explicación lógica a lo que hago o pretendo hacer. Y cada espectador le da la interpretación que mejor le parezca.

Era una buena salida, capaz de tirar al suelo cualquier argumento y dejarme como un tonto ante cualquier cosa que yo pudiera pensar y vi con claridad que eso pretendía. Pero hasta el mejor cazador se le va la paloma, no iba a irme sin una explicación lógica, mis conclusiones eran certeras y lance la pedrada. Te lo voy a decir claro y directo. Por un instante se opacó la seguridad que mostraba, me pareció vulnerable, como un niño necesitando la protección de su madre, fue solo un lapsus, en segundos su rostro volvió a sonreír seguro y confiado. Si mi apreciación era equivocada se reiría de mí. Por primera vez me di cuenta que no era necesario manejar un emporio o dirigir una nación para ser diferente, solo había que despejar cualquier asomo de miedo y demostrar aplomo y autenticidad.

¿Has cometido un delito o algo parecido?, Pregunte

Sin inmutarse se levantó de su banca de patas largas donde estaba sentado, dio un giro por la habitación quizás para no mandarme al diablo y deshacerse del impertinente y con una envidiable serenidad se acercó y me dijo: Lo felicito, es usted una de las personas más analíticas que conozco, pero no es lo que usted se imagina, podría ser algo tan terrible como el dolor o el hambre, no hay ningún crimen del que me tenga que sentir culpable. Cuando lleve ese cuadro a la galería que seguramente usted es poseedor ahora, el marchante se río de mi “ocurrencia”, le pareció cómico que yo haya dibujado una diminuta placa haciendo alusión a mi primera muerte. Fue tan despiadado y sarcástico que llegó a descorchar una botella de vino en mi honor: “Era una buena promesa ese chico, salud mí amigo…” Cuando salí de ahí pensé en la miseria humana, pobre gente pequeña que no atina a mirar más allá de sus ojos. Morir en vida puede ser tanto peor que morir definitivamente.

Probablemente –dije- pero aun no me has dicho que fue lo que le sucedió para crear una atmosfera de dolor en torno a ti

Nada, solo experiencias pasajeras, pero yo tengo una ventaja que me hace diferente a los demás mortales, yo puedo descargar todas mis pesadillas en una superficie en blanco y sea cual fuere lo que haya hecho ahí quedará plasmado y nadie me culpará por eso. En eso reside mi ventaja. “Yo puedo liberarme…” Fue un placer conocerlo amigo y gracias por deleitarme con su presencia.

Abandoné el taller y me quedé con más preguntas que respuestas.

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